Biden y Kamala: La yunta de desastre energético e inflación

Kamala y Biden yunta inflacion transparenteBiden y Kamala: La yunta de desastre energético e inflación

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La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, ha sido una de las principales culpables del desastre energético y la inflación durante la administración del presidente Joe Biden. La crisis energética y la inflación han sido cuestiones clave que han afectado al pueblo estadounidense, y muchos creen que las políticas defendidas por Harris han agravado estos problemas. En este ensayo, profundizaré en el papel que Kamala Harris ha desempeñado en el empeoramiento de la crisis energética y la inflación bajo la presidencia de Biden.

Trump convirtió a Estados Unidos en un exportador neto de petróleo y el mayor productor de petróleo del mundo, superando a Rusia y Arabia Saudita , rompiendo 75 años de dependencia continua y le entregó a la administración Biden un pais con total “independencia energética”. Cuando Trump asumió el cargo, la inflación era del 2,1 por ciento y la redujo al 1,2 por ciento en 2020. Con Biden la inflación remontó al 9,1 la mas alta en 4 decadas. Datos del Departamento del Trabajo muestran que los precios al consumidor aumentaron 19,2% desde que Biden asumió el cargo.

Como la candidata a las elecciones presidenciales por el partido demócrata muchos quieren blanquear las culpas de Harris en la debacle energética e inflacionaria y poner a Biden como el único responsable de los fracasos de la administración. En este ensayo te mostraremos la incidencia de Kamala en la crisis enegética y la inflacion como compañera de yunta junto a Biden.

Razones por las que se culpa a Harris del desastre energético y la inflación

Políticas medioambientales impulsadas por Kamala y consecuencias

Una de las principales razones por las que se culpa a Harris del desastre energético y la inflación es su postura sobre las políticas medioambientales. Harris ha sido una firme defensora de la transición a fuentes de energía renovables y de la reducción de las emisiones de carbono. Aunque estos objetivos son importantes para combatir las causas cuestionadas del cambio climático, los críticos sostienen que la locura del impulso para una rápida transición de abandonar los combustibles fósiles ha provocado escasez de energía y un aumento descomunal de los precios para los consumidores y la industria americana en general. El cierre de centrales eléctricas de carbón y gas natural ha provocado una disminución de la producción de energía, contribuyendo a la crisis energética en que han sumido al país.

 

Es necesario aclarar que pese a las campañas de bombo y platillo de los demócratas sobre los logros alcanzados por las fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar, las mismas realmente se encuentran aún en las primeras fases de desarrollo y todavía no son capaces de sustituir a gran escala a las fuentes de energía tradicionales.

Otro factor que contribuye al desastre energético y a la inflación es el apoyo de Harris a políticas que restringen la producción de petróleo y gas. La administración Biden ha impuesto restricciones a la perforación en tierras federales y ha revocado permisos para oleoductos, lo que ha provocado un descenso de la producción nacional de petróleo. Esto ha hecho que Estados Unidos dependa más del petróleo importado, lo que ha disparado los precios en las gasolineras. Además, la disminución de la producción nacional de petróleo ha provocado la pérdida de puestos de trabajo en el sector energético, agravando aún más los problemas económicos a los que se enfrentan los estadounidenses.

Además, Kamala Harris ha apoyado políticas como la cancelación de proyectos claves de infraestructuras energéticas como el oleoducto Keystone XL, que habría proporcionado miles de puestos de trabajo y contribuido a la seguridad energética.

Al imponer regulaciones onerosas a los productores de energía, Harris ha limitado la capacidad de Estados Unidos para satisfacer sus necesidades energéticas y ha obligado al país a depender de las importaciones de otras naciones.

Por otra parte, el impulso de Harris a las iniciativas de energía verde también ha provocado un aumento de los costes para los consumidores. Las fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar, son más caras de producir que los combustibles fósiles tradicionales, lo que se traduce en un aumento de los precios de la electricidad. La transición a los vehículos eléctricos, que Harris ha defendido, también ha puesto a prueba la red eléctrica, contribuyendo aún más a la crisis energética.

Además, Kamala Harris ha sido criticada por su pésima gestión de la crisis fronteriza, que ha contribuido indirectamente al desastre energético al que se enfrenta la administración Biden. La oleada de inmigrantes en la frontera ha ejercido presión sobre los recursos y las infraestructuras de los estados fronterizos, incluidas las infraestructuras energéticas. Al desviar recursos para hacer frente a la crisis fronteriza, Harris ha tensado aún más el sector energético y ha contribuido a la escasez de suministro y al aumento de los costes.

Estos factores han provocado presiones inflacionistas, ya que los mayores costes energéticos se repercuten en los consumidores en forma de precios más altos de bienes y servicios.

El hecho de que Harris no haya abordado las causas profundas de la crisis energética y la inflación no ha hecho sino empeorar la situación. En lugar de aplicar políticas que promuevan la independencia energética y abaraten los costes para los consumidores, Harris se ha centrado en imponer normativas y restricciones que han perturbado el mercado energético. Esta falta de previsión y comprensión de las complejidades del sector energético ha empeorado los retos a los que se enfrenta el pueblo estadounidense.

La gestión de Harris de la crisis energética y la inflación también ha suscitado dudas sobre su capacidad de liderazgo. Como Vicepresidenta, Harris desempeña un papel clave en la toma de decisiones políticas y la orientación del Presidente. Sin embargo, su incapacidad para abordar eficazmente el desastre energético y la inflación ha puesto en tela de juicio su competencia y capacidad de liderazgo en tiempos de crisis. Esta falta de liderazgo ha alimentado aún más las críticas contra Harris y su papel en el agravamiento de los retos a los que se enfrenta el pueblo estadounidense.

Además, los estrechos vínculos de Harris con grupos de intereses especiales y grupos de presión del sector energético también han suscitado inquietud sobre su actuación como Vicepresidenta. Los críticos sostienen que la lealtad de Harris a estos grupos ha influido en su toma de decisiones y ha dado lugar a políticas que benefician a las grandes corporaciones a expensas del pueblo estadounidense. Esta percepción de falta de transparencia y responsabilidad ha erosionado aún más la confianza en Harris y en su capacidad para abordar eficazmente la crisis energética y la inflación.

Falta de experiencia energética y corrupción

Falta de experiencia y conocimientos de Kamala Harris en política energética ha obstaculizado su capacidad para abordar eficazmente la crisis energética a la que se enfrenta el país. Como antigua fiscal y senadora, Harris carece de los conocimientos técnicos y la comprensión del sector energético necesarios para elaborar políticas y soluciones eficaces. Su escasa experiencia en cuestiones energéticas le ha dificultado desenvolverse en las complejidades del sector y desarrollar políticas energéticas sostenibles.

Corrupción, los estrechos vínculos de Kamala Harris con activistas ecologistas y grupos de presión han influido en sus decisiones sobre política energética y han dado lugar a un enfoque sesgado de las cuestiones energéticas. Al alinearse con grupos de intereses especiales que dan prioridad a la conservación del medio ambiente frente a la seguridad y la asequibilidad de la energía, Harris no ha logrado encontrar un equilibrio entre la protección del medio ambiente y el crecimiento económico. Su dependencia de las aportaciones de estos grupos ha sesgado sus políticas energéticas en favor de intereses estrechos y ha desatendido las necesidades más generales del país.

Además, la incapacidad de Harris para comunicar una estrategia clara y coherente para hacer frente a la crisis energética y la inflación no ha hecho sino aumentar la confusión y la incertidumbre en torno a estas cuestiones. La falta de un plan coherente para hacer frente al aumento de los precios de la energía y la inflación ha dejado a muchos estadounidenses ansiosos e inseguros sobre el futuro.

La incapacidad de Harris para comunicar eficazmente las prioridades y objetivos de la administración no ha hecho sino exacerbar los retos a los que se enfrenta el pueblo estadounidense.

En conclusión, Kamala Harris ha contribuido en gran medida al desastre energético y a la inflación durante la administración del presidente Biden. Su apoyo a políticas que restringen la producción de petróleo y gas, promueven iniciativas de energía verde y no abordan las causas profundas de la crisis han empeorado los retos a los que se enfrenta el pueblo estadounidense.

La falta de liderazgo de Harris, sus vínculos con grupos de intereses especiales y su incapacidad para comunicar una estrategia clara no han hecho sino aumentar la confusión y la incertidumbre en torno a estas cuestiones.

De cara al futuro, es crucial que los votantes analizen que tanto Harris como Biden y el resto de la administración demócrata son los responsables de la crisis energética, la elevacion del costo de la vida y la inflación al que han sometido a los estadounidenses y que dirijan su voto a Donald Trump para salvar y recatar a América de nuevo y volver a hacer a América Grande de Nuevo.

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🖋️Autor Jose Tarano

Autor Jose Tarano🖋️Jose Tarano  
Jose Tarano es productor técnico, diseñador gráfico, colaborador e investigador de Patria de Martí The CubanAmerican Voice y columnista. Es licenciado en Ingeniería Eléctrica en Telecomunicaciones por el ISPJAE y es fundador de Electronics JR Computer Design and Service. Es oriundo de Santiago de las Vegas, La Habana, Cuba, pero reside en Estados Unidos.

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