Venezolanos: Miren hacia Cuba y vean lo que pueden esperar

Venezolanos miren hacia Cuba

Cuando los comunistas tomaron el poder en Cuba, perdimos muchas cosas y las perdimos sin darnos cuenta de lo que venía. Fidel Castro y su camarilla fueron muy hábiles. Castro fue un genio del mal, y nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Nosotros los cubanos lo perdimos prácticamente todo.

Muchos perdieron su vida o fueron encarcelados. Para afianzarse en el poder, los Castro no vacilaron en fusilar a miles de cubanos, y una vida perdida nunca se recupera. Muchas organizaciones han intentado llevar una estadística que es muy difícil. Archivo Cuba reporta que 5,775 personas fueron fusiladas, 1,234 fueron asesinadas “extrajudicialmente”, 984 fueron asesinadas dentro de las cárceles castristas y unas 200 personas están desaparecidas.
A las personas que fusilaban en la Cabaña, antes de llevarlas al paredón les sacaban la sangre en un negocio diabólico que solo una mente del mal podría concebir. Según reportes del Wall Street Journal, el gobierno de Cuba vendía esa sangre a Vietnam del Norte a un precio de $50.00 dólares la pinta.
Decenas de miles de personas fueron encarceladas y muchas fueron condenadas a penas de 25 a 30 años. Esas personas perdieron su juventud en las mazmorras castristas. Entraban jóvenes de 25 a 30 años, y salían con 55 o 60 años. Los más afortunados, recibían condenas de entre 10 y 15 años, pero para los comunistas, la vida humana no tiene ningún valor.
En abril de 1961, en vísperas de la invasión de Playa Girón, sólo en la Habana fueron detenidas más de 300,000 personas. Se llenaron las cárceles, los cines, los teatros, los colegios, y hasta el estadio de Baseball fue usado como cárcel. En una semana más o menos fueron liberados, aunque muchos fueron juzgados y encarcelados.
Millones de cubanos huyeron del infierno castrista, muchos de ellos en improvisadas y frágiles balsas. Se estima de que uno de cada tres o cuatro personas que escapaban de Cuba en balsas, no lograban llegar y perecían en el intento. Eso pone la cifra estimada de los muertos en las aguas del Estrecho de la Florida, entre 20,000 y 40,000 hombres, mujeres y niños.
Para un país que en 1961 tenía poco más de 6 millones de habitantes, las proporciones son espeluznantes. Los comunistas aniquilaron a toda la oposición cubana, y con una fuerza represiva cruel e inclemente, se hicieron del control totalitario del país.
Ayer, un locutor en un programa de radio, hablaba de que miles de venezolanos habían tomado las calles, y preguntaba irónicamente: ¿Por qué los cubanos no hacemos lo mismo? Eso implica un desconocimiento total de lo sucedido en Cuba durante 60 años de revolución. Durante los años 1960 y 1961, en Cuba se intentaron muchas cosas, pero la fuerza del gobierno, con el apoyo soviético, la incapacidad de los norteamericanos y los métodos sofisticados de la STACI alemana, lo impidió todo.
En Cuba no se llevaba a cabo una lucha entre dos facciones: Los Comunistas y los Anticomunistas. En Cuba se estaba librando una batalla de la guerra fría entre los rusos y los norteamericanos, y la habilidad de los rusos comandados por Nikita Jruschov, superó por mucho a la habilidad de los norteamericanos presididos por Eisenhower y Kennedy. En 1962 quedó sellada la suerte de Cuba.
Y todos los que para entonces no habían podido salir, se encontraron imposibilitados para hacerlo y por eso hubo que recurrir a métodos desesperados para poder salir.
Se busca hacer un paralelismo entre Cuba y Venezuela, y yo les digo que Maduro está siguiendo el modelo cubano, con ligeras variantes porque 2017 no es 1960. 
Cada día hay más totalitarismo, cada día hay más control de la prensa y de la información. Si Cuba fue expulsada de la OEA el 31 de enero de 1962, y se burló de la expulsión cantando “Con OEA y sin OEA ganaremos la pelea”, hoy Venezuela no espera que la expulsen, y decide salirse de la OEA por voluntad propia.
Desearía equivocarme, pero mi propia experiencia me hace prever que la represión aumentará, las manifestaciones serán aplastadas y en poco tiempo terminarán, y habrá dolor y correrá la sangre. Los venezolanos ya han aprendido los métodos de la STACI y están capitalizando las experiencias castristas.
Como la OEA carece de recursos para forzar el respeto a la Democracia y a los Derechos Humanos, a los chavistas les importa poco, como en su momento a los castristas también les importó poco. No existe en la OEA ningún mecanismo que le permita actuar en esas condiciones. Por eso se siente la impotencia de Luis Almagro que, a pesar de querer ayudar, no tiene como.
La ONU podría actuar, pero si difícil es poner de acuerdo a los países miembros de la OEA, en la ONU todavía es más difícil ya que basta el veto de uno sólo de los cinco países que integran el Consejo de Seguridad de manera permanente (China, Francia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos) para que ninguna resolución pueda ser implementada. Por eso, salvo un poco probable milagro, la ONU y la Carabina de Ambrosio son análogos.
En estos casi sesenta años, aparte de lo ya expresado, los cubanos sufrimos la destrucción de la familia, y pongo como ejemplo mi caso, la familia se dispersó y quedó regada en México, Miami, New York, Brasil y España. Y en aquella época no existía Facebook.
¿Qué viene para Venezuela? 
Pues si lo que pasó en Cuba sirve de algo y salvo que por algún milagro Nicolás Maduro sea derrocado, viene mucha represión, viene muerte, vienen encarcelamientos, viene la destrucción o el exilio de los líderes de la oposición, viene la desaparición de las instituciones, viene un éxodo mayor de la población, viene la separación y la destrucción de la familia y comenzará un esfuerzo para que los que se queden en Venezuela se adapten a vivir en condiciones muy diferentes a las que han estado acostumbrados, mientras los que salgan tendrán que echar raíces en tierra ajena.
Los cubanos llevamos décadas así, y no somos los causantes del problema de Venezuela. Son los castristas y los chavistas quienes han causado los problemas en nuestros respectivos países, así que no ganan nada con quemar nuestra bandera.
Sólo un verdadero apoyo internacional podrá ayudar a cubanos y a venezolanos a recuperar la libertad perdida, pero, ¿Se logrará?
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