Las llamadas "comunidades santuarios" creadas por los demócratas están siendo utilizadas como refugio para ilegales y criminales. Estas comunidades se han convertido en un albergue seguro y de protección de individuos que han ingresado ilegalmente al país que han cometido delitos graves en sus países de origen y en los propios Estados Unidos, bajo el pretexto de proclamarse como zonas santas que no cooperan o limitan su cooperación con autoridades migratorias Federales cuando en la práctica están protegiendo a inmigrantes ilegales, impidiendo que sean deportados o sancionados por la violación de las Leyes de Inmigración y/o los delitos cometidos. La idea de comunidades santuarios no es nueva, pero los demócratas la promocionaron como un arma política contra el primer gobierno de Trump y las están fortaleciendo para oponerse a las deportaciones que acometerá en su segundo mandato y han cobrado relevancia durante el régimen Biden-Kamala debido al desastre de la creciente crisis migratoria y a las fallidas políticas de fronteras abiertas que debilitaron la seguridad de los Estados Unidos a niveles sin precedentes.
Detrás de la Fachada Santuario
Estas comunidades se presentan con la fachada de lugares de refugio y protección para aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, ya sea por motivos socioeconómicos o por su estatus migratorio. Sin embargo, estas comunidades están siendo utilizadas como refugio por criminales y personas que buscan evadir la justicia. Uno de los principales problemas de estas comunidades santuarios es que albergan a individuos que han ingresado ilegalmente al país, lo cual va en contra de las leyes migratorias de los Estados Unidos y están generando conflictos legales con las autoridades locales que se convierten en cómplices patrocinadores de actividades ilegales que afectan el cumplimiento de las leyes y la seguridad de sus ciudadanos y la nación.
Además, en muchas ocasiones, estas comunidades también protegen a criminales que han cometido delitos graves, poniendo en riesgo la seguridad de la sociedad en general. En cuanto al impacto de estas comunidades santuarios, es importante destacar que pueden tener consecuencias negativas tanto a nivel social como legal.
Por un lado, el hecho de que se proteja a criminales y se permita la impunidad puede fomentar la delincuencia y la inseguridad en la zona. Por otro lado, el ocultar e incluso ayudar a ilegales puede generar tensiones con las autoridades y provocar conflictos legales que afecten a toda la comunidad. En este sentido, es fundamental analizar las perspectivas que existen en torno a las comunidades santuarios.
Por un lado, los que defienden estas zonas como se solidarizan y protegen a los violadores de las leyes migratorias, argumentando que las leyes son injustas y que es necesario brindar apoyo a quienes la violan. Sin embargo, la mayoría considera que estas comunidades llamadas santuarios son utilizadas para proteger a criminales y para burlar la ley, lo cual pone en riesgo la seguridad y el orden social.
Vamos a destrozar la falacia del "bloqueo". Cifras a pulso
Agotado hasta la saciedad, he querido ponerlo todo en cifras, para que quienes sostienen la tesis del bloqueo queden sin argumentos.
Antes de argumentar con cifras sobre el tema, es preciso establecer la diferencia sustancial entre "bloqueo" y "embargo". Ahí les va:
La diferencia entre bloqueo y embargo radica en su alcance y propósito:
Bloqueo: Es una acción más amplia y agresiva. Implica la prohibición de todo tipo de relaciones comerciales, económicas o diplomáticas, acompañado muchas veces de un cerco militar que impide el acceso de bienes y personas a un país. Es una medida coercitiva extrema.
Embargo: Es una restricción parcial que limita o prohíbe ciertos intercambios comerciales o financieros entre países, sin llegar a un aislamiento total. Generalmente se aplica como sanción específica por razones políticas o económicas.
Ahora, aclarado este concepto tan importante, vamos al grano: a desmontar falacias y argumentos del régimen.
El Mito del Bloqueo a Cuba: Análisis del Discurso del Senador Marco Rubio
Introducción
La dictadura castrista entró en pánico al conocer que el Senador Marco Rubio sería el Secretario de Estado norteamericano designado por Trump, y redobló su campaña de desinformación para seguir engañando al mundo difundiendo la idea de que la causa de la pobreza, el hambre y la crisis económica en la que está sumida Cuba es provocada por lo que ellos llaman el bloqueo estadounidense a la isla.
Así presentó "Cubainformación" a Marco Rubio al conocer la noticia: un halcón extremista, anticomunista y anticubano, un visceral impulsor de la agresión y del bloqueo a la Isla, un auténtico arquitecto del hambre para Cuba. Tal como explicó en varias entrevistas, él fue quien diseño las 243 medidas coercitivas (sanciones económicas), añadidas al criminal bloqueo contra Cuba, que hoy golpean todas y cada una de las fuentes de ingresos del país, y que han depauperado ostensiblemente las condiciones de vida de la población cubana. Un verdadero criminal de la guerra económica contra el sufrido pero digno pueblo de Cuba.
El Senador Marco Rubio destruyó hace bastante tiempo el mito del bloqueo esgrimido por la dictadura castrista en sus presentaciones ante el Senado de los Estados Unidos un análisis detallado que desmiente la narrativa del régimen castrista sobre el supuesto bloqueo económico a Cuba. Su discurso expone cómo el gobierno cubano utiliza esta teoría para justificar el deterioro social, político y económico que ha llevado a los ciudadanos cubanos a una situación de pobreza extrema.
A continuación resumo dos de las presentaciones de Marco Rubio que los defensores de las reivindicaciones del castrismo deben escuchar para que sepan que el único bloqueo que existe contra Cuba es el creado por la dictadura comunista implementada por el castrismo.
La batalla ideológica: trumpismo vs. progresismo marxista
Trump triunfa contra viento y marea
En las esperadas elecciones presidenciales de 2024, Donald Trump obtuvo una victoria sorprendentemente grande contra todo pronóstico propagandístico, enfrentando una oposición feroz y despiadada de los principales medios de comunicación globalistas y la creciente influencia de las ideologías neomarxistas dentro de los Estados Unidos.
A pesar de la implacable cobertura negativa y la propaganda destinada a empañar su imagen, Trump logró resistir la embestida de los medios de comunicación y movilizó eficazmente a su base para asegurar un segundo mandato en el cargo. Esta victoria marcó un importante punto de inflexión en la política estadounidense, demostrando el poder del apoyo popular y la resistencia del movimiento político de Trump, que incluso los académicos ahora clasifican como trumpismo.
Factores clave en la victoria de Trump
Uno de los factores clave que contribuyeron a la victoria de Trump fue su capacidad para comunicar eficazmente su mensaje directamente al pueblo estadounidense, evitando el filtro sesgado de los principales medios de comunicación que pasaron millones de horas desacreditándolo políticamente, en los negocios y en su vida personal.
A través del uso de las redes sociales y los mítines masivos, Trump pudo conectarse con sus partidarios a nivel personal, cultivando un fuerte sentido de lealtad y entusiasmo entre sus seguidores tradicionales y una nueva base que se dio cuenta de las falsas campañas en su contra por parte de los líderes del Partido Demócrata escoltados por el estado profundo, las élites globalistas y los académicos progresistas. Celebridades y figuras del mundo del arte que utilizaron presupuestos millonarios para descalificar al expresidente y censurar cualquier información que lo beneficiara.
La línea directa de comunicación en las redes sociales y sus mítines de campaña utilizados por Trump para llegar a sus partidarios tradicionales y futuros le permitieron contrarrestar eficazmente las narrativas negativas propagadas por los principales medios de comunicación, presentando al público su propia versión de los hechos y las ventajas de sus políticas.
Además, la agenda política, económica y social de Trump resonó en un gran segmento de la población estadounidense que se sentía marginada y olvidada por la clase política.
Sus promesas de priorizar los intereses estadounidenses, proteger la frontera y revitalizar la economía resonaron entre los votantes que se sentían abandonados por las administraciones anteriores. Al aprovechar las frustraciones y preocupaciones de los estadounidenses de clase trabajadora, Trump pudo galvanizar a una poderosa coalición de partidarios dispuestos a pasar por alto su discurso y estilo espontáneos y poco convencionales, que algunos consideran políticamente incorrectos, en favor de resultados políticos, económicos y sociales tangibles que salvarán y harán que Estados Unidos vuelva a ser grande.
A pesar de la retórica de las gravísimas acusaciones falsas contra Trump que Biden, Kamala y otros altos funcionarios y líderes del Partido Demócrata han promovido y están promoviendo, presentándolo como un fascista autoritario al que hay que detener a toda costa, al que hay que poner en la mira, y llamándolo una amenaza para la democracia y un peligro existencial para Estados Unidos, lo que podría estimular y alentar a sus fervientes seguidores a cometer el asesinato del Presidente como un acto justo y patriótico en defensa de la nación. Trump sobrevivió a los intentos de asesinato por intervención divina.
El trumpismo y el nacionalismo de "Estados Unidos primero" se enfrentan al obamismo
En contraste con el mensaje de Trump de un nacionalismo de Estados Unidos primero, el auge de los movimientos neomarxistas planteó un gran desafío para su campaña de reelección. Estos grupos ideológicos abogaban por políticas socialistas radicales y pedían una revisión completa de los sistemas políticos, sociales y económicos existentes. Muchos líderes del Partido Demócrata han abrazado la ideología neomarxista influenciada por los cambios impuestos por Obama que han influido y desviado el curso de la plataforma demócrata tradicional hacia una ideología que está abrazando los preceptos del socialismo fabiano promovido por Obama.
La agenda neomarxista, caracterizada por llamados a la redistribución de la riqueza, la justicia social y la política de identidad, chocó directamente con los valores conservadores y los principios de libre mercado promulgados por Trump. Esta división ideológica creó un marcado contraste entre los dos campos, con Trump posicionándose como un defensor de los valores tradicionales estadounidenses y los neomarxistas abogando por un cambio radical. Este choque de ideologías alimentó un intenso debate y polarización en el panorama político, lo que dio forma a la dinámica de las elecciones de 2024, donde la mayoría de los estadounidenses decidieron optar por el trumpismo.
El impacto del trumpismo en Estados Unidos y el mundo
De cara al futuro, la reelección de Donald Trump tendrá implicaciones de gran alcance tanto para la política nacional como para la internacional. En el frente interno, el liderazgo continuo de Trump consolidará aún más la agenda conservadora y remodelará el Partido Republicano a su imagen. Se espera que su presidencia se centre en reforzar la seguridad nacional, promover el crecimiento económico y defender los valores conservadores y judeocristianos de Estados Unidos frente a la creciente presión de la izquierda y las ideas neomarxistas.
A nivel internacional, la reelección de Trump podría conducir a una continuación de su política exterior de "Estados Unidos primero", caracterizada por un enfoque en la protección de los intereses estadounidenses y la renegociación de acuerdos comerciales y alianzas políticas y militares. Este enfoque es vital para asegurar la hegemonía económica, política y militar de EE. UU., que inicialmente podría tensar las relaciones tanto con los aliados tradicionales que abogan por el apaciguamiento de los enemigos como con los adversarios que buscan la globalización económica, a medida que EE. UU. afirma su dominio en el escenario mundial. Además, la postura de Trump en temas como la inmigración y el comercio puede provocar tensiones con gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales que promueven las fronteras abiertas y la globalización económica, presentando nuevos desafíos diplomáticos en los próximos años que serán enfrentados con la dignidad requerida por la nueva administración de Donald Trump.
En conclusión, las elecciones de 2024 marcaron un punto de inflexión en la política estadounidense y mundial, con la victoria de Donald Trump en un contexto de mayor oposición mediática y divisiones ideológicas que impulsan agendas neomarxistas desde dentro que apoyan la intención del enemigo de destruir a Estados Unidos.
Se espera que su reelección transforme el panorama político local e influya positivamente en los asuntos nacionales e internacionales en los próximos años, destacando el impacto duradero de su estilo de liderazgo, visto por algunos como poco ortodoxo, por muchos como vital para garantizar la hegemonía económica, política y militar para frenar el avance de las potencias enemigas de EE. UU., la democracia occidental y garantizar la paz mundial.
A medida que la nación navega por las secuelas de una elección contenciosa entre dos ideologías marcadamente opuestas, las implicaciones de la victoria de Trump continuarán reverberando en todas las esferas de la sociedad, dando forma al curso de los eventos futuros en los Estados Unidos y más allá.
¡Gracias a Dios Trump hará que Estados Unidos sea Grande de Nuevo!