Introducción a la importancia del documento de identidad en el proceso electoral
En cualquier proceso electoral, la verificación de la identidad de los votantes es fundamental para garantizar la integridad y legitimidad del resultado. El documento de identidad (ID) desempeña un papel crucial en este proceso al confirmar que quienes emiten su voto son ciudadanos legítimos y elegibles para participar en las elecciones.
La identificación en el proceso electoral es fundamental para asegurar la transparencia y evitar el fraude. Se revisan desafíos, prácticas óptimas y medidas de seguridad para fortalecer el sistema electoral, así como se desmontan argumentos de la izquierda radical en contra de la identificación obligatoria.
El debate sobre el voto de los inmigrantes ilegales
¿De qué se habla?
Se necesita una ley para impedir que los inmigrantes ilegales voten a fin de proteger la integridad del voto. Esto se debe a los niveles récord de inmigración ilegal descontrolada en la frontera con México, provocados por la crisis migratoria alentada por el régimen Biden-Obama.
Votar es algo muy importante en Estados Unidos. Es la forma en que elegimos a nuestros líderes y tomamos decisiones sobre asuntos importantes. Si personas que se supone que no deben votar están emitiendo su voto, se podría echar a perder todo el sistema.
Lo que aseguran los republicanos sobre la oposición demócrata al requisito de identificación para votar
Los republicanos aseguran que muchos inmigrantes están en el país ilegalmente debido a la crisis fronteriza de inmigración generada por Biden y que algunos de ellos podrían estar votando en las elecciones y favorecer fraudulentamente a la elección de los demócratas. Creen que aprobar una nueva ley ayudará a evitar cualquier intento fraudulento de manipular las elecciones con votos de los inmigrantes ilegales y/o de inmigrantes legales que aun no son ciudadanos.
Qué se está haciendo
Algunos republicanos están trabajando en la creación de una nueva ley que impida el voto a los inmigrantes ilegales y de las personas que no tienen derecho al voto. Quieren asegurarse de que sólo voten las personas que se supone que deben votar.
Importancia de la verificación de identidad en la democracia
Un análisis imparcial del doble rasero de la justicia cuando se aplica a los republicanos con máximo rigor en las condenas y cuando se exoneran a los demócratas que han cometido presuntos delitos similares. Así como la utilización del DOJ como brazo político del régimen neomarxista Biden-Obama.
Casos irrefutables del doble rasero jurídico americano
Comparación de investigaciones sobre manejo de información clasificada
Diferencias en el trato de casos de fraude fiscal o financiero
Análisis de investigaciones sobre interferencia electoral
Negación del privilegio ejecutivo por negarse a declarar y encarcelamiento
"Análisis comparativo: Casos judiciales de alto perfil en el ámbito político estadounidense"
En los últimos años, el sistema de justicia estadounidense ha sido objeto de escrutinio debido a la percepción de un trato diferenciado hacia figuras políticas del partido demócrata en contraste con los del partido republicano. Examinamos algunos casos notables para proporcionar una perspectiva del deterioro de nuestro sistema jurídico.
Caso A: Hillary Clinton (Demócrata). En 2016, el FBI investigó el uso de un servidor de correo electrónico privado por parte de Hillary Clinton durante su mandato como Secretaria de Estado. A pesar de que el entonces director del FBI, James Comey, calificó su manejo de información clasificada como "extremadamente descuidado", no se presentaron cargos criminales.
Caso B: Donald Trump (Republicano). En 2022, el FBI ejecutó una orden de registro en Mar-a-Lago, la residencia del ex presidente Trump, en relación con documentos clasificados. Trump fue acusado de múltiples cargos federales, incluyendo retención intencional de información de defensa nacional.
Casos de fraude fiscal y financiero
Caso A: Hunter Biden (Demócrata). El hijo del presidente Joe Biden ha estado bajo investigación por posibles violaciones fiscales y de lobby extranjero. En 2023, se llegó a un acuerdo de culpabilidad por cargos menores de evasión fiscal y posesión ilegal de armas, que posteriormente fue rechazado por un juez.
Caso B: Trump Organization (Republicano). En 2022, la Trump Organization fue declarada culpable de fraude fiscal y falsificación de registros comerciales. La empresa fue multada, aunque Donald Trump personalmente no fue acusado en este caso.
Investigaciones sobre interferencia electoral
Caso A: Investigación de Mueller (enfocada principalmente en Republicanos). La investigación de Robert Mueller sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016 resultó en múltiples acusaciones contra asociados de Trump, aunque no encontró evidencia de colusión directa con la campaña de Trump.
Caso B: Investigación de Durham (enfocada principalmente en Demócratas). La investigación de John Durham sobre los orígenes de la investigación de Rusia resultó en pocas acusaciones y ninguna condena significativa relacionada con la conducta del FBI o funcionarios demócratas.
Conclusión: Estos casos ilustran la complejidad del sistema judicial estadounidense y las percepciones que demuestran la existencia de trato diferenciado que exonera a los demócratas de sus presuntos delitos y condena a los republicanos con máximo rigor por presuntos delitos evidentemente similares. Es importante notar que cada caso tiene sus propias particularidades y contextos legales específicos. Los observadores, medios de comunicación y expertos legales continúan debatiendo en ambos lados del expectro político justificando si estas diferencias reflejan un sesgo sistemático o son el resultado de las circunstancias y pasiones políticas.
Presos políticos en USA por negación del privilegio ejecutivo de negarse a declarar
Análisis comparativo: Garland, Bannon y Navarro
Contexto:
Merrick Garland: Actual Fiscal General de los Estados Unidos (nominado por el presidente Biden).
Steve Bannon: Ex asesor principal de la Casa Blanca durante la administración Trump.
Peter Navarro: Ex asesor comercial de la Casa Blanca durante la administración Trump.
Situaciones específicas:
Merrick Garland: En 2023, Garland fue citado por el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, controlado por los republicanos, para testificar sobre diversas investigaciones del Departamento de Justicia. Garland se negó a comparecer, citando la política de larga data del Departamento de Justicia de no discutir investigaciones en curso.
Steve Bannon: En 2021, Bannon fue citado por el Comité Selecto de la Cámara que investigaba el asalto al Capitolio del 6 de enero. Se negó a comparecer, alegando privilegio ejecutivo a pesar de que ya no trabajaba en la Casa Blanca en el momento de los eventos investigados.
Peter Navarro: Similar a Bannon, Navarro fue citado por el mismo comité en 2022 y también se negó a comparecer, citando el privilegio ejecutivo.
Resultados legales:
"Merrick Garland: Hasta la fecha, no ha enfrentado cargos criminales por su negativa a testificar. El Comité Judicial de la Cámara ha amenazado con iniciar procedimientos de desacato, pero no ha avanzado en esa dirección."
"Steve Bannon: Fue acusado de desacato al Congreso en noviembre de 2021. En julio de 2022, fue declarado culpable y sentenciado a cuatro meses de prisión y una multa de $6,500. "
"Peter Navarro: Fue acusado de desacato al Congreso en junio de 2022. En septiembre de 2023, fue declarado culpable y sentenciado a cuatro meses de prisión y una multa de $9,500."
Diferencias:
Posición actual: Garland es un funcionario en ejercicio del gobierno de Biden (Fiscal general de los Estados Unidos), mientras que Bannon (fue estratega jefe de la Casa Blanca en el gobierno de Trump) y Navarro (fue exasesor comercial de la Casa Blanca en el gobierno de Trump).
Naturaleza de la investigación: La citación a Garland se relacionaba con investigaciones en curso del Departamento de Justicia, mientras que las de Bannon y Navarro se referían a eventos pasados.
Base legal del privilegio ejecutivo: El reclamo de Garland del privilegio ejecutivo fue aprobado por el Departamento de Justicia, mientras que los de Bannon y Navarro fueron desaprobados lo que demuestra la existencia de parcialidad política.
Controversia:
Los defensores de Bannon y Navarro argumentan que están siendo tratados injustamente en comparación con Garland, señalando que todos se negaron a testificar. Los críticos de Garland sostienen que debería ser sometido al mismo estándar.
Por otro lado, los defensores de Garland argumentan que su situación es fundamentalmente diferente debido a su posición actual y la naturaleza de la información solicitada. Los críticos de Bannon y Navarro sostienen que sus reclamos de privilegio ejecutivo carecían de base legal sólida.
Conclusión: Aunque estos casos comparten la característica común de negativa a testificar ante el Congreso, las diferencias en sus circunstancias específicas y bases legales han llevado a resultados distintos. El debate sobre si esto constituye un trato diferenciado injusto es mas que evidente y es el resultado de diferencias legítimas en las circunstancias políticas actuales que premian a los demócratas y castigan a los republicanos. Las injusticias legalizadas durante la administración Biden-Obama continuarán siendo un tema de discusión en círculos legales y políticos.
La existencia del sesgo legal basado en la filiación política y la parcialidad que favorece a los demócratas es irrefutable a pesar de que la administración del régimen de Biden Obama pretende demostrar que no intervienen ni influyen en las decisiones del DOJ o de las instituciones tales como el FBI que están actuando como arma de persecución implacable contra los republicanos, lo que ha traido como consecuencia la existencia innegable de presos políticos y la violación sistemática del estado de derecho en los Estados Unidos con la consecuente perdida de confianza de los estadounienses y del mundo en general de las instituciones que se suponen apliquen la justicia imparcialmente.
Los animo a investigar más a fondo estos y otros casos para formar sus propias opiniones sobre el funcionamiento del sistema de justicia en relación con figuras políticas de alto perfil y si no concuerdan con mi análisis expresn sus criterios en nuestras cuentas oficiales de los medios sociales.
Biden no reconoce que tiene problemas mentales por lo que no se va a someter a ningún examen para recibir un diagnóstico oficial que demuestre lo contrario, y mucho menos va a renunciar voluntariamente a la presidencia, bien por ser un viejo testarudo en el mejor de los casos o por que su demencia patológica le impide darse cuenta que no tiene la capacidad para seguir gobernando los Estados Unidos.
La situación actual
Los demócratas están teniendo una discusión pública sobre qué hacer con Joe Biden, ya que es evidente que el presidente demócrata no está en plenas facultades mentales.
La Constitución nos da una solución clara: destituir a Biden y hacer que la vicepresidenta jure como presidenta.
Las opciones
La única pregunta es si la destitución será voluntaria o forzosa. ¿Biden enviará una declaración por escrito al Congreso diciendo que no puede cumplir con sus deberes? Todo parece indicar que por su incapacidad mental no va darse cuenta de su estado actual
¿O el vicepresidente y el Gabinete destituirán a Biden por su incapacidad? Es lo mas aconsejable que ocurra tan rapido como sea posible, para que el partido pueda encontrar y prepara al nuevo candidato que se enfrentará a Trump en la carrera por la presidencia?
Destitución voluntaria, en virtud de la Sección 3 de la 25ª Enmienda, o forzosa, en virtud de la Sección 4. ¿Transmitirá Biden al Congreso "su declaración por escrito de que es incapaz de desempeñar los poderes y obligaciones de su cargo"? ¿O informarán el vicepresidente y la mayoría del Gabinete al Congreso de la incapacidad del presidente Biden y lo destituirán?
La inacción actual de la vicepresitenta y del Gabinete es un incumpliendo al juramento de proteger la Constitución
La vicepresidenta Kamala Harris y el Gabinete de Biden no están cumpliendo con su juramento de proteger la Constitución al mantenerse promoviendo la candidatura de Biden, cuando ellos saben mejor que nadie que esta incapacitado incluso para mantenerse en las funciones actuales como presidente y que están poniendo en peligro la seguridad de los Estados Unidos al mantener por motivos políticos a Biden sentado en la Casa Blanca cuando debiera estar recluido en un manicomio, en otra institución psiquiatrica o en su casa con un tratamiento adecuado a su vejez y enfermedad mental.
Ya es hora de tomar una decisión pronto y sacar a Biden de la presidencia por el bien del país y el del propio presidente.
La incapacidad de Biden no admite justificaciones para mantenerlo como presidente
Muchos tratan de justificar la permanencia de Biden como comandante en jefe, justificando sus errores, meteduras de pata, incongruencias, alusinaciones, desequilibio físico y mental, desorientacion y perdida de rumbo y memoria, errores verbales y lapsos mentales como ocacionales o temporales, en lugar de reconocer su triste realidad, de que no está apto para seguir gobernando la nación.
No importa la razón, simplemente Biden no puede liderar los EE. UU. si no está mentalmente capacitado las 24 horas del día. La Constitución establece claramente qué hacer en estos casos.
Las consecuencias políticas
Por complicada que parezca políticamente la destitución de Biden exiten y esta definido el proceso en la Constitución y su aplicación sería la mejor opción para los demócratas, la estabilidad de la nación y una transición de cambio de poder ordenada, donde por ley le corresponde a Kamala Harris ocupar el cargo de presidenta interina y centrarse en encontrar un nuevo candidato para las elecciones.
El futuro político
A pesar de la actual crisis política que atraviesan los demócratas, serán ellos quienes sigan gobernando hasta poder ser sustituidos en las próximas elecciones presidenciales si el Partido Republicano consigue ganar las elecciones con el candidato Trump, como todo parece indicar según las encuestas. En consecuencia, los republicanos deben actuar de acuerdo con la Constitución y no pensar que la destitución de Biden les garantizará la presidencia automática, ya que los demócratas intentarán movilizar todas sus fuerzas políticas y electorales posibles para mantenerse en el poder. Los republicanos por su parte tienen que saber aprovechar el momento y mejorar sus campañas electorales para ganarse el voto de los indecisos y de algunos democratas descontentos con la administración actua, por lo que tendrán que ser capaces de movilizar a toda su base electoral para participar masiva y activamente en las votaciones, ya que la destitución de Biden no les da un pase directo para ganar las elecciones presidenciales.
En resumen, es hora de que el partido demócrata tome una decisión sobre el futuro de Joe Biden y los republicanos saquen las ventajas electorales que les proporciona este momento y que todos sus votantes salgan a votar para alcanzar una mayoría abrumadora y eliminar cualquier posibilidad de que los demócratas puedan manipular las votaciones a su favor como hicieron en las elecciones del 2020.
La seguridad de Estados Unidos no puede estar en manos de una persona con trastorno cognitivo o en estado de demencia
Sin animo partidista pretendo analizar la necesidad imperiosa de reeplazar definitivamente a Biden como presidente o al menos temporalmente ya que en los últimos meses a las claras se nota que su salud mental ha sufrido un deterioro alarmante propio de una enfermedad mental en estado avanzado y sinceramente no hay que ser un especialista en la materia para percatarse de la gravedad del asunto.
Quizas en el pasado haya dicho algunas mentiras, tenido simplemente errores verbales o "lapsus linguae" pero todo indica que sus problemas cognitivos se han ido incrementando exponencialmente a tal punto que desde hace un buen tiempo debió ser sometido a un examen riguroso para diagnosticar la gravedad de su estado mental o si existia alguna probalilidad de mejoría con algun tratamiento.
¡Biden tiene que ser reemplazado ahora! por el bien de la nación y del propio presidente
Este 4 de julio se dispararon de nuevo las alarmas sobre la incapacidad mental de Biden para realizar las funciones actuales y futuras que corresponden al, presidente y comandante en jefe cuando en una entrevista de una estación de radio en Filadelfia expresara frases incongruentes y descabelladas:
"Por cierto, estoy orgulloso de ser, como dije, el primer vicepresidente, la primera mujer negra... en servir con un presidente negro". "Orgulloso de participar como la primera mujer negra en el Tribunal Supremo. Hay tanto que podemos hacer porque, mira... somos los Estados Unidos de América"
El comentario dejó a muchos rascándose la cabeza y preguntándose en qué demonios estaba pensando. Mientras que otros de sus seguidores incondicionales lo vieron como un momento de humor involuntario en un panorama político por lo demás serio.
En su discurso del 4 de julio en la Casa Blanca,hablando sobre el expresidente Donald Trump, se refirió a él como “un colega nuestro, un expresidente”, antes de terminar abruptamente la historia, diciendo: “Probablemente No debería decirse de todos modos.”
Algunos fanáticos ven este comentario como una metedura de pata "inofensiva".
Las anteriores incongruencias, perdidas de orientación, disparates, confusiones y referencias a inexistentes situaciones de su vida, la de su familiares y de su participación en supestros acontecimientos históricos no los mencionaremos para evitar un artículo demasiado largo.
En los últimos meses, efectivamente, hemos presenciado una serie de incidentes que van más allá de simples errores verbales o lapsus ocasionales. Las declaraciones confusas y aparentemente desconectadas de la realidad se han incrementado a tal punto que muchos de sus colegas mas realistas están pidiendo que se haga a un lado y abandone la campaña por el bien del partido demócrata.