Schumpeter y las lecciones de la debacle de Chile.
Cuando se añade a esta realidad desafiante, la relativización de la verdad y el conocimiento por parte del postmodernismo, la tarea de proselitismo socialista se ha hecho fácil.
Joseph Schumpeter bien puede ayudarnos a entender mejor la debacle que fue el resultado de las elecciones presidenciales de 2021 en Chile del domingo 19 de diciembre. El candidato de extrema izquierda, Gabriel Boric, ganó fácilmente con el 55.87 % de los votos, derrotando al conservador José Antonio Kast, un firme defensor del libre mercado y la gobernanza republicana. ¿Cómo es posible que el modelo de mayor éxito, argumentalmente, de América Latina a finales del siglo XX y principios del XXI, medido por los indicadores socioeconómicos, se haya decantado por un simpatizante marxista?
El economista y político austriaco (Schumpeter) fue autor de un clásico, Capitalismo, Socialismo y Democracia (1942), en el que sostenía que el socialismo acabaría superando al capitalismo y a la democracia. El razonamiento que ofrecía Schumpeter era que, a medida que la igualdad política ampliara el derecho de voto, la parte no rica de la población, claramente mayoritaria, votaría por el socialismo. Este moravo de nacimiento, más tarde nacionalizado americano, y antiguo profesor de Harvard fue uno de los más influyentes en el campo de la economía. Sin embargo, su obra de 1942 puede resultar el mayor legado de Schumpeter. En esta obra pesimista, su comprensión de la naturaleza humana se pone de manifiesto.
Chile no es un caso aislado. Perú y Honduras son ejemplos recientes en los que candidatos socialistas ganaron la presidencia. Las elecciones previstas para 2022 en Brasil, Colombia y Costa Rica, ponen a estos países al alcance del izquierdismo radical. El fracaso del socialismo es innegable, cuando se juzga por la evidencia empírica y la historia moral. Sin embargo, a pesar de este hecho, ¿cómo se puede explicar el atractivo del socialismo en las urnas?
La derecha, ese smorgasbord político compuesto por liberales, libertarios, conservadores, demócratas cristianos y una mezcla enrevesada de todas estas partes diferentes, no ha sido un buen vendedor. La izquierda, en cambio, ha sido formidable para venderse a sí misma. ¿Alguien lo duda? Como sistema, el socialismo, irrefutablemente, ha causado entre 100 y 130 millones de muertes en el siglo XX. Su principal y original modelo económico se ha visto obligado a sufrir grandes revisiones para evitar hambrunas (China, Vietnam, etc.). Su base epistemológica, el marxismo clásico, ha sido refutada por la historia ya para la Primera Guerra Mundial. El hecho de que este sistema malévolo siga siendo atractivo para gran parte de la población es una prueba de que la izquierda tiene una mayor capacidad de convencimiento.
Sebastián Piñera (Chile), Mauricio Macri (Argentina), Juan Manuel Santos e Iván Duque (Colombia) son ejemplos de RINOS (derecha en nombre solo) latinoamericanos. Estados Unidos tiene su propio grupo de estos políticos que están acreditados logísticamente con el Partido Republicano, pero no moral ni filosóficamente. Piñera le allanó el camino al agitador marxista que ganó la presidencia en Chile, al legitimar la guerra subversiva que la Izquierda Internacional emprendió contra la democracia chilena. Fue su apoyo a los mecanismos institucionales para desmantelar la república, como el referéndum, lo que sentó las bases para que los revolucionarios socialistas profundizaran e insistieran en un derrocamiento sistémico. Piñera entregó Chile a los marxistas hace tiempo. Derrotas similares pueden señalarse en la Argentina de Macri, y en la Colombia de Santos y Duque.
Como los marxistas tomaron la cultura para concentrar su artillería más pesada, las 5 instituciones que Antonio Gramsci identificó como vitales para derrotar a las sociedades libres, la familia, la religión, los medios de comunicación, la educación y la ley, están siendo atacadas, y las 3 últimas, se han convertido en virtuales feudos del izquierdismo. Cuando se añade a esta realidad desafiante, la relativización de la verdad y el conocimiento por parte del postmodernismo, la tarea de proselitismo socialista se ha hecho fácil.
La revuelta cívica a la que se asiste en Estados Unidos por parte de la derecha (liberales, libertarios, conservadores, demócratas cristianos) contra las políticas marxistas y los políticos socialistas es lo que se necesita en América Latina ¡La ideología importa! La libertad, la familia, la libre empresa, Dios, la patria y una clase media vibrante son factores mucho más razonables para el empoderamiento personal y espiritual, así como para la prosperidad material. El pronóstico sombrío de Schumpeter no tiene por qué cumplirse. Esa enorme masa de individuos que puede encajar en ese bloque de la “derecha”, debe apelar a las emociones de la gente, no solo a su intelecto. La izquierda debe ser derrotada en su propio juego.
© Patria de Martí. Todos los derechos reservados. Publicado originalmente en © El American.
🖋️Autor Julio M. Shiling
🖋️Autor Julio M. Shiling
Julio M. Shiling es politólogo, escritor, conferenciante, comentarista y director de los foros políticos y las publicaciones digitales, Patria de Martí y The CubanAmerican Voice y columnista. Tiene una Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) de Miami, Florida. Es miembro de The American Political Science Association (“La Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas”), el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio y la Academia de Historia de Cuba en el Exilio. Sigue a Julio en:
📚Libros publicados 📺En los medios de comunicaciones 👨🏫 Conferencias y Simposios 🎙️Podcast El sumario de Shiling