Cuba, Rusia y China temen que la presa se les escape de las manos. Cuba, Rusia y China han permanecido al lado del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro no por lealtad, sino por codicia, para mantenerse usufructuando la riqueza de Venezuela, que Chávez y Maduro le han otorgado.
Saben que perderán todas las multimillonarias concesiones con una Venezuela democrática.
De ahí el apoyo que le están proporcionando al déspota de Miraflores en las Naciones Unidas y en todos los foros internacionales, donde han hecho oir sus voces de amenazas y protestas por lo que llaman “El Golpe del Imperio”.
Sin embargo, Estados Unidos y 20 países reconocieron las gestiones y esfuerzos del presidente del Poder Legislativo, Juan Guaidó, por lograr una transición pacífica en el país bolivariano, durante la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se celebró el sábado 26 de enero, en Nueva York.
Cuba
Desde que se labró la nefasta amistad entre Fidel Castro y el paracaidista venezolano Hugo Chávez, el gobierno cubano tuvo en mente robar la riqueza de Venezuela. Enceguecido por el amor a su maestro, Chávez no tuvo reparo en entregar el petróleo a la nación caribeña que luego de la desintegración de la Unión Soviética, dependió de los envíos regulares del “Oro Negro”.
Durante las décadas de los ’70 y ’80, los envíos de petróleo desde Caracas hacia La Habana llegaron a los 100 mil barriles diarios.
La influencia cubana en Venezuela lo abarcó todo: Miles de agentes, cuyo número -debido al secreto de Miraflores- es imposible de calcular, se apoderaron de la Presidencia, escoltando a Chávez, y mandando en los ministerios y empresas públicas.
La entrega de Chávez a Fidel Castro quedó ampliamente demostrada en la ciega fe que le tuvo a los médicos cubanos en el tratamiento del cáncer, que terminó con su vida.
Las torturas de los detenidos venezolanos llevan el sello cubano y las fuerzas armadas bolivarianas están dirigidas por cientos de militares llegados desde La Habana.
Rusia
Moscú ha invertido fuerte en la nación bolivariana esperando obtener resultados super millonarios.
Moscú ha proporcionado a Caracas diversos programas de rescate mediante reprogramación de la deuda de 3150 millones de dólares, y ha ofrecido asistencia técnica.
Venezuela adeudaría una cifra cercana a US$17. 000 millones, de obligaciones contraídas con Moscú, las cuales se había comprometido amortizar con petróleo que sería entregado periódicamente.
La revista rusa Sputnik, indicó en un artículo, que las inversiones rusas podrían ser el respiro que por un tiempo podrían ayudar a mantener a flote los sectores vitales de la economía venezolana, pero a largo plazo sería dinero perdido si no se realizan cambios estructurales dentro de Venezuela.
Cambios que la torpeza de Nicolás Maduro y su incapacidad económica, no ha logrado implementar, pese a su grotesca tentativa con el “petro”, la moneda virtual de Venezuela.
Imposible que un simple chofer del Metro de Caracas, elevado a canciller por Hugo Chávez y luego elegido como su sucesor, pueda tener la suficiente capacidad para manejar con éxito las finanzas de un país.
El principal investigador del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia, el historiador Emil Dabaguián,. precisó que “Moscú tiene bien claro que podría perder ese dinero, sin embargo ha optado por intentar “salvar el buque, antes de verlo hundirse”. A pesar de la difícil situación económica, Rusia no quiere ver el colapso en Venezuela” (porque tiene mucho invertido).
Pero esto no ha sucedido, por el contrario, debido a la baja de la extracción del crudo, la petrolera estatal venezolana Pdvsa adquirió US$440 millones en petróleo procedente de Rusia para abastecer a Cuba, a quien concedió plazos flexibles para realizar el pago.
Pese a todo, Moscú espera recuperar con creces lo invertido.
China
El endeudamiento de Venezuela con la república de China es exorbitante. Prácticamente la nación bolivariana está vendida al país asiático.
Ambos países firmaron recientemente un financiamiento de 184 millones de dólares a una empresa mixta entre la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y China National Petroleum Corporation (CNPC) para explotación de campos petroleros según un comunicado del Ministerio de Comunicación venezolano.
El dinero forma parte de un crédito especial, agregó el comunicado, sin precisar si se trata del mismo préstamo que está vigente con el Banco de Desarrollo de China para financiar el aumento de petróleo en distintos proyectos petroleros.
El Ministerio de Economía y Finanzas de Venezuela había dicho que recibiría 250 millones de dólares del Banco de Desarrollo de China para impulsar su producción petrolera, pero no entregó detalles.
Previamente, Venezuela había aceptado un crédito de 5,000 millones de dólares de China para su industria petrolera, pero aún no ha recibido la totalidad.
China juega con el tirabuzón financiero y no está dispuesta a perder todo lo empleado.
Los créditos e inversiones de Peking y Moscú en Venezuela son tan enormes que los jerarcas chinos y rusos no pueden permitir perder la dorada presa, de ahí la lucha en los entornos internacionales por mantener a Nicolás Maduro en el poder.
El Estado cubano no afloja prenda, por todo lo que significa su dependencia con Venezuela. La ayuda venezolana es indispensable para evitar el colapso de su economía. Tener un gobierno en Caracas que mantenga dicha ayuda es vital para la supervivencia del régimen de La Habana.