Otero en huelga de hambre. El activista cubano Luis Manuel Otero Alcántara inició este domingo 25 de abril una huelga de hambre y sed debido al estado de sitio que el régimen de Miguel Díaz-Canel mantiene en San Isidro desde el pasado mes de noviembre. “Yo no quiero vivir así, y este es el último recurso que tiene uno dentro de su moral”.
“Ahorita llevo un mes sitiado, sin poder salir de mi casa, la violencia ha ido in crescendo impunemente hacia los activistas, los miembros del Movimiento San Isidro, mis amigos, mi familia”, denunció Otero Alcántara en declaraciones exclusivas para CubaNet.
“Al régimen nada lo hace reducir la violencia”, dijo, “y uno no es una máquina, uno tiene sentimientos, a mi me duele que en mi cuadra la gente esté incómoda con la presencia policial, 24 por 24. La violencia física, la violencia verbal, hacia mi, hacia los demás, la tortura en un espacio tan cerrado”. Todo esto asegura que le hace preguntarse cuál es el límite del gobierno, “¿fusilarte, matarte? Porque al final esto nos va a llevar a la locura, a la demencia. El régimen quiere que yo muera, perfecto, al final por el camino que vamos podemos terminar locos, caminando por las calles, pues este estrés no lo aguanta nadie”, señaló.
Luis Manuel Otero aseguró a CubaNet que él prefiere que su vida se le escape poco a poco en su casa, pintando, de manera espiritual y conectado con sus amigos, su familia y su barrio. “Ya bastante hemos aguantado”.
Asimismo, explicó que no va a ceder, “yo nací para hacer arte, vivo en Cuba, y voy a vivir en Cuba hoy, mañana y siempre. Pero yo no aguanto la dictadura en este país, no aguanto que mis hijos tengan miedo, que mis amigos tengan miedo, que los vecinos tengan una cámara al lado de su casa” con la que además de vigilarlo a él los vigilan a todos.
“Esta vez, de verdad, es por un sentimiento de solidaridad con mis vecinos, con todos mis amigos, y si mi cuerpo tiene que servir para alimentar a los peses pues servirá, pero mi espíritu va a ser libre, como mi arte, siempre lo he dicho”.
Luis Manuel Otero, que desde el pasado mes de noviembre, cuando junto a otras 14 personas se acuarteló en su casa, sede del Movimiento San Isidro, para exigir la liberación del rapero contestatario Denis Solís a través, también, de una huelga de hambre, ha sido blanco de la violencia y la represión del régimen castrista por su activismo y su radical postura contra el gobierno.
“No me dejas pintar ya ni dentro de mi casa, no me dejas salir a reclamar mis derechos al Capitolio, a entregar una carta, quieres que sea un zombi, ¿qué esperas?, que me de un sogaso, no lo voy a hacer”, le reafirmó al gobierno.
“La huelga de hambre es el último recurso, y es mi derecho a morir, hablando con mis amigos. Peor es perder la cabeza y entonces mueres como quieren ellos, y eso no. Vamos a ir a por todas. Prefiero morir aquí y ahora a ser un zombi o a emigrar. Mira cuántos cubanos no pueden separarse de esa realidad”.
“Yo, que tengo un amor, no sé de donde sale, por este pinche puto país, por la realidad cubana, imagínate si emigro, voy a ser un zombi doble. Se trancó el dominó, no existe otra salida”, finalizó.