Cuba sin almohadillas sanitarias: Una de las tantas pesadillas de la mujer cubana en 61 años de castrocomunismo, sin javón, sin detergente y lo peor sin agua, sin contar las penurias de la la escasez de artículos alimenticios de primera necesidad y de medicamentos del "paraiso comunista", donde lo único que abunda son las consignas, las justificaciones, la represión y las violaciones de los derechos humanos.
Por solo citar un ejemplo las hermanas Miranda Leyva han denunciado en Facebook►
"Las cubanas en la provincia de Holguín llevan más de 5 meses sin poder comprar en las farmacias comunistas las almohadillas sanitarias (conocidas como “íntimas") para utilizarlas en su período menstrual".
Pese a que en Noviembre del 2019 fue inaugurada la Fábrica de Pañales Desechables y Almohadillas Sanitarias de la corporación vietnamita Thai Binh en la cacareada Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) la mujer cubana sigue confrontando la escasez del producto sanitario teniendo que recurrir a técnicas de fabricación caseras de "íntimas" pedazos de tela vieja; que tienen que lavar y hervir para usarlos nuevamente, cuando tienen agua y/o combustible, con los perjuicios y daños a la salud que pueden causar.
Los medios oficiales del régimen se han visto obligados a tratar sobre el tema con las justificaciones recurrentes y las fallidas promesas de soluciones a los problemas cotidianos que se acrecientan por la incapacidad de un sistema que está condenado al fracaso.
Un artículo del periódico Juventud Rebelde del 15 de enero del 2018 reflejó las dimensiones del problema con el título:
El añejo problema con las «íntimas» por Iviani Padín Geroy
"Un paquete de almohadillas sanitarias(10 unidades/mes) no es suficiente para suplir la necesidad higiénica básica de las mujeres en edad fértil. La calidad del producto también es un tema pendiente".
«Ahora me están dando las íntimas de septiembre, según las farmacéuticas porque han llegado hasta la octava vuelta y serán las últimas que se darán este año», dice Odalis González, de 25 años.
«En la casa somos mis dos hijas y yo, y las tres tenemos abundante flujo menstrual, por lo que necesitamos al mes de tres a cuatro paquetes además de los que se nos asignan. Las compramos cerca de la farmacia a un señor que siempre las vende a diez pesos, porque mi salario no alcanza para obtenerlas por divisa», comenta Yuniet Medina, de Centro Habana.
El artículo concluye: «Las preocupaciones que las mujeres plantean con respecto a las almohadillas sanitarias parecen acumularse, y para ellas aún no existen soluciones definitivas, al menos en los próximos meses, durante los cuales solo queda esperar que no existan problemas en la producción o transportación de los paquetes Mariposa, y así, al menos, obtener las 120 unidades que nos corresponden anualmente.»
Un video publicado por Cubanet del 2017 y otro por Cubaencuentro en el 2009 (tomado del Sistema Informativo de la TV Cubana) comprueba que la escasez de las almohadillas sanitarias denunciada por Ana Iris tiene una larga data.
El periódico oficial Granma del Partido Comunista de Cuba anunció con bombos y platillos el 3 de abril del 2018 :
Se restablecerá producción de almohadillas sanitarias a partir del próximo arribo de materias primas
Y hoy 2 años mas tarde la situación es aun peor, a pesar que desde Noviembre del 2019 la dictadura cuenta con una nueva fabrica de la corporación vietnamita Thai Binh.
La directora general de la Empresa de Materiales Higiénico-Sanitarios (Mathisa), Emma Hernández Ibarra, explicó en el 2017 que hubo retrasos en la adquisición de materias primas debido a dificultades con la disponibilidad de financiamiento, aunque llegará de forma escalonada y se garantizará el plan ascendente a 42 millones de unidades físicas para este año.
De las diez materias primas necesarias para la confección de almohadillas sanitarias, ocho son importadas de países como España, Italia y China, y solo el material de envase y embalaje procede del mercado interno.
Así mismo anunciaron que no obstante, esta situación debería cambiar en el país a mediano plazo cuando la fábrica vietnamita ubicada en la Zona Especial de Desarrollo Mariel comience la producción de almohadillas sanitarias y de culeros desechables, no obstante el cuartico castrocomunista de la escasez de las almohadillas sanitarias está igualito y la mujer cubana sigue lidiando con la insalubre problemática mensual de su ciclo menstrual, que el incapaz desgobierno jamás resolverá, como tantos otros.