La vida es un gigantesco tablero de Ajedrez
La vida y el ajedrez comparten más similitudes de las que podríamos imaginar. En ambos, cada decisión cuenta, cada movimiento cambia el panorama y, a...
Biden favorece al régimen cubano antes de marcharse
A pocos días de dejar la Casa Blanca, el presidente Joe Biden ha decidido flexibilizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, una...
Hacia donde va China
Creo que, para saber adónde se dirige China, debemos averiguar cómo piensa su pueblo y que persiguen sus gobernantes.
Durante mas de dos mil años el pensamiento chino ha sido...
Gracias Mami
Mi madre tuvo la previsión de llevarme al psicólogo en mi más temprana edad para fabricar un expediente médico que me libró del Servicio Militar Obligatorio. A mi favor debo decir que...
Crisis humanitaria: “Más allá de las fronteras”
Para entender y enfrentar el problema migratorio
La migración ha marcado la historia de la humanidad desde sus inicios, como consecuencia de la...
El único gran traidor: Fidel Castro
Fidel Castro, el hombre que prometió una revolución “por los humildes, con los humildes y para los humildes”, pasó a la historia como el gran traidor de esas...
Los dólares salvavidas, ¿y si no llegan?
En el escenario de una Cuba devastada por décadas de políticas ineficientes y un sistema que ha demostrado su incapacidad para generar prosperidad, las...
Los Reyes Magos: la inocencia, el cinismo y la libertad
Read in English
Hoy, seis de enero, la cultura cristiana celebra el Día de los Reyes Magos. No es solo la fiesta de la Epifanía de Cristo,...
¡Paz a ustedes!
La predica de Jesús comenzó cuando era un joven de 30 años hasta los 33 en que muere injustamente. En este período estuvo en muchos lugares públicos y en varias sinagogas.
La paz...
Venezuela, Operación David: 'Legítima rebeldía contra tiranía asesina de Maduro'. Varias agencias y medios, entre ellos NTN 24, de Venezuela, se hicieron eco de un pronunciamiento atribuido a componentes de la 41 Brigada Blindada, en Valencia, estado Carabobo del país caribeño, en "donde hacen público su rechazo al gobierno de Maduro, lo que hizo que varias personas se acercaran a ese componente del Ejército a cantar consignas y el himno nacional."
A su vez – según lo divulgó la agencia de noticias AFP – el dirigente oficialista venezolano Diosdado Cabello confirmó que "terroristas" atacaron este domingo el citado fuerte militar, pero aseguró que ·la situación ya fue controlada."
"En la madrugada atacantes terroristas entraron al Fuerte Paramacay en Valencia, atentando contra nuestra FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana). Varios terroristas detenidos", señaló Cabello en su cuenta de Twitter.
En el manifiesto online, un uniformado dice que se declaran "en legítima rebeldía para desconocer la tiranía asesina de Nicolás Maduro."
Añadió, empero, que no se trata de un golpe de Estado, sino una acción cívica-militar para "restablecer el orden constitucional, para salvar al país de la destrucción total, para detener los asesinatos de nuestros jóvenes y familiares."
"Como militares institucionales reconocemos y respetamos la Asamblea Nacional, pero exigimos que esta reconozca y respete la voluntad de un pueblo para librarse de la tiranía", declaró el militar.
Hace poco me referí a algunos acontecimientos que sacudían a nuestra región, esa que el colosal cubano José Martí llamara –con justicia y conocimiento de causa– “Nuestra América”.
Volver a tratar el asunto regional, pudiera parecer algo así como “llover sobre mojado”. Sin embargo, al considerar la connotación del hecho más significativo de las últimas horas resulta necesario volver al escenario latinoamericano, por cuanto, el hecho en sí que pretendo tratar y los sucesos derivados de él, han repercutido sobremanera en el entorno de estas nobles tierras.
Finalmente este domingo Nicolás Maduro en un acto de total desfachatez, dejando a un lado opiniones internacionales y los resultados de un 98.4% de los participantes en la votación convocada por la oposición en contra de la Constituyente, fue capaz de lanzar su proyecto a “votación popular” para proceder a la elección de aquellos que formarán parte de su nuevo instrumento de poder: la Constituyente.
Varios analistas y politólogos – de los respetables-, y otros que comentan y se disgregan en lo superficial y lo imaginativo han tratado el tema, y analizado, al menos los primeros, las consecuencias que sobre el pueblo venezolano podrá traer la instauración de una serie de cambios constitucionales, esto es, un nuevo poderío sobre el poder existente, lo que deja a un lado todo vestigio democrático y le permitirá al régimen actuar a su conveniencia. (Cualquier similitud con el estilo de gobierno de la mayor de las Antillas no es pura coincidencia, como suele decirse, sino una verdadera clonación que tiene su génesis en la perversidad de Castro y su séquito más ortodoxo. Cuba es pues el modelo inspirador de la Constituyente).
Así las cosas, no volveré sobre lo mojado, ni seré reiterativo por respeto a los lectores, y mucho menos me situaré del lado de los imaginativos que tanto abundan en estos tiempos; pero si insistiré en un punto crucial que marca el acontecer de las naciones del continente: el rechazo total de la mayoría de los pueblos de “Nuestra América” a la Constituyente que impone el régimen chavista-madurista en Venezuela, lo que implica su aislamiento y un estado de ostracismo que la hace desaparecer del contexto de la región junto a sus pocos aliados: Cuba, Bolivia y Nicaragua.
Unas semanas antes de la consumación de la manipulación eleccionaria, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, durante una breve y sorpresiva visita a La Habana intentó tratar el tema venezolano con Raúl Castro, y lo hacía desde una posición firme en defensa de la democracia de la nación suramericana, y ante todo, para poner freno a la oleada represiva de las fuerzas policiales y a las múltiples muertes como consecuencia de las acciones de protesta.
Esto no funcionó, aunque el presidente Santos se ha mantenido con firmeza en su idea, por lo que el 29 de julio, a menos de 48 horas de la simulación eleccionaria de Maduro, afirmó que Colombia – país al que han llegado miles de venezolanos huyendo de la miseria y la violencia- no reconocería los resultados de la Asamblea Constituyente. Se refirió a su origen espúreo y al oscurantismo en que se halla sumido el vecino país, y reiteró su solidaridad con su pueblo.
Al sentir del presidente colombiano se unían, aún antes de conocerse los resultados del simulacro del domingo, Perú y Argentina, cuyos presidentes se pronunciaron contra el régimen de Maduro y declararon que desconocerán los resultados de la votación en Venezuela. Kuczynski y Macri han sido enérgicos críticos de la actitud de Maduro, y de igual forma se han manifestado contra la brutal violencia existente en el país. La cancillería peruana se refirió a la violación de normas constitucionales venezolanas y a la eliminación de la voluntad popular, lo que rompe con el orden democrático.
Chile también se ha unido a la lista de países cuyos gobiernos consideran ilegítima la elección por la Constituyente. La administración Bachelet manifestó "su profunda decepción" ante la decisión del régimen de Maduro y consideró las elecciones ilegítimas, acusando al régimen de no garantizar una verdadera votación universal y democrática, ni dar cumplimiento a los requisitos establecidos en la propia constitución vigente en el país.
Ecuador - país que está dando cambios muy positivos con su nuevo presidente, Lenín Moreno, quien considero que de manera premeditada pretende salirse de la influencia socialista- a través de su cancillería, ha publicado un breve comunicado oficial caracterizado por una sutil forma de tomar partido sin hacerse notar, con lo que esquiva un tanto las fuertes polémicas desatadas en los últimos tiempos en relación con los cambios generados por el actual mandatario, y que resultan totalmente opuestos al estilo de su predecesor Rafael Correa.
En la página del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador apareció con el subtítulo: “El Ecuador ratifica su apoyo a todo proceso que busque la paz en Venezuela”, una nota en la que se hace mención a la idea de la no injerencia de ciertos estados en los asuntos internos de Venezuela; aunque al mismo tiempo se proyectan en pos de apoyar y acompañar “todo proceso de diálogo que busque la paz y reconciliación”, lo que se afirma justo el mismo día de las elecciones por la Constituyente, con cuyo procedimiento no se logrará la paz, ni la reconciliación, por lo que habría que cuestionarse entonces cual es el verdadero sentido de un mensaje que elude comprometerse como para no traicionar del todo al remanente que queda de la izquierda latinoamericana. La idea de “respeto al pueblo de Venezuela y su derecho a expresar su voluntad” hablan per se.
En cambio el destacado político Jaime Nebot, líder opositor al régimen correísta y alcalde de Guayaquil expresó que “lo que ocurre en Venezuela nada tiene que ver con las ideologías. Es un brutal e inhumano abuso de poder y una descarada violación de todo concepto democrático y civilizado. Quienes creemos en la libertad y el derecho demandamos la inmediata y pertinente acción de la comunidad internacional hasta librar a los venezolanos de la miseria y tiranía”.
Otros países del continente como México, Estados Unidos – que a través de su Departamento del Tesoro sanciona a Maduro por elecciones ilegítimas-, Canadá, Brasil, Costa Rica, Panamá y Paraguay, se han unido al no reconocimiento de los resultados de la nueva madurada, a los que se unen naciones como Noruega, España, Suiza, Reino Unido, y organismos como la Organización de Estados Americanos, OEA, y de manera particular su Secretario General, Luis Almagro, así como la Unión Europea.
Desde Cuba, cuyo régimen dictatorial ha sido la cabeza pensante de la instauración del socialismo en Venezuela, se siguen apoyando las acciones terroristas del régimen de Maduro. El Dr. Machado Ventura, durante su intervención por el 26 de julio, se encargaba de atacar al gobierno norteamericano por su injerencia en Venezuela; sin embargo guardó silencio respecto al centenar de muertos por las fuerzas policiales durante las acciones de protesta que por más de tres meses tienen lugar en el país.
La Cancillería boliviana acaba de emitir un comunicado en el que se pide a la comunidad internacional el reconocimiento del proceso constituyente en Venezuela, mientras que el presidente Evo Morales ha escrito – es preferible que escriba y que no hable, dada su pésima dicción y limitadas posibilidades expresivas- en Twitter: “Venezuela es la punta de lanza contra el imperio. La soberanía y dignidad están en la conciencia del pueblo y en el poder de la democracia”, lo que sugiere su grado de incapacidad y sus errores conceptuales en relación con lo que significa democracia, dignidad y soberanía.
Desde Nicaragua, el dictador Daniel Ortega, llamó por teléfono a su colega en las andanzas socialistas para felicitarlo por la "histórica" votación para elegir una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), según las últimas declaraciones del Gobierno en Managua. Para Ortega ha sido una “victoria de todos”, lo que también refleja, además del desconocimiento del contexto político regional, el grado de enajenación en el que viven los pocos remanentes de la izquierda latinoamericana.
¿Quiénes son esos “todos” que han triunfado según Ortega? Nicaragua, Bolivia y Cuba - además de Venezuela que tiene sus días contados-, las únicas naciones, cuyos gobiernos totalitaristas, apartados del contexto de Latinoamérica, han preferido hundirse en el ocaso del perdido socialismo del siglo XXI antes de abrirse al mundo a través de la democracia.
Mis simpatías por el Presidente Trump hasta hace unos pocos meses se mantenían a un nivel muy bajo. Por tanto, no voté por él en las primarias del Partido Republicano ni tampoco en las elecciones presidenciales.
A última hora, los hechos que estaban surgiendo alrededor de la figura de Hillary Clinton, influyeron decisivamente en mi decisión de no votar por ella tampoco y optar por un tercer candidato. Como algunos amigos y conocidos insistían en que esa decisión equivalía a echar mi voto en un cesto de basura, escribí entonces una exhortación a optar por terceros candidatos, porque el miedo generalizado a votar en vano estaba impidiendo la elección de un candidato mejor.
Mi advertencia cayó como una gota de agua en el mar y Donald Trump fue elegido Presidente de los Estados Unidos. Para que una democracia funcione, es indispensable respetar las decisiones mayoritarias. Estados Unidos había tenido a lo largo de su historia la sana costumbre de conceder al Presidente electo una especie de "luna de miel" de aproximadamente 100 días, durante los cuales se podían evaluar sus iniciativas para aplaudir contentos las que evidentemente beneficiaran al país y formular una estrategia de oposición a las que consideráramos nocivas.
He observado con horror cómo un enorme sector del país ha esgrimido la espada opositora con agresivas manifestaciones desde el mismo día de la toma de posesión presidencial, estimulando de forma implacable la polarización radical de un Congreso que no practica el diálogo, la negociación ni la necesaria transacción democrática. El Congreso se ha convertido así en una batalla entre dos campos que combaten sistemáticamente cualquier iniciativa del campo contrario. En ese sentido los Republicanos han demostrado un poco más de flexibilidad, mientras que los Demócratas han votado absolutamente en contra de toda iniciativa congresional Republicana o procedente del Poder Ejecutivo. Este maniqueísmo significa que no importa lo buenas que puedan ser las iniciativas del contrario, porque el interés del partido en la lucha por el poder está por encima de todo.
Además, es sumamente lamentable la campaña de desinformación y los ataques especulativos basados en acusaciones no probadas con el único propósito de desacreditar al Presidente y entorpecer al máximo su gestión ejecutiva. Este torbellino mediático se está produciendo sin importarle a los instigadores el desprestigio que causa a nivel internacional ni las consecuencias de una disminución de la influencia de Estados Unidos en el escenario mundial. Más lamentable aún es que alguien que no simpatiza con el Presidente Trump, pero que aspira a que sus cuatro años alcancen logros lo más positivos posible, con una equilibrada y positiva oposición que frene sus posibles errores, se vea ahora obligado a tomar partido en su defensa.
Es excesivo el tiempo que dedica la prensa a la supuesta intervención del gobierno ruso para influir en las elecciones del año pasado, sobre todo porque hasta ahora se basa en especulaciones que pretenden sacar conclusiones de simples indicios o algunas pistas no probadas. Lo cierto es que casi todos los países, sobre todo las grandes potencias, mantienen amplios sistemas de espionaje que con mucha frecuencia utilizan para influir en la política, la economía y la sociedad de otros países. Sucede incluso con países amigos, que como en el caso ocurrido durante la Administración de Obama entre Alemania y Estados Unidos, provoca una "crisis" que es más que nada para consumo público y que finalmente pasa por debajo de la mesa sin consecuencias.
Es también lógico pensar que si un candidato presidencial se entera de elementos negativos descubiertos por el espionaje de otro país en perjuicio de uno de sus rivales, le preste atención y lo aproveche. Incluso sería lógico que tratara de obtener más información sobre el caso. Por tanto, es asombroso, que toda la campaña de descrédito que realizan contra el Presidente Trump, incluso al extremo de sugerir un posible juicio político (impeachment) pese a que saben que no hay una base suficiente para tan radical medida, se centre en la posibilidad (hasta ahora no probada) de que la campaña electoral Republicana intentó aprovechar información recabada por el espionaje ruso. Es asombroso, sobre todo, porque la algarabía que pide una "profunda investigación de los hechos" sigue orientada exclusivamente en contra del Presidente y no hace énfasis alguno en que esa información relacionada con la Sra. Clinton sea falsa. Por tanto, no se ve esfuerzo alguno por investigar a fondo los argumentos en contra de Hillary Clinton para, al menos, probar definitivamente su inocencia, sobre todo por los tantos otros indicios que pueden implicarla en lamentables acciones pasadas.
Aparte de la desaparición sospechosa de miles de mensajes de correo electrónico durante su período como Secretaria de Estado, que podían haber demostrado graves errores cometidos durante la Administración de Obama, hay pistas que no se han investigado desde que Wikileaks publicó decenas de miles de documentos extraídos del Democratic National Committee (DNC), entre los cuales había numerosas pruebas de un notable complot para destruir la candidatura del Senador Sanders a las primarias de ese partido. Resulta que un funcionario del DNC, Seth Rich, fue asesinado al estilo de ejecución callejera poco después que se atrevió a filtrar información mediante un intercambio de Emails con WikiLeaks, según descubrió un investigador contratado por la familia de Rich, de nombre Rod Wheeler.
Aunque es evidente que WikiLeaks pirateó información del DNC o, al menos la recibió enviada por Rich, la campaña anti Trump sigue insistiendo en la conexión rusa. Aunque esta conexión es posible, como señalé anteriormente, lo importante no es que existiera sino comprobar si la información que contiene sobre Hillary Clinton y sobre el DNC es verdadera o falsa. Es asombroso que haya tan poco interés en comprobarlo, lo cual demuestra que esa campaña contra el Presidente no es legítima y está conducida por intereses que no tienen en cuenta el bien de esta nación sino la conquista del poder a toda costa.
No simpatizo con el Presidente Trump, pero mucho menos simpatizo con quienes ponen en peligro el prestigio y la estabilidad de esta nación para satisfacer y favorecer sus intereses creados. No puedo simpatizar tampoco con una prensa cada vez más amarilla que ahoga los hechos con especulaciones, opiniones, y frecuentemente también con tergiversaciones que pisotean los elementos más básicos de la ética periodística.
Durante este mes de julio estamos evocando uno de los hechos más atroces de la historia de los migrantes cubanos en Latinoamérica. Me refiero al desalojo, golpizas, encarcelamiento y deportación (expulsión) de un numeroso grupo de cubanos en Quito, la capital ecuatoriana.
Varios medios publicaron recientemente el escrito A un año de la agresión y deportación de migrantes cubanos en Ecuador. Una historia poco conocida, donde narré a modo de síntesis algunos de los sucesos que finalmente condujeron al régimen dictatorial de Rafael Correa a la deportación de 121 migrantes cubanos, con lo que quedaba frustrado el proyecto de mejorar sus vidas, ya sea en la propia nación andina o al emprender viaje rumbo a Estados Unidos a través de Centroamérica.
Al cabo de un año del estremecedor suceso, cuyo único delito fue realizar un plantón en Quito para solicitar una visa humanitaria, el caso será llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con las fundamentaciones necesarias que demuestran una serie de violaciones e irregularidades en este proceso.
De la totalidad de detenidos – que no todos fueron deportados-, 63 estaban exentos de requisito de regularidad migratoria, 62 se encontraban de manera irregular – en última instancia solo estos podían haber sido deportados-,11 refugiados o con residencia en Brasil, 6 de manera regular, o sea, debidamente legalizados desde el punto de vista migratorio, 4 como solicitantes de refugio, y 2 como ecuatorianos por naturalización. De los detenidos 93 eran del sexo masculino y 55 del femenino. La mayoría se encontraba entre los 18 y los 30 años, y entre los 41 y 50 años. (Los datos corresponden a los detenidos que tuvieron juicio previo y un número de proceso. El número real de detenidos y deportados es impreciso.)
En la investigación de Llaria Rapido Ragozzino Memorias de una expulsión: Deportación de cubanos en Ecuador, se cuestiona acerca de la participación premeditada de la Embajada de Cuba en Ecuador, toda vez que existen documentos firmados por dicha embajada días antes de las deportaciones, lo que demuestra que se incumplió el debido proceso. La autora expone como principales fundamentos los siguientes hechos: 1.- Los “Documentos de Viaje y Tránsito” están firmados por la Embajada de Cuba en Ecuador y contienen los datos de cada pasajero, es decir, del deportado. Entre otra información, consta su fecha de emisión, la que fuera expedida el 6 de julio de 2016, es decir, el día en que los migrantes cubanos fueron desalojados del parque El Arbolito en la capital ecuatoriana, varios días antes de que fueran procesados. 2.- Las resolucionesdel Ministerio del Interior en que se ordenaba la deportación de algunos cubanos fueron emitidas entre el 8 y el 10 de julio, de dos a cuatro días después de la firma de los documentos. 3.- Los documentos fueron adjuntados por la Fiscalía en sus expedientes para las audiencias de deportación. ¿Cómo se puede tener un boleto de deportación antes de la sentencia de un juez? Esto demuestra que las autoridades ya tenían la intención de deportar a la comunidad cubana detenida para intereses del gobierno cubano.
La nueva Ley de Movilidad Humana – vigente desde enero de 2017 por aprobación de la Asamblea Nacional- establece puntos tanto positivos como negativos para la protección de derechosde losmigrantes. Dentro de sus principios incluye a la Ciudadanía Universal, la que no existía en la normativa anterior dado que había sido formulada antes de la redacción y aprobación de la última constitución. No obstante, según el criterio de la abogada Belén Aguinaga, defensora de algunos cubanos deportados, esto no garantiza que se respeten los derechos de los migrantes, “es carta muerta. La Ciudadanía Universal existía en la Constitución y aún así los cubanos fueron deportados”.
Javier Arcentales, uno de los abogados ecuatorianos que con valentía se enfrentó a la dictadura de Rafael Correa en defensa de los cubanos expulsados de la nación andina, es defensor de derechos humanos de las personas en movilidad humana y miembro de la Coalición por las Migraciones y el Refugio. A un año de su defensa fue entrevistado por la periodista Gabriela Coba para el diario ecuatoriano EL COMERCIO ► .
Según el doctor Arcentales hubo una intervención agresiva por parte de la Policía Nacional, esto ocurrió la madrugada del 6 de julio de 2016. Fueron detenidos más de 150 personas, entre las que se encontraban niños, adolescentes, mujeres embarazadas, adultos mayores. “Fue una detención masiva en la cual nunca se les informó por qué se los estaba deteniendo. Posteriormente se conoció que iban a iniciar las acciones de deportación con base a la ley que estaba vigente en ese entonces. No se conocían cuáles eran los cargos por los cuales iban a tomar esta acción. Ellos tenían el permiso otorgado por el Municipio de Quito para estar en el parque de El Arbolito. Hasta ahora no se sabe cuál fue la motivación que tuvo la Policía y el Ministerio del Interior para realizar esta intervención. Recuerdo que la primera deportación fue la madrugada de un sábado. Los abogados recibimos llamadas desesperadas de los ciudadanos cubanos que se encontraban en la Unidad de Flagrancias como en el Hotel Carrión. Tuvimos otro traslado la madrugada del lunes. Hubo otras llamadas desde los lugares donde estaban detenidos. Para ese momento los defensores y defensoras de derechos humanos estábamos apostados afuera de estos sitios. Pudimos ver como con violencia sobre las personas se las sacaba para trasladarles. Después del hábeas corpus, el 13 de julio fue deportado el último grupo”.
Dentro de las principales violaciones de estos casos se ha logrado precisar que las audiencias de deportación se realizaron después de las 24 horas de detención, los ciudadanos cubanos estaban detenidos de manera ilegal y arbitraria ya que cumplieron las 24 horas de detención sin ser presentados ante un juez competente, haciéndose caso omiso de la constitución, las audiencias se realizaron con rapidez extrema, algunas duraban entre 10 a 15 minutos por lo que no se garantizó el derecho a la defensa, las personas fueron trasladadas y deportadas cuando no fueron notificadas de la sentencia o de lo que se decidió en las audiencias.
Por otra parte la Ley de Migración en ese momento establecía que solamente cuando se haya ejecutado la sentencia, es decir, cuando hubieran pasado tres días de la decisión, podía la persona ser deportada, porque entonces impugnaría, lo que no fue respetado pues apenas se ejecutaba la sentencia el Ministerio del Interior estaba dispuesto a ejecutar la deportación.
Haciendo uso de una facultad absolutamente inconstitucional, el ministro encargado Diego Fuentes, emitió resoluciones que revocaban decisiones judiciales. Nunca un órgano administrativo puede revocar una decisión judicial. En más de 80 sentencias se revoca la decisión judicial sin fundamentos, no hay análisis caso por caso. Por eso fueron deportadas personas que tenían visa vigente, que tenían posibilidades de regularizarse. Se dio una expulsión colectiva de extranjeros, algo que está prohibido por instrumentos de derechos humanos.
Actualmente se está preparando la demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que llegue al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y se determinen las responsabilidades de aquellos involucrados en este caso, así como buscar formas de poder enmendar los daños de los que fueron deportados y detenidos injustamente durante el régimen correísta.