Fue hace varios años atrás cuando obsesionado por la historia, leí acerca de la Revolución Rusa de octubre de 1917.
Un hombre (Lenin) subió en la madrugada a un tranvía y al preguntarle el conductor a donde se dirigía, este respondió: "Vamos a hacer una revolución".
Creó que coincidía el momento cuando los cañones del Crucero Aurora disparaban contra el Palacio de Invierno en San Petersburgo, en la noche del 25 de octubre, de acuerdo al Calendario Juliano.
Los cañonazos del legendario crucero fueron inmortalizados por la historia, pero tristemente reiterados en los modelos comunistas adoptados posteriormente a través del tiempo, cuando este año se conmemorará 100 años de estos hechos.
¿Qué ha significado el Comunismo para el Mundo? ¿Qué legado encarnan y defienden sus dirigentes más apasionados? ¿Qué esperanza pudiera trasmitir una sociedad concebida como Comunista a la humanidad?
En el año del Centenario de la Revolución de Octubre, los aportes positivos quedaron eclipsados por los hechos denigrantes que hoy acompañan el concepto popular de lo que significa "Comunismo".
Entre tantos hechos pudiéramos señalar algunos tales como los recuerdos del pueblo polaco que no podrá olvidar como fueron vendidos, repartidos y traicionados por el Acuerdo Ribbentrop-Mólotov, donde tanto la Alemania Fascista de Adolf Hitler y la Rusia Comunista de Joseph Stalin se aprovecharían mutuamente de la Invasión Alemana a este país. Los judíos polacos y el pueblo de Polonia no podrán olvidar como le despojaron de su libertad y soberanía cuando, invadidos por los Nazis en la Segunda Guerra Mundial, el Ejército Rojo decidió esperar a que el Ejército Alemán sofocara El levantamiento del gueto de Varsovia que cobró la vida de miles de polacos y judíos, para luego ellos ocupar el país y convertirla posteriormente en una de las otras Repúblicas Socialistas que formarían la URSS.
Alemania, después de un legado tan oscuro como el del Tercer Reich, tendría que sobrellevar por varios años la tortura de ver su país dividido por un Muro; El Muro de Berlín. Un muro que significaba para los vecinos de un lado, la libertad; para los otros, la opresión.
El mundo temblaría a mediados del siglo pasado, por el poder destructor de la Bomba Atómica cuando surgen los temores reales del exterminio de la civilización humana, en el marco de La Crisis de los misiles en Cuba.
Y pudiéramos, en cien años de comunismo, seguir enumerando hechos que correrán la tela de lo que realmente es un sistema Comunista.
¿Acaso no ha sido el Sistema Comunista el que ha hundido moral, social y económicamente a Cuba? ¿No ha sido este mismo sistema el que ha llevado a un país como Venezuela a la peor crisis socio – económica de su historia? Son justamente los nombres de los Castros, Chávez, Maduro, Correa, los que encabezan la larga lista de los dirigentes corruptos, caudillistas, anti demócratas de la historia contemporánea.
Y finalmente, ¿qué esperanza pudiera quedar para la humanidad tras cien años de comunismo? Que mensaje de esperanza pudiera trasmitir un sistema que literalmente ha desatado los Cuatro Jinetes escatológicos a la humanidad.
El primero con un caballo blanco simulando un triunfo que no es real. No lo ha sido ni lo será.
El segundo; las guerras incansables y la ambición de poder.