El Mito del Progreso: Un apunte sobre Cuba antes y después del comunismo
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Un análisis comparativo de Cuba en salud, educación y condiciones laborales antes y después de 66 años...
El momento de la reparación de la Iglesia
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La muerte del Papa Francisco pone fin a un controvertido reinado de doce años como obispo de Roma. Mientras la Iglesia católica se prepara...
Aranceles, comercio y el ajuste del sistema capitalista de Estados Unidos
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El mundo está en una guerra comercial, según la izquierda y la derecha libertaria. Además, esta extraña...
Estados Unidos necesita un medio de comunicación internacional
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Recordando a Lincoln Díaz-Balart
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Cuba está de luto. Esta se ha convertido en una realidad demasiado familiar, ya que muchos de sus hijos e hijas fallecen sin ver una Cuba libre. En...
Cómo se está desmantelando el Estado administrativo
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Una virtuosa doctrina Trump
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Los presidentes estadounidenses acostumbran a desear que sus iniciativas de política exterior sean etiquetadas como «doctrinas». Estas categorizaciones...
El mandato celestial de Trump
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La noción de «Mandato del Cielo» proviene de un principio filosófico chino que se remonta a la dinastía Zhou (c. 1046-256 a.C.). Según esta antigua...
Es hora de detener el giro autoritario y mantener a EE.UU. libre
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Las elecciones presidenciales de 2024 serán testigo de una de dos cosas. La profundización de la transformación...
Unanálisis comparativo de Cuba en salud, educación y condiciones laborales antes y después de 66 años de régimen socialista, desmontando los mitos propagados sobre los logros revolucionarios.
123 años de independencia: dos realidades contrapuestas
El 20 de mayo de 2025 marca el 123° aniversario de la independencia de Cuba. De ese total, solo 27 años correspondieron a una república que, aunque imperfecta, construyó una nación próspera y moderna. Este período, a pesar de incluir dos episodios autoritarios, contrasta dramáticamente con los 66 años posteriores bajo un régimen totalitario comunista que ha sumido a la isla en una profunda crisis material, espiritual y moral.
Durante más de seis décadas, el castrismo ha transformado Cuba en un escenario de represión, dolor y miseria generalizada, donde han desaparecido las libertades más elementales. El régimen ha sobrevivido pasando de ser instrumento del comunismo internacional a convertirse, tras la caída del bloque soviético, en promotor de estas ideas mediante iniciativas como el Foro de São Paulo.
Los mecanismos de supervivencia del régimen
¿Cómo ha logrado mantenerse en el poder durante tanto tiempo? La respuesta se encuentra en dos vertientes principales:
Internamente, mediante un sofisticado aparato de terrorismo de Estado y una impresionante red de espionaje que ha infiltrado todos los grupos de oposición.
Externamente, obteniendo el respaldo de la comunidad internacional a través de extensas campañas de desinformación que han proyectado una imagen distorsionada de la realidad cubana.
Para lograr esta manipulación, el régimen castrista ha necesitado deconstruir la historia, falsificando sistemáticamente los logros de la etapa republicana anterior a 1959.
La muerte del Papa Francisco pone fin a un controvertido reinado de doce años como obispo de Roma. Mientras la Iglesia católica se prepara para nombrar al 267.º papa en las próximas semanas, es fundamental comprender todo lo que está en juego. La gestión de Francisco al frente de la Iglesia ha planteado retos monumentales a la institución por fabricación humana. La amenaza de cisma ha sido real, debido a las políticas que ha implantado o defendido.
La Iglesia católica es la confesión cristiana más grande del mundo. El cristianismo es la religión más importante del planeta. La civilización occidental y sus instituciones, costumbres y ética se construyeron sobre el cristianismo como religión y los valores judeocristianos que esta profesa. Por eso, la persona que sea elegida sucesora de San Pedro tendrá un impacto en todos, no solo en los católicos. Comprender las enormes deficiencias del mandato del primer papa jesuita es fundamental para apreciar esta situación.
El Papa Francisco personificó el Concilio Vaticano II (1962-1965). El Concilio Vaticano II fue un momento impactante para la Iglesia católica. Su objetivo era «actualizar» sus enseñanzas y prácticas para la era moderna. Promovió el ecumenismo, introdujo cambios litúrgicos como el uso de lenguas vernáculas en la misa y fomentó el diálogo con otras religiones. Del mismo modo, también fue infiltrado y muy influenciado por comunistas y espías y simpatizantes soviéticos.
El Concilio Vaticano II fue muy político. Produjo dieciséis documentos, entre ellos cuatro constituciones, nueve decretos y tres declaraciones. Sin embargo, no se hizo ni una sola condena del comunismo, a pesar de que era el apogeo de la Guerra Fría y los comunistas cometían atrocidades en todos los continentes. Antes del Concilio Vaticano II, había al menos diez encíclicas papales que condenaban explícitamente, por su nombre, tanto al comunismo como al socialismo. Nada de esto pareció importar a los promotores del Concilio Vaticano II.
La Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) de 1968, celebrada en Medellín (Colombia), les facilitó, a los comunistas, un arma. A la cumbre de la CELAM asistieron cerca de 250 obispos de toda América Latina, junto con teólogos, sacerdotes y expertos religiosos y laicos. Los obispos asistentes pidieron una «opción preferencial por los pobres» y enfatizaron que la Iglesia debía estar del lado de los oprimidos. Sin embargo, esto no se lograría mediante los medios tradicionales e históricos del catolicismo para ayudar a los pobres y perseguidos. Se trataba de un llamamiento a la revolución mediante la defensa de cambios estructurales y sistémicos.
La teología de la liberación desempeñó un papel central en Medellín. Pretendía dar forma a la manera en que la Iglesia en América Latina interpretaría y aplicaría las reformas del Concilio Vaticano II. Influenciada por el análisis marxista y tergiversando el Evangelio, enfatizaba que la salvación no es solo espiritual, sino que también implica la «liberación» de la «opresión» económica, política y social percibida. Muchos obispos en Medellín, inspirados por esta teología, argumentaron que la Iglesia debía participar activamente en la transformación de las estructuras de poder existentes. Entre los asistentes se encontraba el arzobispo Hélder Câmara de Brasil, una figura clave en la teología de la liberación. Además, Câmara influyó en Klaus Schwab a principios de la década de 1970 y ayudó a dar forma al modelo del Foro Económico Mundial (FEM) para el «capitalismo de las partes interesadas» (stakeholder capitalism). Desde este ámbito de hombres de mentalidad revolucionaria, Jorge Mario Bergoglio entró en la Iglesia.
La Iglesia católica del Concilio Vaticano II se volvió más inmanente y menos trascendentalista. Se inició la batalla por el alma de la Iglesia. Los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, ambos habiendo vivido bajo regímenes totalitarios, condenaron el comunismo y el socialismo por sus fundamentos ateos y colectivistas. Consideraban que estas religiones políticas eran incompatibles con las enseñanzas católicas sobre la dignidad humana, la libertad y la propiedad privada. Basándose en críticas papales anteriores a los modelos materialistas, también expresaron su preocupación por el consumismo excesivo y el secularismo. Juan Pablo II y Benedicto XVI neutralizaron las interpretaciones radicales del Concilio Vaticano II. La llegada de Jorge Mario Bergoglio al Vaticano cambió eso. El antiguo arzobispo de Buenos Aires lanzó una guerra para revertir el rumbo de sus predecesores.
El Papa Francisco no solo representó emblemáticamente el trasfondo modernista de la conferencia del CELAM de Medellín en 1968. El primer papa latinoamericano cruzó el umbral de la modernidad hacia la posmodernidad. El apoyo abierto y la amistad que Francisco le ofreció al castrocomunismo fueron coherentes con su alineamiento moral e ideológico con el marxismo. Bergoglio, en su emotivo y táctico vínculo con la base soviética y neocomunista más formidable de América Latina, dejó claro su ideología. La defensa acérrima de planes globalistas, como los proyectos ecosocialistas y el alarmismo climático, promovidos por potencias internacionalistas como la ONU y el FEM, se encontraban entre los proyectos favoritos de Francisco. Atacar la tradición católica e interrumpir las normas establecidas fueron las metodologías empleadas para alcanzar esos fines.
La muerte del Papa Francisco ha dejado a la Iglesia católica sumida en la confusión, con profundas divisiones entre las facciones liberales y conservadoras. Las reformas izquierdistas del difunto papa, entre las que se incluyen la apertura a la bendición de las parejas del mismo sexo, establecer una equivalencia falsa con el islam y el énfasis en las interpretaciones marxistas culturales de la justicia social, han alejado a un gran porcentaje de los fieles. Es en continentes como África y Asia, donde predominan las interpretaciones conservadoras de la teología de la Iglesia, donde el catolicismo ha experimentado el mayor aumento de conversiones y prácticas devocionales. Por el contrario, las iglesias europeas, atendidas por un clero más liberal, están a veces vacías. La estrategia posterior de implementación del Concilio Vaticano II parece haber reducido el rebaño católico, al contrario de lo que sus defensores decían que ocurriría.
El estilo de liderazgo centralizado de Francisco, que adopta rasgos peronistas, reformas poco ortodoxas y nombramientos controvertidos como los de Gustavo Zanchetta y Tucho Fernández, dos figuras problemáticas con una aptitud moral cuestionable, ha fracturado el gobierno de la Iglesia. Existe preocupación por que la sinodalidad de Francisco pueda socavar la autoridad jerárquica. La Iglesia post-Francisco debe establecer un equilibrio entre el papel de los laicos y la preservación de la autoridad del Magisterio, garantizando la ortodoxia en los nombramientos de los líderes y evitando que los sínodos regionales fomenten la ambivalencia teológica.
La claridad doctrinal debe reafirmarse con la ascensión del próximo papa. La Iglesia urge de una reafirmación de las enseñanzas católicas inequívocas, en particular sobre la sexualidad, la familia y la teología moral, contrarrestando las ambigüedades de los documentos de Francisco, como Amoris Laetitia. Muchos de los críticos de Francisco han argumentado que el catolicismo exige la adhesión a las Escrituras, la tradición y la doctrina, y no la obediencia ciega al papa. El enfoque del difunto papa hacia nociones como la «hermandad» con los musulmanes, el acuerdo del Vaticano con China sobre el nombramiento de obispos o su relación amorosa con regímenes comunistas fue inaceptable. El intento de Francisco de institucionalizar el giro de la Iglesia hacia la secularización y las enseñanzas relajadas tras el Concilio Vaticano II son cuestiones de lapsos doctrinales que deben abordarse.
La oposición militante al creciente movimiento tradicionalista en la Iglesia dirigida por el papado de Francisco, que en ocasiones emula las tácticas de un Estado policial, no tiene cabida en el catolicismo. Las restricciones a la misa tradicional en latín, incluidas en su carta apostólica de 2021 Traditionis Custodes, son heréticas, ya que contradicen una práctica que se remonta al siglo II. Otra cuestión importante que ha puesto en tela de juicio el mandato de Francisco es su atención a cuestiones seculares como la migración y el medioambiente, ambos temas ortodoxos de la izquierda globalista atea. Dar prioridad a los asuntos terrenales y encasillarlos como amenazas existenciales lleva a muchos a ver el paganismo en lugar de una religión trascendental.
Dios juzgará al Papa Francisco. El Señor siempre tiene razón y se hará Su voluntad. Para el próximo papa, hay una serie de cuestiones que requieren atención urgente. Es imprescindible abordar el secularismo mediante una sólida labor de evangelización basada en la proclamación sin complejos del Evangelio y el compromiso cultural. Debe recuperarse la reverencia y la belleza de las celebraciones litúrgicas. La afirmación de la doctrina católica requiere el rechazo absoluto del comunismo y el socialismo en cualquiera de sus formas. Especialmente sus descendientes posmodernos, como la ideología de género, la teoría crítica queer y otras doctrinas transhumanistas. Occidente debe volver a enorgullecerse de defender su excepcionalidad. La Iglesia está centrada en Dios. El secularismo radical, el comunismo y el materialismo son desviaciones que alejan al alma de la salvación.
📰Artículos por Julio M. Shiling Julio M. Shiling es politólogo, escritor, conferenciante, comentarista y director de los foros políticos y las publicaciones digitales, Patria de Martí y The CubanAmerican Voice y columnista. Tiene una Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) de Miami, Florida. Es miembro de The American Political Science Association (“La Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas”), el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio y la Academia de Historia de Cuba en el Exilio. Sigue a Julio en:
El mundo está en una guerra comercial, según la izquierda y la derecha libertaria. Además, esta extraña pareja nos dice que esto será perjudicial para la sociedad estadounidense. Añaden que conducirá a la inflación. Estos argumentos son profundamente erróneos. Estas premisas presentadas contra la implementación de aranceles de Donald J. Trump reflejan un análisis estático, interpretaciones erróneas idealizadas y una postura política.
Tras la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, EE. UU. comenzó a subvencionar las economías de Europa y Asia devastadas por la guerra. El apoyo a la importación de bienes de estos países afectados se consideró una forma de construir democracias fuertes y estabilizar el mundo. Así, comenzó un camino lento, pero seguro, de transferencia de riqueza desde EE. UU. a estas regiones. Se estableció una división internacional del trabajo, y parecía ir de la mano con la idea de que el capitalismo globalizado beneficiaría a todos. Los estadounidenses obtendrían productos más baratos, y los europeos occidentales y asiáticos de Japón, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong (entonces vinculado al Reino Unido) y Singapur construirían una base industrial.
El mal del comunismo proliferó después de la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos, que carecía de la previsión necesaria y creía que el capitalismo era una panacea, decidió financiar la transición de una economía socialista de planificación centralizada a una economía socialista conforme al mercado y controlada políticamente en China. Durante la tercera sesión plenaria del 11.º Comité Central del Partido Comunista Chino en 1978, Deng Xiaoping defendió el marxismo-leninismo, evocó el énfasis de Karl Marx en la «práctica revolucionaria» y la Nueva Política Económica de Lenin, y lanzó la estructura del «socialismo con características chinas». Estados Unidos creía que lo que había funcionado en Europa Occidental y en Asia no comunista podía aplicarse al comunismo chino, y que la democracia surgiría.
Al firmar la orden ejecutiva Continuar la Reducción de la Burocracia Federal el viernes 14 de marzo de 2025, el presidente Donald J. Trump parece haber eliminado siete agencias. Una de ellas fue la Agencia de los Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM). La acción argumenta que busca la «reducción» de porciones dentro de la burocracia federal que el poder ejecutivo puede considerar «innecesarias». Se desconoce si esta acción será permanente o una renovación de la institución. Con el fin de revertir el socialismo cultural y el globalismo en el país y en el extranjero, uno de los objetivos declarados de la administración, esperemos que sea lo último.
La USAGM es una agencia autónoma del gobierno de EE. UU. responsable de transmitir noticias e información en casi 50 idiomas, llegando a aproximadamente 361 millones de personas semanalmente. Para el año fiscal 2025, la agencia solicitó un presupuesto total de 950 millones de dólares para apoyar sus operaciones e inversiones de capital. Estos abarcan varios medios de comunicación como Radio Free Europe/Radio Liberty, Voice of America, Radio Free Asia, la Oficina de Radiodifusión de Cuba (Radio Martí), Middle East Broadcasting Networks (MBN) y el Open Technology Fund. Su alcance abarcaba muchas áreas fundamentales para los intereses estadounidenses, así como la causa de la libertad. Entre estos lugares se encuentran Cuba, China, Corea del Norte, Irán y Rusia.
Kari Lake, asesora principal de la USAGM, declaró en el sitio web de la agencia el 15 de marzo, entre otras cosas, que había «violaciones masivas de la seguridad nacional, incluyendo espías y simpatizantes o partidarios del terrorismo». Además, la política estadounidense y ex presentadora de noticias de televisión señaló que había «autocontratación en contratos, subvenciones y acuerdos de resolución de alto valor». Es importante que se aborden las operaciones de espionaje dentro del USAGM, como sugiere Lakes. Debe llevarse a cabo una investigación exhaustiva y deben presentarse cargos penales contra los culpables. El fraude, el despilfarro y el abuso también deben ser examinados y eliminados.
Los enemigos extranjeros y nacionales están constantemente espiando e intentando impactar a los EE. UU. a través de la penetración de instituciones clave. Todas las ramas de las Fuerzas Armadas estadounidenses, por ejemplo, han sido víctimas de constantes campañas de espionaje por parte de potencias extranjeras, así como de simpatizantes marxistas e islámicos nacidos en Estados Unidos que sirven a fines subversivos. El ejército también ha sido criticado popularmente por el atroz e irresponsable manejo de los fondos públicos. Sin embargo, nadie propondría responsablemente eliminar las Fuerzas Armadas.
Sería imprudente que Estados Unidos cesara permanentemente las transmisiones internacionales de los medios de comunicación. La promoción de la libertad y la democracia en el extranjero no es una cuestión de altruismo. Cuestionar el discurso público que promueven los gobiernos tiránicos y sus movimientos redunda en interés de Estados Unidos. La mayor amenaza para Estados Unidos y Occidente proviene de los regímenes y sus representantes que suscriben los modelos de creencias marxista-leninista e islámicos. Los narcotraficantes del sur de la frontera y los cárteles que distribuyen el veneno tienen una relación simbiótica, directa o indirecta, con el socialismo latinoamericano.
La guerra no solo requiere armamento, sino mentes convencidas por la concienciación. El precio de la victoria requiere una guerra en el frente ideológico. Esto requiere una agencia de noticias internacional agresiva y dedicada. Limpiar, reformular y revitalizar a USAGM serían objetivos loables. Pretender que Estados Unidos pudiera prescindir de una agencia de medios internacional y no ser desafiado por nuestros enemigos es ingenuo y podría resultar mortal con el tiempo.
📰Artículos por Julio M. Shiling Julio M. Shiling es politólogo, escritor, conferenciante, comentarista y director de los foros políticos y las publicaciones digitales, Patria de Martí y The CubanAmerican Voice y columnista. Tiene una Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) de Miami, Florida. Es miembro de The American Political Science Association (“La Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas”), el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio y la Academia de Historia de Cuba en el Exilio. Sigue a Julio en: