El hombre es un Marielito. Así se les dice en Miami a los mas de 125 mil cubanos que entre abril y octubre de 1980 llegaron a Estados Unidos procedentes del puerto del Mariel en Cuba. Expertos en historia y política de la isla aseguran que Fidel Castro aprovecho la crisis migratoria que significó el Mariel para vaciar las cárceles cubanas. Según Julio Shilling, historiador y analista político cubano – americano, “la crisis generada tras la situación en la embajada de Perú en La Habana fue aprovechada por Castro para inundar de todo tipo de delincuentes, enfermos mentales y por supuesto espías , a Miami”
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89xodo_del_Mariel
Al poco tiempo de llegar a “tierras de libertad” el hombre comenzó a tener serios encontronazos con la justicia. En cuestión de meses portaba ilegalmente armas de fuego, deambulaba con un pasaporte norteamericano falso y una tarjeta American Express robada. Siete años después sería detenido en el Aeropuerto Internacional de Miami. Se declaró culpable de fraude pero se escapó de la cárcel. Para ese momento y junto a otro cubano de nombre Juan Almeida, ya estaba – hasta el cuello – en el negocio de la droga. Enviaba coca de Miami a Nueva York. Pero desapareció… reapareciendo mas tarde en el otro lado del mundo. El hombre sabe desaparecer fácilmente y sin dejar rastro. No en vano fue entrenado por el régimen Castrista. El hombre es un espía cubano, 57 años, multiples alias, bien parecido y … No, no se trata del guion de una película. Se trata de la historia de Nelson Pablo Yester – Garrido. Un criminal, narcotraficante y ex oficial de la inteligencia cubana que algunos dicen que hace años no aparece porque está refugiado en Venezuela.
Los años 70s , 80’s y hasta bien entrados los 90’s fueron las décadas doradas del narcotrafico en Miami. Los carteles de la droga colombianos, en especial el Cartel de Medellin, tenían a la capital del sol como base de operaciones para distribuir y comercializar la cocaína que enviaban – en barcos, avionetas y sin mayores problemas- a los Estados Unidos.
Miami era perfecta. Turística, extensas costas sin vigilancia, cercana al Caribe, muchos kilómetros de pantano; era lugar ideal para el negocio de las drogas. El concepto de Miami como ciudad de retiro de los ancianos norteamericanos había cambiado. Ahora era la capital de la droga, del lavado de dinero y se peleaba los primeros puestos en crimen y homicidios con ciudades como New York y Detroit.
La llegada en los 80’s de 125 mil cubanos agravó la situación. Centenares de cubanos se agruparon en intentos importantes para controlar el negocio de la droga tratando de arrancarselo al mismisimo Pablo Escobar Gaviria. Las calles de Miami continuamente eran escenario de violentos homicidios y sicariatos. La policía, también penetrada por el narco igual que la banca, no se daba abasto en el condado.
Pero quizás lo peor estaba por llegar: la mafia rusa hacía su aparición en el sur de la Florida.
Narcos, mafiosos, gangster ser reunían a diario en varios clubes nocturnos repartidos por el Condado Miami Dade. Mutiny en Coconut Grove, Stefanos en Key Biscayne, Alexandre en el Hotel Omni y el que según la DEA se convirtió en la base de operaciones de la mafia rusa, Porky’s en Hialeah.
En 1989 Nelson Yester-Garrido, conocido también en esa época como “Tony Yester” ya había sido arrestado 7 veces en Miami-Dade. Según los agentes del FBI, Randal Glass y Anthony Cuomo, “Tony Yester” tenía estatus de refugiado en los Estados Unidos pero había mantenido su nacionalidad cubana.
Porky’s Club había sido adquirido por Ludwig Fainberg con la ayuda de Bill Seidle, dueño de un inmenso concesionario Nissan de Miami y amigo intimo de los capos del cartel de Cali. Fainberg, ukraniano judío, según sus amigos simpático y charlatán, convirtió el club de strippers en el destino obligado de todos los mafiosos sovieticos que visitaban Miami por “negocios”. Fainberg mejor conocido como “Tarzan” se asoció en el negocio de la droga con Yester y con el socio de este, Juan Almeida, quien tenia de fachada un concesionario de automóviles y una glamorosa Marina en el Norte de Miami y estaba asociado con Grecia aka “Cannibal” Roizes un convicto traficante de heroína. Yester y Almeida para ese entonces ya habían transportado centenares de Kgs de cocaína de Miami a Nueva York.
Las autoridades federales advirtieron el movimiento de personajes de los bajos fondos colombiano, ruso y cubano de Miami en Porky’s y procedieron a infiltrar a un agente de origen ruso, Alexander Yasevich, quien se les presentó como vendedor de narcóticos y de armas en Rusia. Así comenzó la Operación Odessa.
Según el agente retirado de la DEA, Bren Eaton, Fainberg era el hombre que los mafiosos rusos llamaban para satisfascer todas sus necesidades – drogas, prostitutas, contactos. Igualmente los ayudaba a invertir y a lavar dinero.
Hacia finales de los 90’s Yester, Almeida y Fainberg viajaron a Rusia para adquirir un submarino para traficar cocaína. La compra había sido ordenada por los capos de la droga colombianos y los 2 cubanos eran los intermediarios de la compra. Tenían experiencia negociando con rusos y al menos Yester hablaba ruso. En 1992 había negociado la compra de 6 helicopteros artillados soviéticos para el cartel de Medellin en Colombia por mas de 1 millón de dólares cada uno. En 1997 el New York Times informó que el rol de Yester era “supervisar y controlar la exportación de cocaína de América del Sur tanto a los Estados Unidos como a la antigua Unión Soviética” y que conspiró para ocultar toneladas de droga en envíos aéreos de camarones frescos procedentes de Ecuador.
En 1997 “Tony Yester “, quien también operaba con el alias de “Jimmy González”, junto a Juan Almeida y Fainberg fueron formalmente acusados en Miami de asociación para delinquir y conspiración para traficar drogas. Fainberg fue detenido por el ex agente de la DEA Brent Eaton junto a la policía de Miami-Dade. Según Eaton él le explicó a Fainberg que si no colaboraba le esperaba posiblemente cárcel de por vida. Le impusieron 37 cargos federales. La noche antes de su juicio decidió colaborar con el gobierno de EE.UU A cambio de su testimonio todos los cargos menos uno fueron levantados. Pasó 33 meses en prisión. En 1999 fue deportado a Israel.
Almeida recibió 30 cargos pero finalmente fue a juicio por 9 y condenado por uno. No se supo mas de el hasta enero de este año 2017 cuando fue nuevamente detenido por trafico de drogas.
Nelson Yester-Garrido se escapó de la cárcel. Reapareció cuando fue detenido brevemente en Venezuela en 1998 en un “confuso suceso” que nadie sabe explicar y se volvió a desaparecer.
La Conexión Surafricana
Yester-Garrido llegó a Sudáfrica en 1997. Ahora su nombre era Antonio Lamas, mexicano comerciante de repuestos de aviones.
Nada mas llegar a Johannesburgo se asoció a dos importantes empresarios textiles muy allegados al presunto mafioso Glenn Agliotti, supuestamente vinculado al trafico de drogas y gran amigo del Comisionado Nacional de Policia sudafricana, Jackie Selebi. Yester-Garrido supo ganarse la confianza de Agliotti y de sus socios con quienes frecuentemente se reunía en un restaurante brasileño de Sandton City y servía de traductor en portugués con “clientes angoleños” lo que podría sugerir que Yester-Garrido de alguna manera pudo estar involucrado en la intervención castrista a Angola (1975-1980) Para el historiador Julio Shilling, Yester -Garrido “encaja perfectamente en el perfil de los agentes castristas que operaban en Angola ya que el régimen de la Habana no solo enviaba soldados cubanos como carne de cañón sino que también enviaba hombres con ese perfil y habilidades para vincularse con mafias africanas vinculadas al trafico de drogas, de diamantes, armas etc”
Habían pasado 5 años desde que “Lamas” había escapado a la justicia norteamericana pero un día en una emisión del programa de televisión “America’s most wanted” un televidente sudafricano lo identificó. Inmediatamente el televidente avisó a los productores del programa y fue así como en el año 2002 Yester-Garrido fué detenido tras circular en Interpol. El gobierno de EE.UU solicitó su extradición inmediata pero Glenn Agliotti le envió a su mejor abogado para convencer al Juez de que se habían cometido varias irregularidades en el proceso de extradición. El caso llegó a la Corte suprema de Justicia de Sudáfrica que curiosamente falló a favor del espía cubano.
https://www.saflii.org/za/cases/ZAGPHC/2005/361.pdf
Cuatro años después el benefactor y socio de Yester – Garrido, Glenn Agliotti, fué acusado de ordenar el asesinato del magnate minero sudafricano Brett Kebble y de tráfico de estupefacientes.
https://en.wikipedia.org/wiki/Brett_Kebble
Testigos confirmaron que Agliotti era efectivamente un narcotraficante que operaba asociado con Selebi y la suerte les cambiaría a todos cuando en el año 2010 algo salió mal… Un operativo antidrogras binacional – Brasil/Surafrica – en el puerto de Ngqura encontro 166 kilos de cocaína escondidos en contenedores de aceite de cocinar usado que iba rumbo al Reino Unido.
El juicio mandó 15 años a la cárcel a Jackie Selebi quien fue hallado culpable de recibir dinero en efectivo enviado en bolsas de papel que le enviaba Angliotti. Selebi era el Presidente de Interpol y el #1 de la policía nacional sudafricana. Igualmente quedó claro en el juicio que Selebi se reunía a menudo con Yester-Garrido y con Agliotti en el restaurante brasileño.
Agliotti fué acusado de trafico de cocaína pero se salvó de la prisión por colaborar con la justicia entregando todas las evidencias que condenaron a su “amigo y socio” Selebi.
Yester -Garrido fué detenido en el 2011. En el juicio aseguró que nunca se había involucrado en negocios ilícitos pero salieron a relucir las rutas de la droga con destino a Reino Unido que presuntamente el manejaba para Angliotti : de Venezuela a Angola camuflada en containers de muebles.
Sin embargo nuevamente Yester- Garrido se salvó de la cárcel y de la extradición. Sorpresivamente le retiraron todos los cargos porque no había nadie que tradujera al inglés los documentos oficiales de Brasil vinculados a la acusación.
Era evidente que Yester-Garrido tenía amigos poderosos. De hecho ya estaba conectado con otros dos mafiosos de alto calibre: Radovan Krejcír y el griego Chris Couremetis.
Krejcír https://en.wikipedia.org/wiki/Radovan_Krej%C4%8D%C3%AD%C5%99 cuya vida inspiró la película ” Ganster Ka” cumple 35 años de prisión en Sudáfrica por secuestro, narcotrafico y homicidio. Este habría sido según su chofer, el hombre que ordenó pagar a los fiscales para liberar al espía cubano con la excusa de las traducciones. La acusación no sorprendió pues había evidencias de que Krejcír tenía en su nómina a jueces, fiscales, policías y políticos del partido fundado por Nelson Mandela, gran amigo de Fidel Castro.
El griego Couremetis mejor conocido como “Señor Cocaína” fue asesinado por sicarios cuando salía de una fiesta que algunos dicen era una boda y otros la celebración que el espía cubano había hecho por la llegada del bebe que había tenido con su novia. El griego iba a montarse en su automóvil, un Porshe blanco cuando sicarios lo acribillaron a balazos. Días después al cubano le encontraron un arma a nombre de Couremetis y fue interrogado sin consecuencias.
Donde está el cubano?
Cuando en el 2002 la policía sudafricana arrestó a Yester-Garrido le encontraron 25 pasaportes de distintas nacionalidades e identidades, entre ellos mexicano, británico y venezolano.
En EE.UU pesan sobre el dos encausamientos, uno de 1991 por amplia conspiración para distribuir cocaína y otro de 1997 por conspiración internacional para distribuir cocaína. Una Corte de Ft Lauderdale lo espera. Sin embargo no hay rastros del cubano.
En enero de este año, la acusación de que el mafioso Radovan Krejcír habría pagado en el 2011 la libertad del espía cubano lo volvió a colocar en el radar de las autoridades. Según el historiador y analista Julio Shilling sujetos entrenados como Yester-Garrido se mueven con rapidez y no sería sorprendente que, como aseguran algunos, viviera cómodamente en Venezuela “Estos sujetos tienen gran capacidad de adaptación, de movilidad, se mimetizan rápidamente en la sociedad. Hoy por hoy sabemos que en Venezuela hay al menos 15 mil cubanos trabajando para la dictadura venezolana”. Es decir, Yester – Garrido puede ser su vecino en Caracas y Usted no se ha dado cuenta de que vive al lado de un criminal. Esta historia no ha terminado.
Lourdes Ubieta / Miami / @lourdesubieta