- Frank Rodríguez
Te fuiste sin pagar, bribón, no le dejaste propina al pobre mesero (médico en busca de dólares) ni al dueño del paladar (un sociolisto de los tuyos). Y ahora, ¿quién va a pagar los platos rotos? porque de paso lo rompiste todo. Hasta la azucarera la dejaste vacía, cuando Cuba era la azucarera del mundo.
Te fumaste todos los puros, quemaste todo lo puro que había en Cuba. Has forzado a la gente a vestir ropa vieja y la vaca frita está prohibida, como lo está toda vaca. Y la leche nunca llegó de la vaca favorita, de la Ubre Blanca nunca nos llegó la leche. Y el café con leche lo acabaste también, le fue mal a los blancos como a los negros. Y acabaste con los moros y cristianos por igual y le quitaste el gri al congrí. Ni los frijoles colorados ya quieren ser rojos. En el menú ya no hay tasajo y los caballos se tasajean por la noche a escondidas. El sándwich cubano por tu culpa es hoy de pan con pan. Acabaste con el colesterol y la gota, no hay nadie en el restaurant que se empate con carne roja. El chivo robao es hoy el gran manjar, como robado es todo porque todo es solamente para ti.
A la sopa le tuvimos que echar tanta agua que es un caldo de na con na. Tu paladar era de langostas, que las convertiste en exóticos crustáceos de exportación, cuando antes estaban enchiladas en toda mesa cubana. A la mesa familiar le fue mal porque acaparaste todo para la Mesa Redonda. A la postre todo lo que hiciste te lo comiste. Sí, ¡te la comiste! El refrigerador ruso está vacío, la bodega tiene telarañas y el queso, ¿qué es so? preguntan los niños, que la única manzana que ven es la de Gómez.
Hiciste picadillo de todos los que se te opusieron, y sólo migajas de tu mesa dejaste para los demás. Hasta la carne con papa salió del menú, y sólo vimos tres Papas en 57 años. Solamente nos dejaste tres problemas cuando te fuiste, el desayuno, el almuerzo y la cena. Nos tenías nerviosos de que los vecinos olieran la carne de puerco, y tuvimos que hacer cola para todo, menos para la Coca-Cola, que la sacaste de Cuba, y las colas de langosta que tú prohibiste.
Las fritas cosmonáutas que se pegan al cielo de la boca son tan difíciles de conseguir como las langostas, por tu culpa. Y la paella la pusite solamente patí. Cada vez que gritabas “sal” la gente se iba en lo que flotara. La timba del pan con timba se fue con su música a otra parte. Perseguiste a las mariquitas y te apoyaron los chicharrones. El arroz chino comunista está frito, y sin mariposas, que volaron.
Todos los parroquianos van al paladar con jabitas, pero les tenemos prohibido comida para llevar, tú te la llevas toda. Tu apetito voraz se come todo, Cuba era rica y tú la saboreaste de arriba a abajo.
”Maní, maní, manicero se va,” por fin cantaste. El Cuba Libre lo hiciste Mentirita, el Mojito ya no está mojado, el Daiquirí se fue de aquí, y tú, por fin, también, aunque nos dejaste las cenizas. Y el substituto, el #2, hermano, toma más vodka que ron, aunque quiere ser como el Matusalem de Santiago.
Y mientras la gente de a pie sigue a pie, no nos dejaste ni azuquita pal café, ¿qué café? A la postre la raspadura no puede estar más dura, el arroz con leche sin leche, el tocinillo del cielo en el cielo y la natilla se hace de na. La pasta de guayaba es basta de guayaba y la guayabera para segurosos.
Compadre las mesas están cojas y las sillas desfondadas, y viene el turista Mr. Trompo que no se sabe pa dónde va a girar. No pagaste con Visa para salir, pero Mr. Trompo nos va a pagar con American Express!
Frank Rodríguez