Patria de Martí Artículos y Ensayos
Cuando el terror se llamó Revolución
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[Lee el artículo completo]Comentario sobre el artículo 'Simplemente, Hambre'
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[Lee el artículo completo]Sencillamente, Hambre
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[Lee el artículo completo]Los actos de repudio de aquellos tristes años de los 80
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[Lee el artículo completo]El Ave María bajo fuego
El Ave María bajo fuego El pasado está ahí, aún cercano, doblando apenas la esquina. ¿Cómo podríamos olvidarlo? Un joven polaco, prisionero en un campo nazi, caminaba en la fila de los condenados....
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EEUU, solidario con los humanistas; la UE, con los pandilleros de la mafia comunista de Cuba El arte diplomático enfrenta tensiones: Marco Rubio defiende con firmeza su postura ante ataques y...
[Lee el artículo completo]El comunismo debe ser condenado por ley
El comunismo debe ser condenado por ley Razones sobran. El comunismo no es solo una teoría económica fallida: es una maquinaria ideológica corrosiva que pervierte el alma de las naciones. Su...
[Lee el artículo completo]Mi primo Masacre
Mi primo Masacre A mi primo Masacre lo detuvieron en los años ochenta por tenencia ilegal de divisas. En realidad, le ocuparon unos cinco dólares, cantidad suficiente para dar con los huesos en la...
[Lee el artículo completo]El arte bajo sospecha: La trampa del arte revolucionario
El arte bajo sospecha: La trampa del arte revolucionario Recuerdo un poema de Nicolás Guillén —que, por cierto, nunca entendí por qué es calificado como “el poeta nacional”, pero esa es otra...
[Lee el artículo completo]- Jorge Luis León
Abordar este trozo de historia que contempla la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista y su posterior desarrollo bajo el régimen revolucionario es también enfrentarse a una narrativa construida sobre mitos, silencios, distorsiones y glorificaciones sin base ética ni histórica.
Asombra —y duele— comprobar cómo figuras involucradas en actos de sabotaje, atentados, asesinatos y terrorismo urbano han sido convertidas en "héroes y heroínas" de la Revolución Cubana.
Nada ocurrió tal y como lo explican los textos escolares. En ellos, la historia ha sido manipulada, trastocada, violentada. La revolución no ha sido más que una fábrica de relatos útiles, no de verdades. Hoy, en medio de los avances del pensamiento crítico, la defensa de los derechos humanos y el apego a la verdad, tenemos el deber de desmontar esta ficción épica y construir una historia basada en los hechos, no en la propaganda.
La ideología no transita por los caminos de la verdad. Como bien advirtió Orwell, “quien controla el pasado controla el futuro, y quien controla el presente controla el pasado”. Las ideologías totalitarias, como la comunista, no relatan hechos: los fabrican. Manipulan la información hasta hacerla moldeable a sus intereses.
Guillermo Cabrera Infante, testigo y víctima del proceso revolucionario, lo expresó con dolorosa lucidez:
“No eran liberadores. Eran incendiarios disfrazados de redentores.”
¿Terroristas como héroes?
Leer más…Cuando el terror se llamó Revolución- Jorge Luis León
Sencillamente, Hambre
Acababa de almorzar un plato de papas hervidas con un poco de tomate. Nada más. Caminaba rumbo a mi escuela, y por el camino me dije: "Si al menos tuviera estas papas garantizadas cada día… Estaría bien". Pero acto seguido, me detuve en el pensamiento: ¿Por qué? ¿Por qué tener que comer lo mismo cada día?
De eso hace ya más de un cuarto de siglo.
Hoy, desde la distancia y los años, veo con dolor que todo ha empeorado. La papa, aquel humilde consuelo, se ha vuelto un lujo inalcanzable. Cuando aparece fugazmente en el mercado, las colas se transforman en contiendas salvajes: gritos, forcejeos, humillación. La dignidad se evapora, la paciencia se rompe. La visión del cubano ha sido quebrada.
Leer más…Sencillamente, Hambre- Jose Tarano
Un Vistazo al Artículo "Simplemente, Hambre"
El artículo "Simplemente hambre" es el testimonio del autor Jorge Luis León que refleja una realidad devastadora que trasciende las estadísticas. El autor captura magistralmente cómo el hambre no es solo una carencia física, sino una fuerza destructiva engendrada por la dictadura castrocomunista que ha erosionado la esencia misma del pueblo cubano, destruyendo sus tradiciones, sus principios y convicciones para convertirlos en ovedientes carneros de un régimen despiadado y criminal.
Un Cambio Inquietante
Lo que se cuenta en el artículo es realmente preocupante. Antes, la gente en Cuba tenía dignidad, sueños, y un espiritud de lucha heredado del legado de los proceres de la independencia y las heroicas tradiciones de sus mambises, pero ahora, sobrevivir se ha vuelto una lucha diaria que les quita su humanidad. La imagen de las largas filas de personas esperando por comida muestra claramente cómo la falta de recursos y el hambre puede hacer que las personas actúen de maneras muy primitivas despertando su instinto animal como pricipio de supervivencia.
El Impacto en las Nuevas Generaciones
Es especialmente triste y particularmente conmovedor el reconocimiento del impacto generacional: los niños que "ya no crecen igual", marcados física y espiritualmente por la privaciones de los derechos de la niñez, el hambre y el adoctrinamiento comunista. Ellos no están creciendo de la misma manera que deberían, y sufren tanto física como emocionalmente por la falta de comida. Esto no es solo un problema de dinero; es un problema que afecta la cultura y la vida de toda una nación donde los niños están creciendo sin valores espirituales y sin aspiraciones a una vida saludable ni a un futuro próspero.
La Ironía de un Sistema Fallido
Leer más…Comentario sobre el artículo 'Simplemente, Hambre'- Jorge Luis León
¡Que se vaya la escoria!
Pocos recuerdos traen tanta amargura a mi memoria como los de aquellos años oscuros de la década de 1980 en Cuba, cuando los llamados actos de repudio se convirtieron en práctica cotidiana, organizada desde las estructuras del poder para castigar, humillar y quebrar la dignidad de quienes deseaban ejercer su derecho a emigrar. Fue una cacería vil, impregnada de ponzoñas, bajezas y un fanatismo que pocas veces ha hundido tanto a un pueblo entero.
El grito de guerra era simple, crudo y cruel: “¡Que se vaya la escoria!”. ¿La escoria? Eran tus vecinos, el maestro de tu hijo, los padres de tu mejor amigo, un familiar, incluso el ser más noble y solidario del barrio. Esa consigna infame convirtió a la ciudadanía en manada, y a la vergüenza en espectáculo público.
La trampa cruel contra un maestro
Recuerdo con dolor un hecho que me marcó profundamente. En una escuela se fraguaba una trampa infame: atraer a un profesor querido y respetado, Javier González, bajo el falso pretexto de entregarle su baja laboral. En realidad, estaban organizando un acto de repudio masivo en su contra. Su único "delito": querer salir del país.
Tuve conocimiento del plan y sentí asco… asco por la trama, por la vileza de los implicados, por la frialdad con que se manipulaba el odio. Advertí al maestro: “No vayas. Es una trampa.” Javier era un hombre estudioso, íntegro, de gran porte moral. Se salvó del escarnio, pero nunca de la tristeza que esa realidad le dejó en el alma.
Frente al Preuniversitario de Guanabacoa
Otro recuerdo imborrable fue frente al Pre de Guanabacoa. Una turba de estudiantes y profesores, encabezada por el director del centro —un miserable de nombre René— rodeaba y golpeaba a otro profesor que caminaba en silencio, con dignidad. Lo empujaban, le gritaban. Él, erguido, parecía enterrar con su paso recto la miseria humana de sus verdugos.
Leer más…Los actos de repudio de aquellos tristes años de los 80Página 1 de 333