Este artículo es el resultado de profundas polémicas con varios personeros del régimen. Uno es un profesor de historia ya jubilado, y el otro, un sociólogo. Ambos están poseídos, por decirlo de algún modo, por una doctrina que nada tiene que ver con nuestra historia ni nuestras raíces. Con mentes dispersas y distraídas, enumeran realidades que hoy ya no existen. Estos fueron mis argumentos.
Los temas debatidos fueron: patria, dignidad y comunismo. Este trabajo va dirigido a aquellos que, narcotizados aún, siguen dando su apoyo a una dictadura ya décrépita y en fase terminal.
El comunismo, la patria y la dignidad son conceptos que, en su esencia, no pueden coexistir. En el caso de Cuba, esta afirmación se hace especialmente evidente al analizar la realidad socioeconómica y política de la isla bajo el yugo de un sistema comunista impuesto durante más de seis décadas. Este artículo pretende desentrañar las contradicciones inherentes entre estos conceptos, utilizando hechos históricos y la situación actual de Cuba como evidencia de esta incompatibilidad.
El comunismo
El comunismo, en su esencia, es una ideología internacionalista que busca la eliminación de las fronteras nacionales y la subordinación del individuo a un colectivo gestionado por el Estado. En Cuba, este modelo ha resultado en la despersonalización de la nación. La "patria" no pertenece a sus ciudadanos, sino al Partido Comunista, que monopoliza la soberanía y decide arbitrariamente qué constituye el "bien común".
Desde 1959, el régimen cubano ha cooptado la narrativa patriótica, fusionándola con la ideología comunista y eliminando cualquier disidencia que desafíe esta impostura. Las consignas como "Patria o Muerte" son vacías y antéticas al verdadero sentido de la patria, que debería ser el hogar de todos sus ciudadanos, no un coto privado del partido.
La dignidad humana
La dignidad humana se define por la capacidad de cada individuo de tomar decisiones libres y vivir según sus propios valores. En el sistema comunista cubano, esta capacidad ha sido sistemáticamente anulada. El Estado controla todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos: desde la educación hasta el trabajo, desde los alimentos que pueden consumir hasta la información que pueden recibir.
¿Acaso comer de la calle o de la basura es un distintivo proceder de dignidad? ¿Acaso parasitar durante horas para alcanzar, si acaso se logra, un mendrugo de pan o una mortadela de color verde que no podrás consumir porque no tienes ni arroz ni aceite?
No, señores, eso es oprobio, eso es humillación. No hay nada digno en eso.
El acceso a derechos básicos está condicionado a la lealtad ideológica. Los que disienten son tachados de "gusanos" y "traidores", condenados al ostracismo, la persecución o el exilio. Este control absoluto niega cualquier posibilidad de dignidad individual, convirtiendo a las personas en meros instrumentos de un sistema que las deshumaniza.
El comunismo corrompe la idea de patria y destruye la dignidad
La historia reciente de Cuba ilustra cómo el comunismo corrompe la idea de patria y destruye la dignidad. Algunos ejemplos emblemáticos:
- La creación de la UMAP: Verdaderos campos de concentración, de trabajo forzado y de reeducación según criterios totalmente reaccionarios y criminales.
- La crisis del Éxodo de Mariel (1980): El régimen permitió la salida de miles de cubanos desesperados por escapar de la opresión, pero los estigmatizó como "escoria". Este acto despojó a los exiliados de su patria, mientras los que se quedaban sufrían una realidad cada vez más degradante.
- El Período Especial (1990-2000): Tras el colapso de la Unión Soviética, Cuba enfrentó una profunda crisis económica que expuso las deficiencias del modelo comunista. La escasez de alimentos y medicinas condenó a millones a la miseria, mientras el gobierno mantenía su narrativa de resistencia.
Ahora, la situación actual de penuria ha llegado a límites insospechados. El Estado ha decidido abandonar de modo absoluto a su pueblo, desligándose de todo compromiso social y recrudeciendo la represión contra quienes salen a las calles a gritar libertad. En Cuba, hoy el gobierno no genera más que odio. Sus líderes son mafiosos en esencia, que viven en la opulencia y de espaldas al pueblo. La agonía está por explotar.
La educación en dictadura se ocupa más de adoctrinar que de educar e instruir. No les importa el intelecto del que educa, sino su ideología de apoyo al sistema. Esto ha generado la deformación de valores morales y éticos en una niñez y juventud que no hallan espacio en una sociedad corrompida y fracasada.
- La emigración masiva actual: Hoy, miles de cubanos arriesgan sus vidas para abandonar la isla, dejando atrás su patria porque el sistema les ha robado la esperanza de un futuro digno. Este fenómeno es la prueba más contundente de que el comunismo ha destruido la identidad nacional y la dignidad humana.
El comunismo no puede coexistir con la idea de patria porque niega la diversidad y la soberanía popular; mucho menos con la dignidad, ya que anula la libertad individual. En Cuba, la imposición de este sistema ha resultado en un retrato de infamia: un pueblo despojado de su identidad, su libertad y su esperanza.
Es hora de reconocer esta realidad y abogar por un cambio que permita a los cubanos recuperar su patria y su dignidad. La alternancia en el poder, la pluralidad política y el respeto a los derechos individuales son las claves para devolverle a Cuba lo que nunca debió serle arrebatado.
Un país llamado a rescatar su pujanza tiene por delante la tarea histórica de socavar la miseria, la pobreza y dar luz de esperanza a un pueblo que sufre. ¡Solo terminando con el comunismo volveremos a un camino de dignidad plena! Esto debe ser comprendido.
Autor: Jorge Luis León. Graduado de Lic. en Historia y Ciencias Sociales en el Instituto Superior pedagógico Enrique Jose Varona, es ensayista y escritor y autor de varias publicaciones en Periódico Cubano, 14Ymedio y ahora en Patria de Martí. Trabajó como profesor de historia en nivel medio-superior por 30 años. Al romper sus relaciones, con el Ministerio de Educación fue a dirigir una Academia de Ajedrez en Guanabacoa, donde residía, participó en múltiples torneos y escribió su libro Breviario Ajedrecístico, publicado en Cuba en el 2002. En 2002 viajó a Estados Unidos, fundó una Academia... dio clases en varias escuelas hasta que se trasladó a Houston donde reside actualmente. Ahora estoy jubilado.