Guerra y reclutamiento forzado en Cuba
Jóvenes cubanos son enviados al frente de batalla en Rusia.
Desde inicios del conflicto entre Rusia y Ucrania, los acontecimientos han estado en constante evolución, y le han añadido una complejidad adicional las participaciones de Bielorrusia y ahora Cuba. Antes de que la guerra estallara, el vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, había advertido sobre la posibilidad de un despliegue militar ruso en Cuba y Venezuela en caso de un aumento de tensiones con Estados Unidos por la situación en Ucrania.
En abril de este año, el canciller ruso Serguéi Lavrov subrayó el éxito de la cooperación militar entre Rusia y Cuba durante su visita oficial a la isla. Lavrov elogió el entendimiento mostrado por el Gobierno cubano respecto al conflicto en Ucrania, destacando la importancia de la colaboración internacional. En mayo se hizo público el anuncio oficial sobre el entrenamiento de cubanos en Bielorrusia, promoviendo la cooperación militar de ambos países, lo que evidenció la creciente alianza. Valery Revenko, jefe del Departamento de Cooperación Militar Internacional de Rusia, mantuvo reuniones con autoridades cubanas, en las que discutió detalles sobre el entrenamiento del personal.
En junio se dio a conocer la reanudación de las actividades del centro de espionaje soviético Lourdes, en Cuba, por parte de Rusia. Esta instalación, cerrada por el presidente Putin en 2001, significó una pérdida de US$ 200 millones anuales para Cuba. Pero fue reactivada bajo la apariencia de una sede diplomática, con la presencia de oficiales de inteligencia y especialistas en áreas técnicas. Su objetivo principal era la interceptación de datos de satélites de comunicación estadounidenses, conversaciones telefónicas y mensajes del Centro de Control de la NASA en Florida. Estos movimientos en la región plantean inquietudes sobre la seguridad e influencia rusa en asuntos internacionales.
En septiembre, informes sobre el reclutamiento de soldados cubanos para la guerra en Ucrania generaron alarma. La ONG Prisoners Defenders reportó el acuerdo mediante el cual Cuba enviaría soldados para unirse al conflicto contra Ucrania. Según los informes, Rusia pagaría a cada soldado cubano US$ 2,000 mensuales, pero el Gobierno cubano retendría entre 75% y 95% de los ingresos.
Es importante destacar los recientes casos de jóvenes cubanos –Androf Velázquez y Alex Vega–, quienes denuncian haber sido reclutados con engaños desde Cuba para realizar trabajos de reconstrucción en Rusia, pero al llegar fueron obligados a firmar contratos en ruso que no entendieron. Sin su autorización, fueron enviados al frente de batalla ucraniano, lo que añade preocupaciones sobre esta nueva modalidad de “esclavitud moderna” practicada por los cubanos.
A pesar de evidencias y denuncias de cubanos reclutados, el Gobierno cubano insiste en negar su participación en la guerra en Ucrania y cualquier forma de trata de personas. Las pruebas lo señalan, pero Cuba afirma que esta red opera desde Rusia para reclutar cubanos con fines militares.
La evolución de estos eventos y la participación de Rusia, Bielorrusia, Cuba y otros actores internacionales en la crisis en Ucrania requiere la atención internacional. La creciente colaboración militar entre estos países, la reanudación de Lourdes en Cuba y el reclutamiento forzado de cubanos plantean cuestiones éticas y de seguridad que deben ser abordadas. Además, los acuerdos de cooperación entre Rusia y países latinoamericanos como Venezuela y Nicaragua añaden preocupaciones en torno a esta situación. La complejidad de esta crisis exige la atención continua de la comunidad internacional.
Autora BERIT KNUDSEN