Ucrania en su cruzada moral contra la tiranía rusa hace reflexionar a Occidente
El orden mundial globalista, que convirtió a China en la fábrica del mundo y a Rusia en el proveedor de petróleo y gas de la Unión Europea, es éticamente antioccidental.
Para la precisión semántica, Occidente no es una cuestión de geografía. Es un abanderado de un conjunto de valores que fomentan las nociones de gobierno consensuado, sociedades libres, Estado de derecho y derechos naturales. Las antítesis de este prototipo sociopolítico, versiones de gobierno totalitario o autoritario autocrático, se han beneficiado enormemente del orden posterior a la Segunda Guerra Mundial de una mancomunidad mundial.
Cuando los partidarios bienintencionados de Rusia argumentan que Ucrania está en la “esfera de influencia” del país euroasiático, están pisoteando los principios de autogobierno y nación. Aunque, irónicamente, muchos de estos adoradores de Putin se autodenominan “nacionalistas”, están negando la base del derecho de una nación a existir territorialmente. En otras palabras, están pervirtiendo el nacionalismo para adaptarlo a una narrativa histórica e ideológica sesgada. No se puede ser nacionalista en su país y creer que Ucrania y los ucranianos no tienen derecho a las mismas normas de soberanía.
Las agresiones armadas rusas post-soviéticas contra otros países incluyen Moldavia y Transnistria (1990-1992), Georgia (2008), Ucrania (2014-actualidad) y Siria (2015-actualidad). A través de la ciber-guerra, el régimen de Putin ha atacado a Estonia (2007), Lituania (2008), Georgia (2008), Kirguistán (2009), Kazajistán (2009), Ucrania (2014-actualidad), Alemania (2015) y Estados Unidos (1996-actualidad). La Rusia de Putin reconstruyó rápidamente su relación con la Cuba comunista, además de establecer asociaciones subversivas con otras dictaduras socialistas en Venezuela y Nicaragua. Irán y sus milicias de Hezbolá son de facto tropas de la legión extranjera rusa.
Ucrania, y su cruzada moral contra la tiranía rusa, ha abierto los ojos del mundo libre y le ha hecho reflexionar. El esquema global que tanto ha potenciado a China y Rusia está siendo reconsiderado y potencialmente deconstruido. Esto es lo mejor que le podría pasar a Occidente.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski habló recientemente (a distancia) ante la ONU y planteó correctamente un dilema moral para la organización internacional. Que un “agresor y fuente de guerra bloquee las decisiones sobre su propia agresión”, afirmó Zelenski al referirse al puesto permanente de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU y su capacidad de vetar cualquier remedio efectivo, presenta una contradicción estructural que socava la misión de la institución. “Si su formato actual es inalterable y simplemente no hay salida”, añadió, “entonces la única opción sería disolverse por completo”. Occidente ha redescubierto sus raíces en Ucrania.
© Patria de Martí. Todos los derechos reservados. Publicado originalmente en © El American.
🖋️Autor Julio M. Shiling
📰Artículos por Julio M. Shiling
Julio M. Shiling es politólogo, escritor, conferenciante, comentarista y director de los foros políticos y las publicaciones digitales, Patria de Martí y The CubanAmerican Voice y columnista. Tiene una Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) de Miami, Florida. Es miembro de The American Political Science Association (“La Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas”), el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio y la Academia de Historia de Cuba en el Exilio. Sigue a Julio en:
📚Libros publicados 📺En los medios de comunicaciones 👨🏫 Conferencias y Simposios 🎙️Podcast El sumario de Shiling