¿Por qué odio al sistema castro-comunista de Cuba?
¿Por qué odio al sistema castrista? Esta es una pregunta que no solo merece una respuesta, sino una profunda reflexión. No es un odio gratuito, ni caprichoso, ni sembrado por terceros. Es un sentimiento nacido de la experiencia directa, del dolor acumulado por décadas, de la miseria impuesta a un pueblo noble y trabajador, reducido por la fuerza a la obediencia, al silencio y a la desesperanza.
Odio este sistema porque ha destruido lo mejor de mi patria y lo ha hecho con premeditación, alevosía y mentira. Ha arrastrado a Cuba a un retroceso histórico de más de dos siglos, sumiéndonos en un atraso económico, tecnológico y humano. Mientras el mundo avanza, nosotros sobrevivimos como podemos, atrapados en un modelo fracasado que solo produce escasez, corrupción y humillación. ¿Cómo respetar un sistema que niega el progreso y condena a su pueblo al subdesarrollo permanente?
Odio al sistema porque viola todos los derechos fundamentales, empezando por el derecho a pensar distinto, a asociarse, a expresarse con libertad. En Cuba, disentir es un crimen; opinar con dignidad es un acto de rebeldía castigado con cárcel, golpizas o exilio. ¿Dónde está la libertad? ¿Dónde está la justicia? ¿Dónde está el respeto por el ser humano?
Odio este régimen porque no hay alternancia en el poder. Desde 1959, el poder ha estado secuestrado por una élite, primero por los Castro, y ahora por sus herederos ideológicos. No existen elecciones libres, no hay partidos que representen otras ideas, no hay posibilidad alguna de cambio pacífico. Una dictadura no necesita disfrazarse de revolución. Es tiranía, y punto.
Odio este sistema porque el Partido Comunista está por encima de la Constitución, de las leyes y del pueblo. No gobierna el pueblo ni sus representantes; gobierna, un grupo cerrado y arrogante que se siente dueño de la nación. No hay separación de poderes ni respeto por el Estado de Derecho. Todo gira en torno a un único interés: perpetuar el control absoluto.
Odio este sistema porque la prensa en Cuba no informa, ¡obedece! No cuestiona, no investiga, no sirve a la verdad, sino al poder. Esclava de la propaganda, repite eslóganes vacíos y justifica lo injustificable, mientras oculta la miseria y el sufrimiento del pueblo. En Cuba no hay periodismo, hay vocería de la represión.
Odio este régimen porque la educación no forma ciudadanos, sino súbditos. Adoctrina desde la infancia, entrena en la obediencia, moldea conciencias para que amen la dictadura y rechacen la libertad. ¿Qué futuro puede tener un país donde pensar por cuenta propia es un acto de riesgo?
Odio este sistema porque los hospitales se caen a pedazos. No hay medicinas, los médicos carecen de recursos y los pacientes mueren esperando. Mientras tanto, se exporta una imagen falsa de "potencia médica" para lavar la cara de un régimen que no garantiza ni lo más básico a sus ciudadanos.
Odio este sistema porque un jubilado en Cuba muere de hambre, porque debe revolver la basura para encontrar qué comer, mientras los dirigentes viajan y viven en mansiones de lujo. Responde tú ahora, ¿cómo puede un trabajador con 50 años de trabajo vivir con 1,578 pesos? ¿Cuando un cartón de huevos cuesta 2,500 pesos? Dime, ¿es esto dignidad?
Este odio no es solo una emoción; es la voz de una nación que ha sido sometida y silenciada. Es la protesta de un pueblo que aún sueña con la libertad, aunque el miedo y la represión quieran ahogar sus gritos.
Autor: Jorge Luis León. Graduado de Lic. en Historia y Ciencias Sociales en el Instituto Superior pedagógico Enrique Jose Varona, es ensayista y escritor y autor de varias publicaciones en Periódico Cubano, 14Ymedio y ahora en Patria de Martí. Trabajó como profesor de historia en nivel medio-superior por 30 años. Al romper sus relaciones, con el Ministerio de Educación fue a dirigir una Academia de Ajedrez en Guanabacoa, donde residía, participó en múltiples torneos y escribió su libro Breviario Ajedrecístico, publicado en Cuba en el 2002. En 2002 viajó a Estados Unidos, fundó una Academia... dio clases en varias escuelas hasta que se trasladó a Houston donde reside actualmente. Ahora estoy jubilado.