China y Cuba: Alianzas peligrosas
Estados Unidos hizo pública su preocupación con información desclasificada sobre una base de espionaje china en el pueblo de Bejucal, Cuba, a unos 300 kilómetros de Key West en Florida. Según documentos de noviembre de 2022, esta base ha sido utilizada para interceptar comunicaciones de Washington desde 2019. Además, en febrero de 2023, Estados Unidos detectó un globo espía chino sobre su territorio, el cual parece haber transitado también por Latinoamérica.
Es conocido que Cuba ha abierto sus puertas al gobierno chino, buscando oportunidades comerciales. En los últimos años, China ha incrementado sus inversiones y otorgados préstamos a países latinoamericanos, incluyendo a Cuba y Venezuela, aunque estos últimos podrían resultar incobrables.
Una constante en la historia de Cuba ha sido la obtención de inversiones y subsidios de otras naciones. Como colonia española, se benefició con grandes proyectos como plantaciones de azúcar y ferrocarriles. Tras su independencia en 1898, Estados Unidos invirtió en Cuba tres veces más que en toda Latinoamérica. Luego, con la revolución de 1959, la Unión Soviética brindó apoyo financiero y militar a la isla, subsidios que fueron suspendidos con la caída del bloque soviético. Esto llevó a Cuba a enfrentar el "periodo especial", una grave crisis que duró 10 años. Con la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, Cuba se convirtió en un asesor clave y terminó tomando el control de Venezuela. Sin embargo, los graves problemas económicos venezolanos arrastraron a Cuba a una nueva crisis, donde China aparece como una conveniente alternativa de solución debido a su posición estratégica para obtener beneficios económicos.
El antimperialismo, si bien no fue exclusivo de Cuba (puesto que hubo partidos como el APRA que también profesaron esta aversión), no todos avalaron las tesis soviéticas. Las coincidencias imperialistas entre China y Estados Unidos radican en que ambos tienen intereses económicos y buscan mantener o aumentar su influencia a nivel global, lo que incluye objetivos militares en diferentes regiones, donde China ha estado expandiendo gradualmente su presencia. Resulta irónico que Cuba, que utiliza el "antimperialismo" como bandera contra los Estados Unidos, se asocie con China, una nación históricamente imperialista que busca la hegemonía que Cuba censura.
No obstante, China y Cuba comparten similitudes y coincidencias; ambos países defienden la ideología socialista y buscan un estado comunista. Son gobernados por un partido único para controlar a sus poblaciones y violan las libertades individuales. Sin embargo, la diferencia radica en que China ha adoptado un modelo económico adecuado al capitalismo, lo que le ha permitido lograr un desarrollo sostenido. Por otro lado, Cuba insiste en su modelo económico intervencionista y centralizado, lo cual solo ha multiplicado la pobreza e impedido el desarrollo y el progreso.
La asociación entre Cuba y China resulta preocupante, ya que ambos países se especializan en sistemas de contrainteligencia y ejercen un estricto control sobre la población, con violaciones a los derechos individuales. Pero aún más preocupante es la política exterior de China, que promueve el "principio de no intervención en asuntos internos de otros países", un tema tan peligroso como conveniente para regímenes autoritarios interesados en evitar la censura internacional.
La propagación de dictaduras en el mundo y sus alianzas representa una amenaza para la democracia y los derechos individuales, los cuales debemos defender y proteger como principios fundamentales.
La comunidad internacional y los países latinoamericanos deberíamos permanecer en alerta y tomar medidas para defender los principios democráticos y los derechos individuales. El respeto a la libertad de expresión, el Estado de derecho, la participación ciudadana y la garantía de los derechos humanos deben ser pilares inquebrantables en todas las naciones. Solo así podremos asegurar un futuro en el que prevalezca la libertad y el bienestar para todas las personas.
Autora Berit Knudsen @berit_knudsen