La resistencia armada contra el totalitarismo (II)
- CubaNet.org
LA HABANA, Cuba - 1960, año crucial del proceso de totalitarización del país, fue también el año de la formación de los primeros grupos anticastristas. Ya habíamos hablado de la creación en 1959 de La Rosa Blanca y la Alianza Anticomunista, pero es en 1960 cuando sectores cada vez más amplios de la sociedad cubana, fundamentalmente provenientes de la clase media, los profesionales, técnicos, intelectuales, los partidos políticos tradicionales y las organizaciones católicas se suman a la lucha armada.
La Agrupación Católica Universitaria (ACU) tuvo una fuerte posición de enfrentamiento al régimen castrista, y nutrió las filas de las organizaciones que se oponían al sistema implantado en la isla. Sirvió de base a una de las más importantes organizaciones, el Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR), fundado en diciembre de 1959 por el teniente Manuel Artime. La ACU aportó también sus elementos al Movimiento Demócrata Cristiano (MDC) y al Directorio Revolucionario Estudiantil (DRE), que representó al estudiantado opuesto al comunismo.
Junto a Manuel Artime se reúnen los ex comandantes del Ejército Rebelde Ricardo Lorié, Antonio M. Yabor e Higinio "Nino" Díaz, quienes firman el acta constitutiva el 8 de junio de 1960 en Costa Rica, y que después, separados de Artime, crean el MRR de los Comandantes.
El MDC se funda a finales de 1959 por un grupo de jóvenes encabezados por José Ignacio Rasco. En un inicio asume posturas de enfrentamiento pacífico al régimen, e interviene en el debate político de los primeros meses. Ya en 1960 se define su posición contra Castro.
El DRE surge a raíz de la manipulación de las elecciones para la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), donde el sector estudiantil católico pierde el control de dicha organización. En marzo de 1960 Alberto Muller, Manuel Salvat y Ernesto Fernández Travieso crean el Frente Estudiantil Universitario Democrático, que se convierte, en diciembre, en el DRE.
En mayo de 1960 los auténticos vinculados a Manuel Antonio Varona fundan la organización Rescate Revolucionario Democrático, que se convertiría en una de las más importantes formaciones anticastristas. Integrada por hombres con experiencia en la acción urbana y conspirativa, provenientes de las luchas contra Batista, Rescate desempeñó un papel muy activo en este tipo de enfrentamientos con la dictadura de Fidel Castro, y organizaría varios atentados contra el déspota.
También por los 60 se crea la Unidad Revolucionaria (UR), proveniente del autenticismo, dirigida por el hacendado Alberto Fernández. En Cuba la conduciría Rafael Díaz Hanscom, y Humberto Sorí Marín se incorpora como jefe militar.
En mayo de 1960 estas organizaciones comienzan a integrarse en un frente unido y a mediados de ese año tres nuevas organizaciones se suman a la lucha: el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), el Movimiento 30 de Noviembre (M-30-11) y el II Frente Nacional del Escambray.
En 1960 quedó planteado el enfrentamiento entre la revolución en manos del radicalismo nacional-comunista y los grupos y organizaciones de diferentes tendencias, integradas por cada vez más variados sectores de la nación, divididas a veces en lo político, pero homogéneas en su propósito de restaurar la democracia en Cuba.
En 1960, para lograr una mayor unidad en el enfrentamiento al régimen de La Habana, se crea el Frente Revolucionario Democrático (FRD). Los encuentros iniciales del grupo ocurren en Miami, y el Frente queda integrado por Manuel Artime, Manuel Antonio de Varona, Aureliano Sánchez Arango, José Ignacio Rasco, Justo Carrillo y Rafael Sardiñas. Oficialmente queda fundado el 22 de junio de 1960 en México.
Durante los meses siguientes se trabaja arduamente en la estructuración de los grupos clandestinos para la lucha en las ciudades, y en el entrenamiento de los cuadros que dirigirían los focos guerrilleros, escogidos entre ex militares y militantes del MRR. Un grupo significativo fue reclutado en Cuba.
En abril de 1961 la Brigada 2506 escribiría una página heroica en la lucha contra Fidel Castro. La constituían en su inmensa mayoría jóvenes procedentes de lo más granado de la clase media y alta cubana. Los entrenamientos se hicieron mayormente en Guatemala. La fuerza llegó a estar integrada por más de 1,200 oficiales y soldados.
Los grupos anticastristas contaban en ese tiempo en la isla con unos 3,000 miembros, apoyados por 20 mil simpatizantes. Eran grupos organizados, integrados y dirigidos por jóvenes decididos que actuaban por profunda convicción patriótica.
En los días previos a la invasión debían incrementarse los sabotajes y la lucha urbana, así como fortalecer los grupos guerrilleros.
En los días precedentes a la incursión se realizan en Cuba masivas detenciones de personas sospechosas de tener vínculos con la oposición. Eso, sumado a una serie de golpes que da la seguridad cubana, provoca que el operativo preparado para apoyar el desembarco no pudo actuar, lo que tuvo una gran importancia en el desarrollo posterior de los acontecimientos.
El resto de la historia es bien conocido. Después de desembarcar por el sur de Las Villas, hoy Matanzas, por la zona conocida por Playa Girón o Bahía de Cochinos, los expedicionarios enfrentan a fuerzas varias veces superiores. El balance es totalmente desfavorable, tan desproporcionado en contra de los brigadistas que incluso contando con apoyo aéreo era bien difícil cumplir con el plan trazado de ocupar y sostener una cabeza de playa, mucho menos era posible un avance hacia la capital. En 72 horas son vencidos.
Muchos cubanos se sintieron defraudados. Acusaron a la administración Kennedy de haberlos traicionado, al no haber actuado con fuerzas estadounidenses en apoyo a los expedicionarios de la 2506. Por su parte, la administración norteamericana evaluó la derrota a partir de causas operacionales, y se culpó a la CIA del fracaso.
La forma en que se planeó y ejecutó la operación permitió al régimen arrestar y ejecutar a muchos dirigentes anticastristas. Entre el 17 y el 20 de abril, 15 de los principales líderes de la resistencia fueron fusilados en La Cabaña.
A pesar de los golpes recibidos, en mayo se reactivó el Frente de Unidad Revolucionaria, integrándose a esta coalición el M-30-11, el MRP, el MRR, la UR y otras organizaciones. El MRP se destacó por realizar una ofensiva de sabotajes que incluyó la quema de varias de las principales tiendas de la capital, fábricas y otros objetivos. Una previsora política de dispersión de sus fuerzas en los días de Girón le permitió sufrir pocas pérdidas.
Un grupo de operaciones coordinadas con el DRE, entre ellas la creación de un frente guerrillero en el Escambray y una operación urbana de grandes proporciones que buscaba sembrar el caos en la ciudad, que incluía el ataque a varias estaciones de la policía y un atentado a Fidel Castro, termina con la detención de la mayoría de los implicados y el MRP queda prácticamente desintegrado.
Autor: Raúl Soroa