Entre Bussi y Perón por Nicolás Márquez
Nativo de Argentina. Es periodista, escritor y abogado.
Los partidarios y funcionarios del peronismo, siempre fieles a su estilo de bastardear al extremo a quien se encuentra en posición de debilidad, se manifestaron esta semana "horrorizados" porque el General Antonio Bussi (con quienes los peronistas coqueteaban desembozadamente cuando este Gobernaba Tucumán en los años 90') reconoció en el juicio que se le está llevando a cabo, que en el marco de la guerra antisubversiva tuvo en Tucumán la suma del poder público durante 20 meses.
Llama la atención que los peronistas se escandalicen ante esa declaración, puesto que su jefe, Juan Domingo Perón, tuvo la suma del poder público no 20 meses sino diez años, y no en una Provincia sino en todo el país (desde 1946 hasta 1955).
Asimismo, los peronistas le endilgan a Bussi haber participado de un golpe de estado, lo cual es cierto, sin embargo, Perón participó no de un golpe de estado sino de dos: el de 1930 y 1943 y en este último no fue Gobernador de una Provincia pequeña, sino Ministro y Vicepresidente (ejerciendo sendos cargos al unísono) del gobierno militar del GOU, el cual, como es de público conocimiento, apoyaba al nazismo en la Segunda Guerra Mundial.
Los peronistas avalan estas conductas alegando "pero después el pueblo lo votó", con Bussi se podría decir exactamente lo mismo: ganó todas las elecciones en las que se presentó, excepto cuando el peronismo ganó en Tucumán llevando como candidato al poeta y dramaturgo Ramón "Palito" Ortega, quien después se vio envuelto en el famoso escándalo por haber presuntamente cobrado coimas en el Senado.
Para llegar a ser General de la Nación, se supone que hay que tener cualidades determinadas, entre ellas se evalúa la valentía. Quizás ese fue el criterio que tuvo el gobierno peronista cuando nombró General al entonces Coronel Antonio Bussi en 1974 e Isabel Perón en persona le entregó el sable. En sentido contrario, Perón se autonombró "General" (sin pasar por el congreso) durante el Gobierno militar del GOU en 1946. Esta diferencia de origen probablemente explique porqué Bussi jamás brindó una arenga escondido, a diferencias de Perón, que durante los años de plomo hablaba temeroso tras un vidrio blindado.
Otro episodio con el que se indignan los peronistas, es que a Bussi se le adjudique responsabilidad por la desaparición de una persona (motivo por el cual se lo está enjuiciando). Por supuesto que es un sano y legítimo sentimiento indignarse ante una desaparición, pero dicha indignación debe incrementarse mucho más cuando la muerte no afecta a una persona sola, sino a 476, tal la cantidad de homicidios cometidos por la organización que Perón creó y comandó a partir de 1973: la AAA, cuyo subalterno inmediato era el Ministro y astrólogo José López Rega.
En definitiva, tanto Bussi como Perón, combatieron al terrorismo marxista en los años 70', aunque con una salvedad, Bussi no creó ni fomentó a los terroristas. Perón sí los cobijó y promovió desde Madrid.
El peronismo, partido que se caracteriza por traficar miseria y lucrar con la incultura, ahora se dedica a juzgar la historia violentando los principios fundamentales del derecho (cosa juzgada, prescripción, igualdad ante la ley, quitar a los imputados de sus jueces naturales, irretroactividad de la ley penal etc.) sometiendo como chivo expiatorio a un solo sector, el militar, y sin embargo, el principal culpable del drama que vivió la Argentina es el alma mater y guía espiritual del partido gobernante. Sus feligreses y herederos son los actuales carceleros de quienes ellos mismos (cuando eran gobierno y no podían con su Triple A enfrentar al terrorismo), ordenaron a las FFAA. aniquilar a la subversión a través de los famosos decretos creadores del Operativo Independencia (N 261 y 2772) y nombraron a Bussi como Jefe de ese operativo en diciembre de 1975.
Ya lo decía ese gran escritor perseguido por el peronismo Jorge Luis Borges "los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles". En este caso, nos tomamos el atrevimiento de dudar de la afirmación del ilustre pensador, puesto que no nos consta que los peronistas "no sean ni buenos ni malos".
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