Presos políticos como moneda de cambio del castrocomunismo
- Jose Tarano
La Moneda de Cambio del Régimen Castrista: El Caso de José Daniel Ferrer y Félix Navarro
Un análissis de la entrevista de Juan Manuel Cao a los "Hermanos de José Daniel Ferrer dan DETALLES de Arresto | Jueza Castrista EXPLICA ARRESTO EN TVCUBANA"
En las primeras horas de la madrugada del jueves 29 de abril, mientras gran parte de Cuba dormía, un operativo digno de la captura de peligrosos criminales se desplegaba simultáneamente en dos puntos distantes de la isla: Santiago de Cuba y Matanzas. El objetivo no eran narcotraficantes ni asesinos, sino dos hombres cuyo único "delito" ha sido soñar con una Cuba libre y democrática: José Daniel Ferrer y Félix Navarro.
La estrategia del miedo renovada
La dictadura cubana ha vuelto a demostrar que su supervivencia depende del terror y la represión. A las 5:45 de la madrugada, fuerzas combinadas del MININT, la policía política, boinas negras y hasta funcionarios del departamento de menores irrumpieron violentamente en la vivienda de José Daniel Ferrer, sede de UNPACU (Unión Patriótica de Cuba). No solo se llevaron al líder opositor, sino también a su esposa Nelva, a su hijo de apenas 5 años, y a varios activistas que se encontraban allí.
Similar destino corrió Félix Navarro, un hombre de 72 años que, según el régimen, "violó" su libertad condicional al intentar visitar a su hija Saily Navarro, también prisionera política condenada a 8 años de cárcel. La televisión cubana, a través de su vocero Humberto López, presentó el caso como un simple "incumplimiento desafiante de la ley durante un beneficio que se les otorgó". A Navarro se le acusa específicamente de salir del municipio de Perico sin autorización judicial, mientras que a Ferrer, cuya "sanción originalmente impuesta no era de privación de libertad", se le revoca esa condición por supuestamente no cumplir con "obligaciones" nunca claramente especificadas en la transmisión oficial.
Saily Navarro: heroísmo de nueva generación
Saily Navarro representa la continuidad de la lucha por la libertad de Cuba en una nueva generación. Hija de Félix Navarro, Saily comenzó su activismo siendo apenas una niña, cuando su padre fue encarcelado en la causa de los 75 en 2003. Como explica Luis Enrique Ferrer, "Saily desde niña cuando fuimos encarcelados en el 2003 en la causa de los 75, Saily de niña es Dama de Blanco, ha sufrido todo tipo de represión acoso en carne propia ella y su madre fundadora de las Damas de Blanco."
A pesar de su juventud, Saily ha demostrado una entereza moral extraordinaria, rechazando oportunidades de libertad a cambio del exilio. Su padre, como explica Luis Enrique, ha sido víctima de chantaje emocional: "Le encarcelaron a su hija por su activismo pero también como manera de chantaje y depresión para que por la preocupación por su hija Félix aceptara el destierro." Ni Félix ni Saily cedieron ante esta presión, prefiriendo la cárcel en su patria que la libertad en el exilio.
Actualmente, Saily cumple una condena de 8 años de prisión, mientras que a su padre se le impide incluso visitarla, utilizando como pretexto la prohibición de salir de su municipio sin autorización. Este caso ejemplifica la crueldad calculada del régimen, que utiliza los vínculos familiares como arma de tortura psicológica.
Rosa María Payá: la voz internacional
Rosa María Payá, candidata a integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha sido una de las voces más efectivas denunciando los abusos del régimen cubano en foros internacionales. Junto con José Daniel Ferrer, participó recientemente en un testimonio ante el Subcomité de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, lo que provocó la ira del régimen.
Tras conocerse el reencarcelamiento de Ferrer y Navarro, Payá fue categórica al identificar los motivos reales: no se trataba simplemente del "cumplimiento de sus amenazas sino también de escarmiento contra la figura y la persona de José Daniel Ferrer por su testimonio ante el subcomité de Derechos Humanos del Parlamento Europeo hace dos semanas."
Su llamado a la acción internacional fue directo: "Invito y le pido al presidente del Comité de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, el señor Stuori, que no deje pasar más tiempo antes de pronunciarse y exigir de parte del subcomité de derechos humanos del Parlamento Europeo de todo el Parlamento y de la Unión la liberación inmediata de José Daniel Ferrer y de Félix Navarro y de todas las personas que han sido secuestradas junto a él."
La voz de Rosa María Payá representa la internacionalización de la causa cubana, estableciendo un puente entre el sufrimiento interno y la necesidad de presión externa para lograr cambios reales en la isla.
El verdadero temor del régimen: la influencia moral de los opositores
¿Qué teme realmente la dictadura castrista? Teme que figuras como Ferrer y Navarro sirvan de catalizadores para un pueblo cansado de apagones, escasez y represión. Como señaló Luis Enrique Ferrer en el programa, "la dictadura está desesperada... el pueblo está cansado... incluso muchos en la misma fila del comunismo quieren cambio". El régimen teme que estos ejemplos de dignidad y resistencia pacífica "se contagien a ese resto de la población que probablemente pase el 80 el 90% en estos momentos que quiere cambio".
Las excusas legales presentadas por las autoridades no pueden ocultar esta verdad. Primero, como explica Luis Enrique Ferrer, intentaron "que ellos estuviesen lo más tranquilo posible", pero al ver que "José Daniel con su activismo con la sede de UNPACU abierta a todo el pueblo cubano con la alimentación a tantas personas que están muriendo de hambre en Santiago de Cuba" seguía siendo un ejemplo, recurrieron a su reencarcelamiento.
La operación orquestada incluye una campaña previa de desprestigio que comenzó semanas antes en medios oficiales y perfiles anónimos en redes sociales. Especialmente revelador resulta que la detención ocurriera apenas dos semanas después de que Ferrer testificara ante el Subcomité de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, lo que Rosa María Payá denunció como un acto de "escarmiento contra la figura y la persona de José Daniel Ferrer por su testimonio ante el subcomité".
Perfiles de resistencia: José Daniel Ferrer y Félix Navarro
José Daniel Ferrer no es simplemente un opositor más. Es el fundador y líder de UNPACU, una de las organizaciones opositoras más importantes de Cuba, y su trayectoria de resistencia se remonta a la "Primavera Negra" de 2003, cuando fue uno de los 75 disidentes encarcelados. Durante su reciente periodo en libertad, Ferrer convirtió la sede de UNPACU en un verdadero centro de ayuda humanitaria para los cubanos más necesitados. Como explicó su hermano Luis Enrique, José Daniel continuó "con su activismo con la sede de UNPACU abierta a todo el pueblo cubano con la alimentación a tantas personas que están muriendo de hambre en Santiago de Cuba."
Este compromiso con ayudar al pueblo le costó persecución sistemática. Según su hermana Ana Belkis, las autoridades intentaron intimidar "a las personas que iban a acercarse a unirse a la lucha con José Daniel y también a las personas que iban a recibir ayuda a recibir alimentos atención médica medicamentos". Más grave aún, existen denuncias de que agentes del régimen habrían estado envenenando sus alimentos, provocándole problemas de salud previos a su detención.
A sus 72 años, Félix Navarro personifica la resistencia inquebrantable frente a décadas de opresión. También parte del grupo de los 75, Navarro es conocido por su firmeza de principios y su negativa a abandonar Cuba a pesar del encarcelamiento. Luis Enrique Ferrer lo describe como un hombre de "unos principios inquebrantables", que "con sus 72 años y su enfermedad se ha mantenido con una firmeza increíble negándose a salir de Cuba aunque le cueste lo que le cueste."
La dictadura le ha hecho pagar un precio terrible por su valentía: no solo lo han encarcelado repetidamente, sino que también mantienen presa a su hija Saily, en lo que constituye un evidente chantaje emocional para quebrar su espíritu.
La brutalidad sin límites y la resistencia inquebrantable
La saña mostrada durante el operativo contra José Daniel Ferrer deja entrever el nivel de desesperación del régimen. Como relató su hermana Ana Belkis, a las 5:45 de la madrugada se produjo "un gran despliegue de fuerzas represivas de la dictadura... agentes del MININT, agentes de la policía política, agentes de la policía nacional... boinas negras, también funcionarios del departamento de menores". No solo detuvieron a Ferrer, a su esposa Nelva y a su hijo de 5 años, sino que saquearon completamente su vivienda: "se llevaron casi todo... desde los alimentos, las ollas, el combustible... lámparas, teléfonos... incluyendo los alimentos del niño, la merienda del niño para la escuela."
Lo que no pudieron llevarse, lo destruyeron, dejando un mensaje claro a los activistas que intentaron acercarse después: "Váyanse de aquí que ya esto se acabó, tenemos órdenes de destruir todo esto y esto más nunca va a volver a funcionar". Esta violencia no es gratuita, sino calculada para sembrar terror en la comunidad.
Más alarmantes aún son las denuncias sobre el posible envenenamiento al que habría sido sometido José Daniel durante su breve periodo de libertad. Según Ana Belkis, "le estaban echando productos tóxicos de determinado tipo, determinado tipo de químico... desde que José Daniel fue liberado hasta el otro día estuvo con diarreas". Una colaboradora de UNPACU incluso denunció que agentes le habían entregado "polvo" para echar en los alimentos.
Frente a esta brutalidad, destaca la resistencia de figuras como Ferrer, los Navarro y tantos otros presos políticos que, a pesar de torturas, chantajes y presiones, se niegan a abandonar su lucha por una Cuba democrática. Como señala Luis Enrique Ferrer, "ese ejemplo que ellos predican allí es lo que va a traer al final el cambio que necesita el pueblo cubano". El régimen lo sabe, y es precisamente lo que más teme.
Un llamamiento urgente a la comunidad internacional
La comunidad internacional no puede seguir siendo cómplice por omisión. El Parlamento Europeo, que recibió el testimonio de Ferrer hace apenas dos semanas, tiene la responsabilidad moral de pronunciarse enérgicamente y exigir su liberación inmediata, tal como lo ha solicitado Rosa María Payá. Estados Unidos, con su nueva administración liderada por el presidente Trump, quien recientemente cumplió sus primeros 100 días en el cargo, debe incrementar las sanciones específicas contra los responsables de estas violaciones sistemáticas de derechos humanos.
Es hora de que las naciones democráticas comprendan que dialogar con la dictadura cubana sin condiciones claras solo fortalece su impunidad. El reciente anuncio del Departamento de Estado sobre "el fin indefinido de las conversaciones migratorias con Cuba" representa un paso en la dirección correcta. Sin embargo, se necesitan acciones más contundentes y proactivas que pongan fin a más de 65 años de dictadura castrocomunista.
La realidad es que el régimen utiliza a los presos políticos como moneda de cambio en el tablero internacional. No es casualidad que estos reencarcelamientos se produzcan tras la muerte del Papa Francisco, figura que el régimen utilizó como justificación para las liberaciones anteriores bajo el pretexto de una "gestión del Vaticano por el jubileo". Como señaló uno de los participantes del programa, "el verdadero motivo tanto de las liberaciones en aquel instante como ahora de los reencarcelamientos hay que buscarlos en el estado de las relaciones con el gobierno norteamericano".
El fin de la impunidad
Tras más de 65 años de dictadura castrocomunista, el pueblo cubano merece vivir en libertad. Cada día que pasa con José Daniel Ferrer, Félix Navarro, Saily Navarro y cientos de otros presos políticos tras las rejas es un día más de vergüenza para nuestra conciencia colectiva como humanidad.
La historia juzgará con dureza no solo a los perpetradores directos de estas atrocidades, sino también a quienes, pudiendo actuar, guardaron silencio. Como bien señaló uno de los participantes del programa, personajes como Humberto López, vocero y cómplice activo del régimen en estos actos represivos, deberán eventualmente rendir cuentas "ante la justicia, ya sea la divina o la terrena".
Es tiempo de actuar con contundencia. El ejemplo de resistencia moral que representan Ferrer, los Navarro y tantos otros presos políticos cubanos no puede ser en vano. Su sacrificio nos interpela a todos: ¿qué estamos haciendo para apoyar a quienes, con su libertad y hasta con sus vidas, defienden los valores democráticos que decimos compartir?
El sufrimiento del pueblo cubano no puede seguir siendo un daño colateral en los cálculos geopolíticos de las grandes potencias. La libertad de Cuba no es negociable, y figuras como Ferrer y Navarro son su símbolo más claro y digno.
🖋️Autor Jose Tarano
Jose Tarano es productor técnico, diseñador gráfico, colaborador e investigador de Patria de Martí y The CubanAmerican Voice y columnista. Es licenciado en Ingeniería Eléctrica en Telecomunicaciones por el ISPJAE y es fundador de Electronics JR Computer Design and Service. Es oriundo de Santiago de las Vegas, La Habana, Cuba, pero reside en Estados Unidos.