Un necio

Un necio profrcíaUn necio

Cuando Silvio Rodríguez estrenó su canción El necio, me sorprendió su pretendida coherencia suicida, sintetizada en unas pocas líneas:

“Dicen que me arrastrarán por sobre rocas

cuando la Revolución se venga abajo,

que machacarán mis manos y mi boca,

que me arrancarán los ojos y el badajo…”

Ahora, la profecía está a punto de cumplirse. Quizás no en su persona —porque Silvio es una rata vieja y debe tener un plan B para cuando la rebelión de los esclavos toque a su puerta—, pero en otros necios, con menos recursos e influencias, es muy probable que se cumpla.

Ya comienzan a mostrarse los primeros signos de ese apocalipsis, y es muy posible que una de esas víctimas sea un fan del cantautor churroso, del poeta cínico que duerme con la barriga llena mientras el pueblo sufre las siete plagas de Castro.

Hay excelentes candidatos a vivir en carne propia los versos del viejo Silvio, y uno de ellos se llama Pedro Jorge Velázquez Rodríguez, periodista del Granma que trabaja horas extra como claria en las redes, con relativo éxito, hostigando a opositores y defendiendo los “logros” de la Revolución. Un guapo digital que se identifica como @ElNecio_Cuba y que ahora se siente acosado porque alguien reveló su teléfono y una dirección en Sancti Spíritus, probablemente asociada a su familia.

Este otro necio se complace en irritar al personal, en desafiar la creciente ira de un pueblo que no puede más. Cree, como muchos tracatanes del régimen, que los dueños de la finca garantizarán su seguridad en la debacle. Es un error suponer lealtad en quienes han traicionado a todos, todo el tiempo. Cuando llegue la hora de la verdad, los cómplices quedarán solos frente al dolor, la frustración y la rabia de los cubanos.

Sería una pena que termine cumpliéndose la pegajosa profecía-canción de Silvio Rodríguez. Pero el desprecio de la familia Castro por los cubanos se refleja en sus capataces, y no hay un atisbo de cordura en ese régimen que se complace en contradecir el sentido común y la más elemental humanidad.

Mientras el cerco se cierra lentamente, los comunistas cubanos —lacayos de unos terratenientes sin escrúpulos— parecen repetir como zombis:

“Yo no sé lo que es el destino,

caminando fui lo que fui,

allá Dios, que será divino…

Yo me muero como viví.

Yo me muero como viví.

Yo me muero como viví.”

Si no dejan otra opción a los que sufren por su cruel tiranía, que así sea.

Comentario por Jose Tarano:

El artículo presenta una crítica incisiva al régimen cubano utilizando como metáfora la canción "El necio" de Silvio Rodríguez. El autor argumenta que la letra profética de la canción podría cumplirse en aquellos que defienden al gobierno castrista, particularmente mencionando al periodista Pedro Jorge Velázquez uno de los testaferros mediáticos al servicio de la Dictadura Cubana como ejemplo de los "necios" que apoyan un sistema que eventualmente los abandonará.

El texto sugiere que los defensores del régimen, como los "capataces" mencionados, están condenados a enfrentar solos las consecuencias de sus acciones cuando el sistema colapse, ya que quienes han traicionado a todos no mostrarán lealtad hacia sus propios colaboradores. La conclusión es pesimista pero contundente: si el régimen no ofrece alternativas a quienes sufren, las profecías violentas de la canción podrían materializarse como una forma de justicia poética inevitable.

Esta crítica le viene como anillo al dedo a todos los militantes del "team" de los testaferros mediáticos del castrismo como: Randy Alonso, Humberto López, Tere Felipe y Gabriela Fernández Álvarez, entre otros.

🖋️Eduardo Mesa

Autor Eduardo Mesa📰 Artículos por Eduardo Mesa  
Eduardo Mesa. Escritor y  colaborador del Observatorio de Derechos Humanos de Cuba (OCDH), es autor de varias publicaciones en Cybercuba, Cubanet y Patria de Martí. Fue fundador de la revista Espacios, dedicada a promover la participación social del laico. Coordinó la revista Justicia y Paz, Órgano Oficial de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba y el boletín Aquí la Iglesia. Formó parte de los consejos de redacción de las revistas Palabra Nueva y Vivarium. Fue ganador de los premios de poesía Ada Elba Pérez y Juan Francisco Manzano. En la actualidad colabora con diversas revistas. Reside en los Estados Unidos desde 2005.

Sigue a Eduardo en @eduardomesaval

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