La debacle del turismo en Cuba: Un fracaso anunciado

La debacle del turismo en Cuba: un fracaso anunciadoLa debacle del turismo en Cuba: Un fracaso anunciado

La economía cubana, dirigida por una cúpula de incompetentes aferrados a planes basados en dogmas ideológicos, sigue sin dar un golpe certero para paliar la crisis sistémica que sacude al país. Uno de los sectores en los que más se ha apostado sin éxito es el turismo, cuya inversión multimillonaria ha demostrado ser un fracaso rotundo.

Una apuesta equivocada

En los últimos 15 años, la dictadura ha destinado aproximadamente 24 mil millones de dólares al desarrollo del turismo, según el economista Emilio Morales. Esta inversión desproporcionada no solo ha sido ineficaz, sino que ha desatendido sectores fundamentales como la alimentación, la infraestructura eléctrica y la sanidad pública. Morales estima que con solo el 10% de esa cifra (2.4 mil millones de dólares) se habría podido erradicar la crisis alimentaria del país. Aún más, con apenas 2 mil millones se habrían resuelto las carencias en la electrificación y la recogida de desechos sólidos, dado que en La Habana se acumulan aproximadamente 30 mil metros cúbicos de basura diariamente.

El colapso del sector turístico  

La apuesta del castrismo por el turismo ha sido un error estratégico monumental. En 2019, Cuba recibió 4.2 millones de turistas, cifra que ya reflejaba una caída respecto a años anteriores. En 2023, la llegada de turistas se desplomó a 1,716,636, una disminución del 48.23% en comparación con la meta inicial de 3.5 millones. Si analizamos el período 2018-2023, el sector ha sufrido un decrecimiento acumulado de 62%, lo que confirma la inviabilidad del modelo turístico como motor de desarrollo económico.

Actualmente, los hoteles en Cuba operan con una ocupación inferior al 25%, generando pérdidas significativas. En los últimos cinco años, las pérdidas acumuladas en el sector ascienden a un 61.82%. La baja afluencia de visitantes responde a múltiples factores, entre ellos:

  • Crisis energética: Los apagones constantes afectan tanto a turistas como a la población local, deteriorando aún más la imagen del país como destino.
  • Pésima calidad de los servicios: Hoteles con falta de mantenimiento, comida de baja calidad y escasez de insumos esenciales.
  • Deterioro de la seguridad ciudadana: El aumento de la delincuencia y la inseguridad en las calles disuade a los visitantes extranjeros.
  • Colapso del transporte e infraestructura: Carreteras en mal estado, aeropuertos deficientes y una logística caótica afectan la experiencia turística.
  • Impacto de las sanciones y crisis internacionales: La caída del turismo ruso tras la guerra en Ucrania y la reducción de viajeros canadienses han golpeado fuertemente el sector.

Un modelo insostenible

El régimen cubano ha privilegiado la construcción de hoteles de lujo sobre la solución de problemas esenciales. Según datos del gobierno, entre 2016 y 2022 se construyeron más de 26,000 nuevas habitaciones hoteleras, muchas de ellas sin ninguna demanda real. Mientras tanto, el parque habitacional del país sigue en ruinas, con más de 800,000 viviendas en estado crítico y un déficit de al menos 900,000 viviendas.

Así las cosas

El colapso del turismo en Cuba no es un hecho aislado, sino el reflejo de un modelo económico fallido. En lugar de diversificar la economía y atender las necesidades básicas de la población, el régimen optó por una inversión desmesurada en el turismo, sin considerar los factores estructurales que harían inviable su éxito.

El resultado: un país sumido en la crisis, con hoteles vacíos, calles llenas de basura y un pueblo cada vez más desesperado. La debacle del turismo es solo una arista del colapso generalizado de un sistema que se resiste a morir, pero que cada día se desmorona más ante la realidad ineludible de su propio fracaso.

Jorge Luis LeonAutor: Jorge Luis León. Graduado de Lic. en Historia y Ciencias Sociales en el Instituto Superior pedagógico Enrique Jose Varona, es ensayista y escritor y autor de varias publicaciones en Periódico Cubano, 14Ymedio y ahora en Patria de Martí. Trabajó como profesor de historia en nivel medio-superior por 30 años. Al romper sus relaciones, con el Ministerio de Educación fue a dirigir una Academia de Ajedrez en Guanabacoa, donde residía, participó en múltiples torneos y escribió su libro Breviario Ajedrecístico, publicado en Cuba en el 2002.  En 2002 viajó a Estados Unidos, fundó una Academia... dio clases en varias escuelas hasta que se trasladó a Houston donde reside actualmente. Ahora estoy jubilado.

¿Te gustó?, ¡Compártelo con tu opinión!