Cuba castrocomunista intensifica su antiamericanismo
Las administraciones norteñas (Biden y Obama) están ancladas muy lejos de la verdad histórica y por eso convertirán a Cuba en un portaviones terrestre cercano de sus costas
Una influencia considerable ha dado enorme poder sobre una potencia militar. Todo por subestimación del enemigo y un razonamiento irreflexivo. Los agentes de influencia y espías infiltrados en las altas esferas diplomáticas y militares de la superpotencia nuclear y económica permitieron al falso David castrista prolongar su ideología y el sufrimiento de su pueblo en el tiempo; demostrándose que la dictadura castrocomunista es un monumento evidente de intolerancia, depredación de la libertad y los derechos humanos.
El régimen castrista ha desestabilizado la región occidental con su ideología comunista desde la usurpación del poder en el país en 1959. La región está formada por 35 países y en casi todos los latinoamericanos los ha desestabilizado con la injerencia de narcoguerrillas e infiltración de sus agentes en el sistema político y la transgresión de su soberanía nacional.
Una de las personalidades que expuso tempranamente y con claridad la capacidad bélica injerencista de la dictadura cubana fue el senador y candidato presidencial estadounidense Barry Goldwater, en 1961 dijo: “Estados Unidos tendrá que invadir a Cuba, tarde o temprano para salvar al hemisferio del comunismo”. En 1983 cuando la invasión soviética cubana e imposición de las traumáticas guerras civiles en Centroamérica, en especial El Salvador, Goldwater manifestó que no se oponía a una invasión a Cuba, “si los cubanos continúan su intento de dominar el Caribe y de cubanizar a nuestros amigos de América del Sur”.
El tirano Fidel Castro, su heredero el general Raúl, y su designado gobernante Miguel Díaz-Canel están conscientes de las palabras del senador de Arizona Barry Goldwater y que no habría ninguna oportunidad de subsistencia de su régimen tiránico ante tal acción liberadora. Y aunque han declarado que la nación americana es su enemigo, las peleas bélicas durante un largo período las han hecho contra ellos pero a través de terceros; guerrearon contra los yanquis en muchos lugares del mundo, en Angola fue durante 15 años en la guerra civil y, sin embargo, nunca lo hicieron en Guantánamo, Cuba.
La dirigencia tiránica del castrocomunismo sabe que las palabras de Goldwater aún están vigentes y son como una profecía en el tiempo y las más didácticas son: “Entonces creo que deberíamos imponer un embargo económico completo contra Cuba y, si es necesario, apoyarla con un bloqueo militar. En caso de que estas medidas no funcionen, entonces creo que debemos estar preparados para tomar medidas militares directas, preferiblemente en concierto con otros estados, para desalojar al castrismo de nuestra puerta sur “.
El presidente George W. Bush lanzó la estrategia internacional a largo plazo de la batalla ideológica de promover la libertad y la dignidad humana por medio de una democracia eficaz como antídoto de la opresión y el totalitarismo en el mundo. Esto nos recordaba el proceso de democratización a través de la democracia representativa, la libertad y prosperidad, asociados a la paz, que lograron los pueblos alemanes y japonés después de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, aquella política internacional de libertad y paz de Bush fue eliminada y sustituida por la visión estratégica de la administración del presidente Barack Obama, donde priorizaban la conciliación entre los países sin importar si eran las reminiscencias de la guerra fría de los regímenes totalitarios, depredadores de la libertad y las graves violadores de los derechos humanos como Cuba, China comunista, Corea del Norte, Irán de los ayatolás, etc.
La política obamista de paz a cualquier precio logró la humillación internacional y el aumento de la prepotencia belicosa y el rearme de los regímenes tiránicos, igualmente con el mandatario Joe Biden, y se cumplió la predica de Winston Churchill: “El que se humilla para evitar la guerra, tiene primero la humillación y después la guerra”.
La Cuba comunista fue muy favorecida inmerecidamente por la política del avestruz de la administración de Obama-Bide y conllevó a la conciliación y flexibilización a la tiraría cubana. Tan felices se veían Obama y Castro que estuvieron juntos en un juego de pelota en La Habana, qué aberración, y hasta una embajada abrieron en la Isla comunista en violación de sus propias leyes como la Ley Libertad o Ley de Libertad y Solidaridad Democrática con Cuba, de 1996.
Comentaré algunos de los desastres que hicieron en Cuba y no en el mundo. Desde el barco civil Chong Chon Gang con carga militar de guerra a Corea comunista escondida bajo alimentos en violación de los tratados internacionales (ONU) que se hicieron de la vista gorda y, asimismo, mucho peor con los ataques sónicos a sus diplomáticos, que enmascararon en un proceso de salud y lo llaman Síndrome de La Habana.
Las definiciones promovidas por espías al servicio del régimen de Cuba, infiltrados en el Pentágono y Departamento de Estado, como “Cuba no es una amenaza para los EEUU” y “Preferible el statu quo ante el caos” que quizás desencadenaría el cambio libertario, se continúa con la vigencia de ambas frases, depravadas y acientíficas, como sino conocieran el proceder original.
Las administraciones norteñas (Biden y Obama) están ancladas muy lejos de la verdad histórica y por eso convertirán a Cuba en un portaviones terrestre cercano de sus costas. Las bases militares satelitales terrestres de Rusia, Glonass, y China, BeiDou son el inicio; ya estuvo en La Habana una flotilla naval de guerra con un submarino nuclear, que maniobró militarmente cercana a los países anglosajones y el objetivo es pronto instalar los cohetes nucleares estratégicos y tácticos que el régimen gobernante cubano solicitó al tirano Vladimir Putin.
Así como la administración estadounidense ha mantenido durante largos años la frase del régimen castrocomunista, de que “Cuba no es una amenaza para EEUU”, su triunfo también está en la declaración del designado gobernante Díaz-Canel en Moscú, de que Cuba y Rusia tienen un mismo enemigo, los EEUU (2022) y hoy en día el vocero del Kremlin, Dmitris Peskov, lo asegura bien para aquel ilustres senador arizoniano, su nación y el mundo: “Ahora somos un país enemigo para ellos, como ellos lo son para nosotros.
Autor: Oscar Elías Biscet, médico y líder cubano de derechos humanos, ex preso político y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad 2007, nominado -Premio Nobel de la Paz 2005, Presidente de Fundación Lawton DDHH. Vive en La Habana, Cuba. Síguelo en https://www.facebook.com/Dr.OscarEliasBiscet