Cuba: La tiranía sin vergüenza

Cuba la tirania sin verguenzaCuba: La tiranía sin vergüenza

El mundo atraviesa una época de turbulencias intensas. Las guerras ya no son solo conflictos armados: son también batallas ideológicas, donde la verdad se distorsiona, se pervierte, y la moral se negocia al mejor postor. En este escenario global de incertidumbre y de principios cada vez más diluidos, el caso de Cuba resulta particularmente escandaloso. La dictadura que asfixia a la isla desde hace más de seis décadas ha perdido todo atisbo de pudor, y se arrodilla, una vez más, ante los amos de la ideología y el chantaje.

La dignidad no le importa. La verdad tampoco. Hoy, como ayer, toma partido del lado del agresor.

Israel: la víctima convertida en culpable

Desde su nacimiento como Estado en 1948, Israel ha vivido bajo amenaza permanente. Cinco naciones árabes intentaron borrarla del mapa apenas fue proclamada. Fracasaron. Y desde entonces, cada guerra librada contra Israel ha tenido como origen un odio visceral, no a su política, sino a su existencia. Pese a todo, Israel ha sobrevivido, y se ha fortalecido. Su historia es una de resistencia espartana, de valentía y firmeza.

El ataque del 7 de octubre de 2023 fue uno de los más atroces en la historia reciente: más de dos mil civiles israelíes fueron masacrados brutalmente por Hamas. Hubo decapitaciones, violaciones, niños asesinados, ancianos quemados vivos. Fue un acto terrorista planificado con saña. Y sin embargo, ¿qué hizo la dictadura cubana? Condenó… ¡a Israel! No al atacante, sino al agredido. No al verdugo, sino a la víctima.

La doble moral cubana se hizo nuevamente evidente: mientras Irán financia el terrorismo y amenaza con "borrar a Israel del mapa", La Habana le aplaude. Cuba, de rodillas, vota en la ONU como le dictan sus aliados ideológicos, ignorando hechos, verdades y crímenes.

 La sumisión a Moscú:

Otro ejemplo insultante es la posición del régimen cubano ante la invasión rusa a Ucrania. Mientras Putin lanza una guerra de conquista —brutal, ilegal y devastadora—, Cuba no solo justifica la invasión, sino que apoya abiertamente al agresor. El castrismo ha enviado combatientes cubanos para reforzar a Rusia. Mercenarios nacidos en una isla empobrecida, que solo encuentran futuro en una guerra ajena, para servir al amo del momento. Como bien dijo George Orwell:
“El lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdaderas y el asesinato respetable.”

El discurso oficial cubano habla de “paz” y “solidaridad”, pero en la práctica respalda cada acto de barbarie si proviene del eje Moscú-Teherán. El periódico Granma miente descaradamente. La televisión nacional tergiversa todo. Inventan contextos, alteran los hechos, difaman con cinismo. El pueblo escucha un discurso, pero vive otro.

Doble rasero, propaganda y cinismo

El castrismo denuncia el “bloqueo” estadounidense con lágrimas fingidas, pero guarda silencio ante el cerco que Rusia impone a Ucrania o el que Irán tiende a la región del Medio Oriente con grupos terroristas como Hezbollah y Hamas. Clama por “los pueblos del sur”, pero nunca menciona al pueblo cubano, que sufre represión, hambre, apagones, falta de medicinas y una vigilancia estatal propia de regímenes totalitarios.

Hablan de “soberanía” mientras mendigan petróleo, dólares y alimentos. ¿Dónde está la dignidad? ¿Dónde está la soberanía de un país que vende su alma por toneladas de crudo o por préstamos impagables?

Como dijo el teólogo Dietrich Bonhoeffer, mártir del nazismo:
“La estupidez es un enemigo más peligroso del bien que la maldad.”
Y el castrismo ha institucionalizado ambas: la maldad y la estupidez política.

Una tiranía que deshonra y oprime

No hay explicación válida para esta complicidad con el terror. Lo que hay es sumisión, conveniencia y cobardía. El castrismo ha cruzado todas las líneas: ha convertido la mentira en política de Estado, la infamia en doctrina internacional, y la represión interna en rutina diaria.

Pero el pueblo cubano ya no resiste. Ya no cree. Ya no puede. Hambre, miedo, cárceles, exilio… y una prensa oficial que repite como un loro amaestrado lo que dictan en Moscú o Teherán.

No hay peor traición que alzar la voz contra la justicia y abrazar al tirano por conveniencia ideológica. Cuba, esa isla hermosa y heroica, ha sido convertida en la voz alquilada de la infamia. Pero no será para siempre.

🖋️Jorge Luis León

Autor Jorge L. León📰 Artículos por Jorge L. León  
Jorge Luis León. Graduado de Lic. en Historia y Ciencias Sociales en el Instituto Superior pedagógico Enrique Jose Varona, es ensayista y escritor y autor de varias publicaciones en Periódico Cubano, 14Ymedio y Patria de Martí. Trabajó como profesor de historia en nivel medio-superior por 30 años. Al romper sus relaciones, con el Ministerio de Educación fue a dirigir una Academia de Ajedrez en Guanabacoa, donde residía, participó en múltiples torneos y escribió su libro Breviario Ajedrecístico, publicado en Cuba en el 2002.  En 2002 viajó a Estados Unidos, fundó una Academia... dio clases en varias escuelas hasta que se trasladó a Houston donde reside actualmente.

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