Michelle Bachelet, la Teoría Crítica de la Raza y la ONU
- Patria de Martí
Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, anunció el lunes 28 de junio que “el racismo sistémico necesita una respuesta sistémica”. La jefa de Derechos Humanos de la ONU desde 2018 agregó claridad a sus afirmaciones sin fundamento, al decir que “el movimiento Black Lives Matter (BLM) y otros grupos de la sociedad civil liderados por afrodescendientes han proporcionado un liderazgo de base a través de la escucha de las comunidades”.
Si bien la posición expresada por la política socialista chilena e hija de un militar del Gobierno del presidente marxista Salvador Allende no debería sorprender a nadie, sí hace evidente donde la guerra política identitaria comunista ha ampliado una nueva ofensiva: la ONU.
Tras la muerte de George Floyd, Bachelet solicitó un informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH) que ella preside. Con el título “Promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los africanos y los afrodescendientes contra el uso excesivo de la fuerza y otras violaciones de los derechos humanos por parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley” (Informe), la conclusión de la CDH acepta plenamente los supuestos epistemológicos que subyacen a la TRC marxista.
En consonancia con la narrativa postmodernista según la cual el conocimiento se construye culturalmente y la experiencia “vivida” es la fuente última de la “verdad”, el Informe está viciado e impregnado de preceptos ideológicos y de lavado de ideas.
“”El incidente es muy lamentable, pero citar el “racismo sistémico” como raíz de lo ocurrido es un insulto pomposo a la inteligencia de cualquiera. El caso de Taylor no deja de ser otro ataque flagrante al sentido común”. (EFE),
La base de la afirmación descabellada de “racismo sistémico” consiste en “consultas con más de 340 personas, en su mayoría afrodescendientes; más de 110 contribuciones escritas, incluso con Estados; en un examen del material disponible públicamente; y en consultas adicionales con expertos pertinentes”. La mecánica metodológica del Informe del CDH es intrínsecamente defectuosa. Las opiniones expresadas que validan las conclusiones parten todas de un acatamiento del dogma de la Teoría Crítica de la Raza (TCR).
No se han tenido en cuenta las posturas antitéticas y críticas. Intelectualmente, el informe es una tontería. Moralmente, su resultado es reprobable, ya que hace causa con la fraudulenta afirmación de agravio del neomarxismo (marxismo cultural).
Además de los artículos de opinión ideológicamente contaminados por “expertos” comprometidos que dirigen intelectualmente el análisis, la metodología poco científica y bizarra para llevar a cabo un estudio serio o casi serio, está plagada de otras banalidades.
En el Informe Bachelet deposita gran parte de su contenido en la investigación de “190 muertes”, en todo el mundo, de negros a manos de las fuerzas del orden, que, según afirman descaradamente, “rara vez rinden cuentas por las violaciones de los derechos humanos y los crímenes contra los afrodescendientes”. Esta postulación es temerariamente irresponsable y no establece ninguna base para afirmar el “racismo sistémico”.
De las 190 muertes que examinó el Informe, están los casos de George Floyd y Breonna Taylor. En cuanto al ejemplo de Floyd, las acusaciones de “impunidad” contra los agentes de policía implicados son absurdas y cínicas. De hecho, se puede argumentar que el mando de las turbas prevaleció y que no se hizo justicia. En el momento de su detención, Floyd se resistió al arresto, estaba drogado, tenía coronavirus y poseía un historial delictivo extenso (señales de alarma para cualquier agente de la ley).
El incidente es muy lamentable, pero citar el “racismo sistémico” como raíz de lo ocurrido es un insulto pomposo a la inteligencia de cualquiera. El caso de Taylor no deja de ser otro ataque flagrante al sentido común.
El apartamento de Taylor se utilizaba para traficar con drogas. En medio de una operación legal de tráfico de drogas, los agentes de policía respondieron al ataque beligerante de su novio y le dispararon fatalmente. Esto es lamentable, pero no racista, ni tampoco una muestra de brutalidad policial. En un país de más de 328 millones de habitantes (USA), el hecho de que en 2019 hayan muerto un total de nueve negros desarmados a manos de un agente de policía blanco, echa por tierra cualquier argumento basado en el abuso racial por parte de las fuerzas del orden.
Sin embargo, el Informe CRT promarxista de Bachelet sostiene que estos dos casos son ejemplos del “racismo sistémico” de Estados Unidos y del “uso excesivo de la fuerza y otras violaciones de los derechos humanos por parte de los agentes del orden” (como reza parte del título de este absurdo informe).
“Esto no es una teoría de conspiración. Está claramente expuesto en esta formidable apología marxista de la CRT. La ONU se está superando a sí misma en sus esfuerzos inmorales”. (EFE).
El estudio infame del CDH, que apoya a un vástago de la Teoría Crítica comunista como es la CRT, lleva consigo sus recetas insidiosas para el desmantelamiento sistémico de los modos de gobierno republicanos basados en el capitalismo. Quién mejor que la propagandista Treva Lindsey, etiquetada como “estudiosa” de BLM en Ohio, para hacerse eco del estudio de la ONU.
La apologista de BLM dijo después del anuncio público del Informe de Bachelet, [estamos] “gratamente alentados por el nombramiento del racismo sistémico a nivel global y el racismo sistémico que necesita ser abordado(…) Creo que la compensación financiera es una parte muy importante e integral de las estructuras de reparación, pero también tenemos que hablar de los sistemas que permanecen en el lugar que son parte del legado de la esclavitud, el colonialismo y otras formas de supremacía blanca global”.
La intelectual de BLM de Ohio estaba haciendo eco de las recomendaciones del Informe. Las peticiones de reparaciones basadas en el fundamentalismo de la Teoría Crítica marxista postcolonial son innatas en su conclusión.
La deconstrucción sistémica dirigida desde el Estado de los contratos sociales democráticos existentes es otra. El tercer objetivo principal del calibrado Informe Bachelet de la ONU es la desfinanciación de la policía a nivel internacional. Esto no es una teoría de conspiración. Está claramente expuesto en esta formidable apología marxista de la CRT. La ONU se está superando a sí misma en sus esfuerzos inmorales.
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🖋️Autor Julio M. Shiling
Julio M. Shiling es politólogo, escritor, conferenciante, comentarista y director de los foros políticos y las publicaciones digitales, Patria de Martí y The CubanAmerican Voice y columnista. Tiene una Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) de Miami, Florida. Es miembro de The American Political Science Association (“La Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas”), el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio y la Academia de Historia de Cuba en el Exilio. Sigue a Julio en:
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