En la mirilla del castrismo: José D. Ferrer y Rosa M. Payá. La dictadura castrista incrementa su cruzada mediática contra José Daniel Ferrer y Rosa María Payá para justificar ante el pueblo cubano y la opinión internacional la sanción que aplicarán al preso político cubano.
Todos los medios de comunicación castristas se han hecho eco de la publicación del periódico Granma "Dos mercenarios al tiro" en la sucia campaña difamatoria contra José Daniel Ferrer, opositor cubano y director de la UNPACU como preámbulo de la sentencia precocinada de 9 años por los presuntos cargos de lesiones y privación ilegítima de la libertad que aplicarán al preso político encarcelado desde el 1 de octubre del 2019 junto a otros tres miembros de la organización pacífica opositora.
Como parte de la cruzada mediática en contra de los opositores el régimen han aprovechado la oportunidad para continuar desacreditando a Rosa María Payá, lider de Cuba Decide y presidenta de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia.
También la prensa oficialista, los noticieros de la radio y la TV cubana, los sitios web castristas, y los medios sociales de los dirigentes y organizaciones se han unido a la campaña de descredito de la oposición cubana con el artículo "Cuba desmonta campaña de descrédito al sistema judicial por detención de José Daniel Ferrer (+ Video)" donde incluyen sus ofensas e improperios sobre todos los que apoyan la campaña por la liberación de Ferrer.
A continuación le ofrecemos parte del artículo y el link del video ►:
Infames personajes como el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el senador Marco Rubio, se alían esta vez con figuras menos conocidas como la encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, Mara Tekach, y la itinerante contrarrevolucionaria Rosa María Payá.
Morgan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado, se sumó a la campaña, dejando claro que el ejecutivo imperialista está apoyando las espurias causas de una “oposición”, que no cuenta con legitimidad ni autoridad en la Isla que pretenden “liberar”.
Esa “oposición”, que no es más que una red contrarrevolucionaria donde brillan por su ignominia figuras como Ana Olema, que intentó negar su participación en la afrenta a José Martí (hace poco denunciada y desenmascarada), pero cuya relación conlos autores materiales y el pago realizado por su acción es irrebatible.
El apoyo de gobiernos de facto como el de Jeanine Áñez, en Bolivia, tampoco hace mucho por la causa de la contrarrevolución. El ambiente tremendamente polarizado, que propicia la virulenta administración del presidente Donald Trump, ha dejado muy claro quienes están con Cuba, y quienes con cualquiera que se oponga al socialismo en Cuba, sea cual fuere su calaña.
Ni siquiera los cubanos residentes en el exterior confían en estos “cabecillas” de la “democracia para Cuba”. Es elocuente el testimonio de un antiguo miembro de Unpacu que declaró que, si bien no creía que Ferrer trabajara para la inteligencia cubana, era el mejor agente de la República de Cuba: “hacía exactamente lo que quería la Seguridad del Estado”. Porque, ¿quién va a seguir a un hombre que se estampa la cabeza contra la mesa al grito de “Quiñones me está metiendo”?
Ferrer, Payá, Olema, Tekach, Almagro, Rubio… la desfachatez y la inmoralidad pueden tener muchos nombres, pero estos sujetos se ganan un lugar cimero cuando de simulación, demagogia y cinismo se trata. Movidos solo por los dólares, jamás lograrán el cambio que quieren para Cuba, cambio que para cualquier revolucionario (o ciudadano de bien) significaría un enorme retroceso para nuestro país.