Protestas públicas incrementaron en febrero en Cuba. La cantidad de protestas creció con respecto a enero de este año, con más protestas surgidas por una población que no cree en las promesas del castrismo y que perdió el miedo.
Redacción | Foundation for Human Rights in Cuba
En el mes de febrero se registraron 159 manifestaciones públicas de protesta, 22 más que en enero (137). De ellas, a diferencia de lo que ocurría hasta mediados del año pasado, el 70 % estuvieron relacionadas con los derechos políticos y civiles, y solo el 30% con derechos económicos y sociales a pesar de la crisis socioeconómica que azota al país.
La causa principal del crecimiento de las protestas en febrero es el empecinamiento en reprimirlas de un régimen que perdió toda credibilidad ante una sociedad civil cada vez más crítica y diversa.
Un gobierno que carece de poder de convocatoria, que ha perdido su capital simbólico (credibilidad, legitimidad, prestigio), y que se empeña en recurrir a contraproducentes campañas de represión y desacreditación sin derecho a réplica contra sus críticos. Su represión viene multiplicando las manifestaciones de protesta en Cuba, surgidas de una multifacética sociedad civil compuesta por individuos y grupos que no creen en más promesas y han perdido el miedo.
Las protestas del mes reflejan el diverso y creciente abanico de actores críticos que conforman la actual sociedad civil cubana, entre ellos artistas, periodistas independientes, animalistas, trabajadores por cuenta propia, cineastas, agricultores privados y otros.
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A estos se comienzan a sumar sectores profesionales hasta ahora mayormente pasivos como abogados, arquitectos, médicos, profesores, científicos y contadores, después que una “reforma” de las categorías permitidas les excluyera –ahora de forma explícita y legal- ejercer como privados.
Las protestas económicas y sociales del mes fueron catalizadas fundamentalmente por estas últimas prohibiciones y por el incremento del costo de vida a partir de aumentos de precios que forman parte de la llamada “tarea ordenamiento”.
Y por primera vez en 62 años altos exoficiales de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior se unieron para reclamar a sus compañeros de armas que no disparen contra el pueblo y lo protejan de la represión. Un nuevo desafío al régimen vigente que el gobierno cubano no puede minimizar.
En vista del incremento y diversificación de las protestas, el Conflictómetro de febrero del OCC explica que “hay una rápida concientización masiva dentro y fuera de Cuba de que “el Estado ya no asume responsabilidad alguna por el bienestar general ni respeta derechos ciudadanos básicos”.
De ahí la reflexión de los exoficiales militares en su comunicado respecto a que “Ya no hay revolución ni socialismo que defender”. De ahí también los versos de la contagiosa canción Patria y Vida, con cerca de 200 mil vistas en YouTube en unos días, y en la que seis populares músicos cubanos expresan el sentir de la gente de a pie en la isla: “Se acabó, Y no tenemos miedo, se acabó el engaño. Ya se acabó, Son sesenta y dos haciendo daño”.