El presidente Milei, el libertador de naciones en la ONU
El presidente argentino dejó claro y formuló los tipos de tiranías que oprimen a sus pueblos, los regímenes de Cuba, Venezuela y otras.
El presidente de Argentina, Javier Milei, demuestra el rol fundamental de un intelectual o académico libre pensador, cuando nada contra corriente de la poderosa tiranía de la mayoría, para demostrar la existencia de valores absolutos en las personas, inherentes de su propia humanidad y constituyen principios esenciales para vivir en felicidad, que disminuidos o cercenados destruirían la dignidad humana.
El presidente Milei alzó su voz fuerte, clara y sabia por la especie humana ante el rumbo errático en estas últimas décadas de las Naciones Unidas (ONU). En el 79 Período de Sesiones de la Asamblea General de la Naciones Unidas, Milei explicó sus ideas filosóficas de libertad y primero lo hizo en su país y se le adhirieron muchas personas, sobre todo, la juventud y derrotó al kirchnerismo -castrochavismo- o socialismo del siglo XXI y fue elegido presidente de Argentina.
Asimismo, Milei expuso los derechos humanos básicos en la ONU y desarticuló teóricamente la Agenda 2030, de la izquierda globalista, supranacional, paternalista y colectivista, en su propia sede internacional (24/09/2024). También lo hizo en el Foro de Davos, Foro Económico Mundial (15/01/2024), donde alertó a la comunidad internacional, empresarios y comerciantes a dejar esa agenda socialista-comunista y adherirse a la libertad de empresa y otras libertades fundamentales de los valores del republicanismo.
Venezuela celebró elecciones recientemente, en las que la oposición al régimen chavista ganó de manera contundente. No solo obtuvo la victoria, sino que presentó pruebas técnicas y documentales que demostraban haber recibido más del doble de los votos de Maduro.
Inmediatamente, el régimen chavista comenzó a difundir en los medios que había ganado, inventando cifras y negando el acceso a la documentación electoral. Esto no sorprendió a nadie, dado que el régimen no está dispuesto a ceder el poder. Lo que tampoco sorprendió fue que el primer país en reconocer el anuncio de Maduro fue China, al igual que cuando Xi Jinping fue reelegido por segunda vez como líder del Partido Comunista Chino, el régimen venezolano se apresuró a felicitar al dictador chino.
Sin embargo, surgen cuestionamientos sobre las razones detrás de este rápido reconocimiento y la falta de consideración hacia los argumentos de la oposición venezolana y de la comunidad democrática internacional.
Uno de los factores principales es de índole económica. Venezuela acumula una deuda cercana a los 60 mil millones de dólares con China, misma que está en moratoria desde 2017. A pesar de solicitar prórrogas y nuevos créditos, el reconocimiento no parece ser por razones de conveniencia económica. De hecho, con una democracia en Venezuela, se levantarían las sanciones y llegarían inversiones petroleras, lo cual podría permitir a Venezuela pagar su deuda con China.
Diosdado Cabello, entre Maduro y María Corina, una ojeada a Venezuela
Diosdado Cabello es en persona el obstáculo principal a una salida pacífica de la crisis en Venezuela. Calificado jefe del cártel Los Soles, narco cuya cabeza está requerida por 5 millones de dólares, este delincuente con fachada política presiona a Maduro para que permanezca en el poder porque Diosdado no tiene opciones de retirarse e irse del país.
Diversas fuentes y expertos han explicado que este personaje, calificado aún más al extremo del radicalismo dictatorial cuya cabeza visible es el actual e ilegítimo presidente Nicolás Maduro, actual Vicepresidente del partido en el poder, el PSUV, con fuertes vínculos en el sector militar, quedaría fuera de una negociación de la transición por tanto chantajea a Maduro con la amenaza de "o sigues de presidente o doy un golpe y el presidente seré yo".
Desde que Chávez, antes de morir, designara a Maduro sucesor, surgió una aguda rivalidad entre ambos personajes políticos, llegándose a un acuerdo entre ellos por el reparto del poder lo que significa, reparto de las ganancias, influencias y demás privilegios dentro del narco estado venezolano.
Como Maduro, en su condición de Jefe de Estado, por precaria qué sea, representa oficialmente los poderes públicos, pudiera obtener un escape personal al aceptar la victoria legítima de la oposición, a cambio de evitar la prolongación de la actual situación cuyas consecuencias en vidas humanas es ya alarmante, entonces esto dejaría a Diosdado Cabello al garete, sin apoyo oficialista.
Noticias frecuentes indican el resquebrajamiento de la hasta hoy prevista unidad monolítica de las fuerzas armadas, la policía y otras entidades militares del régimen.
Durante el proceso electoral, día 28, en muchos centros de votación, los militares permitieron a testigos de la oposición entrar, haciendo caso omiso a órdenes superiores de impedirlo. Esta actitud permitió obtener parte de las actas de votación que ahora exhiben como muestra fehaciente de la verdad Ma Corina, el presidente electo Edmundo y su equipo de campaña.
En los días posteriores, se han observado frecuentes acciones de uniformados solidarios con los manifestantes por diversas causas. No se aprecia mucho entusiasmo en las acciones represivas, considerando acciones meses atrás impensables, como el derribo de varias estatuas del fundador de la dictadura, el semi dios Hugo Chávez.
Un factor adicional ha surgido, cuando organizaciones criminales de barrio, los llamados "trenes", están apoyando al pueblo. Es peligroso, contraproducente, este apoyo a la justa causa democrática, pero no deja de tener su valor, porque están neutralizando a los llamados "colectivos", milicias paramilitares chavistas que tradicionalmente han servido para aterrorizar a los opositores.
Esto de los llamados trenes debe verse como un factor adicional, porque el enorme, efectivo trabajo realizado por Ma Corina, uniendo al país en su conjunto, estado por estado, pueblo por pueblo, desplegando una energía asombrosa ligada a su capacidad natural de convencimiento, ha quebrado las bases sociales del chavismo, ya de por sí mismas resentidas dada la crisis generalizada del país.
La gente está bajando en masa de Los Cerros de Caracas, barrios pobres hasta hace poco bastión del chavismo.
Hoy en día, la figura de María Corina Machado, enérgica a la par de calmada, firme, ecuánime en medio de acontecimientos tan dramáticos, es en ella misma un factor de victoria.
Una mínima comparación entre el esperpento humano, degradado a payaso político que es Nicolás Maduro, apodado "masburro" por el pueblo, frente a su gallarda opositora, en las apariencias la imagen de una débil mujer, proyecta el contraste de la democracia frente a la dictadura.
Maduro, aguijoneado por Cabello, ordenó el grave error político de decretar la farsa electoral, cuyos números son absolutamente contradictorios con los hechos y los documentos, dada la abrumadora diferencia entre ganador y perdedor.
Lo esperado era que se aceptara formalmente la derrota, considerando que había 5 meses para maniobrar desde el poder hasta la fecha de traspaso de poderes en enero próximo.
Si en medio de su actual borrachera política, llegada la resaca, le asiste algo de mínimo valor personal al masburro presidente, está a tiempo para negociar. Las declaraciones de Edmundo y María Corina reiteran, con inteligencia, la puerta abierta a una conciliación cuyo único punto no negociable es el reconocimiento de la legitimidad del presidente electo por el pueblo, marchando hacia un justo traspaso de poderes en paz.
Un último detalle, las fuerzas armadas y la policía están también contempladas por la oposición ganadora en la reconciliación nacional. La dirección de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), resultado del liderazgo de la mujer que es hoy el alma del país, no han ocultado su apuesta a un cambio favorable en la actitud de los uniformados, cuya conciencia enfrenta hoy la amarga decisión de disparar no ya contra una fracción de Venezuela, sino contra Venezuela toda, porque el éxito de María Corina Machado ha sido rebasar la confrontación ideológica, convirtiendo el actual proceso político en el anhelo de todo el país frente a la banda criminal que lo desgobierna.
En el ámbito internacional, aunque está fuera de las intenciones de este comentario porque consideramos que el asunto se resuelve en Venezuela, al paso de los días va tornándose irrelevante si el gobierno, el llamado poder electoral, de hecho un apéndice controlado por Maduro y Cabello, desprestigiado, presenta las consabidas actas electorales. El fraude es tan inobjetable como la victoria de Edmundo Gonzáles Urrutia.
La única actitud digna de la comunidad internacional es reconocer al presidente electo, condenar al régimen y actuar, sobre todo actuar a favor del retorno a la paz con democracia que están luchando los venezolanos en las calles, a riesgo de sus vidas.
Flota en el aire, corta el aliento, evitar la fatalidad de perder a María Corina. Ella debe cuidarse, deben cuidarla, asombra su valentía a cara descubierta hablándole al pueblo con tantas azoteas a su alrededor. Respetando a creyentes o Ateos, el decir popular me asiste: La maldad de los opresores es infinita, el diablo nunca duerme, pero Dios está de seguro al lado del pueblo venezolano.
Autor Vicente Morín Aguado. Periodista independiente cubano, profesor de historia y filosofia, colaborador de los medios digitales Havana Times, Diario de Cuba, Cubanet, Palabra Nueva y otros medios. Actualmente vive en los Estados Unidos.
La proliferación e impacto de radicales gobiernos socialistas y autoritarios en Latinoamérica están poniendo en peligro la libertad y la seguridad en la región.
Las causas de este fenómeno emanan de adentro, pero los factores que lo agravan provienen de afuera—de China, Rusia e Irán, con el apoyo subversivo de Cuba, Venezuela y Nicaragua, la sinuosa complicidad de otros gobiernos locales, y la ofensiva inflamante del Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla y organizaciones seudo revolucionarias de terroristas y narcotraficantes.
Dichas potencias extracontinentales no son meros competidores, como muchos suelen llamarlas. Son adversarios tortuosos e implacables que tratan de socavar el sistema democrático y defensivo del Mundo Libre para implantar su férreo dominio totalitario y global.
Mientras Estados Unidos y sus aliados se concentran en los conflictos que estremecen a Europa, el Oriente Medio y el Pacífico, China, Rusia e Irán penetran solapadamente, y sin mayor resistencia, en Latinoamérica.
Este eje maligno corroe nuestros valores y tradiciones, y ejerce nefaria influencia en los sectores económicos, políticos, sociales, diplomáticos, tecnológicos y militares de la región.
En su afán de infiltrar, dividir y doblegar, el eje se vale de ataques cibernéticos, espionaje, adoctrinamiento marxista y pérfida desinformación. Dispone para ello de telecomunicación avanzada y agencias de difusión, tales como Huawei, Tik Tok, y Xinhua News (China); Sputnik Mundo y RT en Español (Rusia), e HispanTV (Irán). (1)