Chile no despertó, enloqueció. Los sucesos acaecidos el domingo 12 de Diciembre, cuando simpatizantes del candidato presidencial José Antonio Kast realizaban un banderazo en Plaza Italia, no son aislados. Desde las primeras marchas a favor de la opción Rechazo, los patriotas hemos sido constantemente amenazados y violentados por hordas de sujetos con un actuar irracional agreden a las personas sin motivo, sólo por tener una postura política diferente a la suya.
Recuerdo perfectamente los primeros acontecimientos de violencia desatados en una de las primeras marchas cuando se llegó a las cercanías de la calle Manuel Montt, adherentes del Apruebo comenzaron a tirar botellas y otros objetos contundentes desde las Torres Tajamar contra la gente que pacíficamente marchaba, habiendo niños y ancianos, pero a ellos no les importó nada, porque el odio irracional ya se había instalado en la cabeza de esas personas. Tampoco les importó nada a la prensa quienes se dedicaron a acusar a los jóvenes de Vanguardia que protegían la marcha y no dieron cuenta de las verdaderas agresiones hacia las personas.
Yo misma fui víctima el año pasado, cuando con 2 amigos nos encontrábamos después de una actividad del 12 de Octubre con banderas chilenas e hispanas y fuimos atacados a plena luz del día por un grupo de aproximadamente 10 delincuentes , autodenominados ”Antifas”, quienes nos quitaron las banderas, uno de mis amigos fue agredido físicamente, quedando con la cabeza rota, el otro alcanzó a correr y yo me escondí tras un escaparate.
Este domingo mientras los adherentes de Kast realizaban el banderazo, en Plaza Italia, en una acción que no deja de ser emotiva y simbólica, pues desde hace 2 años el lugar se ha convertido en tierra de nadie, donde la violencia se hizo asidua cada viernes y nadie ha sido capaz de frenarla. Claro, eso no le importa al chileno que vive en otras comunas o en regiones, pero los vecinos de la llamada zona cero deben sobrevivir con la violencia encarnada en sus barrios, destruidos cada fin de semana .
En los últimos días, ha habido un significativo aumento de la violencia política. El totalitarismo de los partidarios de Gabriel Boric está amenazando el proceso democrático. Las agresiones e insultos a Kast y sus partidarios ha ido en aumento.
El lunes pasado, activistas pro-Kast fueron víctimas de una encerrona en las cercanías del Metro Blanqueado en Lo Prado, donde fueron atacados y golpeados. Uno de ellos terminó con graves lesiones y 2 días de cama.
Kast y sus partidarios han vivido episodios complejos en plenas actividades públicas. El martes pasado se detuvo a un joven que portaba armas blancas y una pistola de aire en un acto en Maipú. Al día siguiente el candidato y su equipo fueron agredidos por un grupo de vecinos de Lo Espejo. Kast se encontraba al interior de una vivienda como parte de una actividad de campaña cuando comenzó a ser increpado con gritos e insultos.
Este jueves mientras realizaba una visita a Puerto Natales, en la Región de Magallanes, el candidato presidencial del Partido Republicano sufrió otra agresión: El candidato recibió una serie de insultos, le lanzaron objetos contundentes como piedras y debió salir escoltado del lugar.
El viernes un grupo de adherentes de Kast fue atacado en la ciudad de Rancagua, donde partidarios de Gabriel Boric fueron a funar, golpear y agredir a las gentes. Ya no es casualidad, la violencia como acción política se está haciendo costumbre en el candidato de izquierda y sus partidarios.
El domingo La convocatoria del Banderazo de Kast comenzó a las 11 de la mañana , con personas de todas las edades , la situación era pacífica y alegre entre los cerca de 500 participantes, sin embargo un grupo de violentos y encapuchados (todos jóvenes) partidarios del candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, quienes llamaron a una contra-manifestación, y que se encontraban agazapados en las cercanías, comenzaron a amenazar e insultar a las personas que allí se encontraban y agrediéndolos a piedrazos. En ese intertanto llegó carabineros quienes controlaron la situación, sin embargo, minutos más tarde pasó una caravana de Boric, quienes continuaron la agresión contra los pacíficos manifestantes, entre los que se encontraban personas de todas las edades. Los ataques no sólo fueron verbales, sino también físicos. Un partidario que le quitaron la bandera fue pateado en el suelo terminado con su brazo fracturado. (ver imagen)
Otro tema aparte, pero complementario, es la intolerancia y agresividad que la izquierda ha demostrado en Redes sociales; desde amenazas de muerte (caso más conocido el de Teresa Marinovic) hasta funas masivas como lo acaecido recientemente al propietario del Restaurant ‘’El Toro”, quién por apoyar públicamente a Kast, ha sufrido denostación y hostigamiento de parte de la comunidad LGTB , después que el escritor Pablo Simonetti, lo atacara por redes sociales sólo por su preferencia política ¿Desde cuándo ser homosexual es sinónimo de ser de izquierda?
Cuando dicen que Chile despertó desde los hechos de octubre del 2019, están en un error, Chile NO despertó, Chile enloqueció, y muchos chilenos han sido hipnotizados en un cuento surrealista donde la romantización de la violencia ha llegado a niveles absurdos. Recordemos las respuestas insólitas que daban en redes sociales diciendo “es más violento que me suban el pasaje…”” y otros tantos epítetos que minimizaban los actos de destrucción y saqueos que sucedieron y han venido sucediendo desde ese fatídico día.
¿Realmente me pregunto que les pasó a los chilenos? ¿Quién les hizo una macumba, un mal de ojo o un vudú para realmente llegar a estas instancias, para enceguecerse de tal forma y no ver lo obvio?
Al terminar de escribir estas líneas no puedo dejar de pensar en las palabras que tanto repetía el ex presidente Patricio Aylwin: Reconciliación…pienso, como ha de revolcarse en su tumba , ¿hubo alguna vez reconciliación o realmente la izquierda fingió por décadas su odio, y esperó el momento exacto, para cual kraken salir de las catacumbas?
Autora: Patricia Bravo Farías. Patricia Bravo Farías es periodista del Diario El Minuto de Chile (elminuto.cl) y Revista Indu.