Biden debe mantenerse firme en la Cumbre de las Américas y no ceder ante dictaduras
Esperemos que Biden mantenga la razón de ser de la Cumbre.
El dilema general para Biden es si aplacará a la izquierda e invitará a estos notorios violadores de los derechos humanos, o si Estados Unidos defenderá firmemente los principios declarados que vinculan la cordialidad hemisférica basada en la práctica de modos de gobierno consensuados y sociedades libres.
El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Brian A. Nichols, declaró durante un programa de televisión el 2 de mayo que “Cuba, Nicaragua, [y] el régimen de Maduro no respetan la Carta Democrática Interamericana, y, por lo tanto, no espero su presencia”.
Al ser cuestionado sobre el caso específico de Cuba, donde durante la Cumbre de 2015 el dictador cubano, Raúl Castro, fue invitado, Nichols comentó que, aunque en última instancia será una prerrogativa de Biden, cree que “el presidente ha sido muy claro sobre la presencia de países que por sus acciones no respetan la democracia: no recibirán invitaciones”.
Jen Psaki cuestionó el 10 de mayo la firmeza de la declaración de Nichols. Durante una sesión informativa en la Casa Blanca, la secretaria de Prensa del presidente dijo que “no se han cursado invitaciones en este momento”. Lo que el representante de los medios de comunicación de Biden estaba sugiriendo es que la puerta de la Cumbre seguía abierta a las dictaduras del hemisferio. El aparente giro de la Casa Blanca refleja una reacción a la afirmación del presidente mexicano de que si los tres regímenes autocráticos eran excluidos, boicotearía el evento.
Luis Arce, presidente figurado de Bolivia, anunció el miércoles 11 de mayo que también boicoteará la Cumbre del próximo mes, si las tres dictaduras socialistas no son invitadas. Cabe señalar que el régimen boliviano también debería haber estado en la lista de países a excluir de Biden. Evo Morales ha instituido el prototipo dictatorial del Foro de São Paulo en este país sin salida al mar. Sus elecciones amañadas, la persecución de los opositores políticos y la ausencia de Estado de derecho anulan cualquier credencial democrática.
La invasión rusa a Ucrania ha puesto de manifiesto muchas cosas. Destacan dos factores importantes. La ONU ha demostrado su escaso valor a la hora de resolver problemas seminales. Esto se debe a que las dictaduras se sientan junto a las democracias y se establecen falsos equivalentes. Esta desigualdad moral solo sirve a la tiranía.
Organizaciones estructuradas según ciertos criterios cualitativos, como la OTAN, por ejemplo, han ofrecido un valor contrastado. La Cumbre de las Américas fue concebida, desde su primera reunión en Miami, Florida, en 1994, umbilicalmente ligada al sistema democrático de gobierno. Su entidad matriz, la Organización de Estados Americanos (OEA), se fundó íntegramente sobre la premisa de que la democracia debía ser su modelo exclusivo de ejercicio sociopolítico.
La carta fundacional de la OEA precedió en más de siete meses a la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU. En otras palabras, muchos aspectos de los principios inherentes a la OEA fueron adoptados en el documento de la ONU. Firmada en Bogotá, Colombia, el 30 de abril de 1948, y enmendada en 1967, 1985, 1992, 1993 y 1997, la principal naturaleza del organismo era la libertad, la democracia liberal y los gobiernos representativos.
En su preámbulo se expresa la convicción “de que el verdadero significado de la solidaridad americana y de la buena vecindad solo puede significar la consolidación en este continente, dentro del marco de las instituciones democráticas, de un régimen de libertad individual y de justicia social fundado en el respeto a los derechos esenciales del hombre”.
Añade como uno de sus objetivos, “promover y consolidar la democracia representativa”, (Art.1, Sec. B). Subraya que “la solidaridad de los Estados Americanos y los altos fines que con ella se persiguen exigen la organización política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia representativa”, (Art. 3, Sec. D). Esperemos que Biden mantenga la razón de ser de la Cumbre.
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🖋️Autor Julio M. Shiling
📰Artículos por Julio M. Shiling
Julio M. Shiling es politólogo, escritor, conferenciante, comentarista y director de los foros políticos y las publicaciones digitales, Patria de Martí y The CubanAmerican Voice y columnista. Tiene una Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) de Miami, Florida. Es miembro de The American Political Science Association (“La Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas”), el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio y la Academia de Historia de Cuba en el Exilio. Sigue a Julio en:
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