Obamagate: ¿El FBI de Barack Obama conspiró contra Donald Trump?

Obamagate: ¿El FBI de Barack Obama conspiró contra Donald Trump?

En mi anterior artículo dije que desde mediados del año 2016 el Congreso republicano y el Inspector General del Departamento de Justicia - IG del DOJ en lo sucesivo -, Michael Horowitz, han estado investigando de manera coordinada y por su cuenta la politización y corrupción de algunos funcionarios de alto nivel en el FBI y el Departamento de Justicia - DOJ en lo sucesivo -. En la nota de pie le doy enlace al anterior artículo. Bien, en este nuevo artículo me referiré a algunas de las acciones más importantes de esos funcionarios para que usted forme su veredicto sobre el FBI de Barack Obama: ¿conspiró contra Donald Trump?

Los personajes de esta historia:

A lo largo de este artículo saldrán a la luz 14 personajes insertados en el aparato de justicia del gobierno de EUA en funciones de alto nivel. Pero uno de ellos es el más importante porque parece ser el eje operativo de ese grupo de personas: Peter Strzok, un agente especial de contrainteligencia del FBI. Strzok fue designado investigador a cargo en el caso de los mails de Hillary Clinton cuando éste se abre el 10 de julio de 2015. A finales de julio de 2016 fue designado como investigador a cargo de la presunta colusión de Trump con Rusia. El 28 de octubre de 2016 vuelve a ser designado como investigador a cargo en la reapertura del caso de los mails de Hillary Clinton. Y luego Strzok pasa a colaborar con Robert Mueller, el fiscal especial en el caso Trump-Rusia.

El agente de contrainteligencia del FBI Peter Strzok:

Jeff Sessions asume como Procurador General de Justicia de los EUA el 9 de febrero de 2017. A poco menos de un mes de haber asumido se recusa de intervenir en la investigación de la presunta colusión de Donald Trump con Rusia, con lo cual deja abierta la puerta para la creación de un fiscal especial para esta investigación. El 26 de abril de 2016 Rod Rosenstein asume como Subprocurador General de Justicia, y el 17 de mayo crea la fiscalía especial para el caso Rusia-Trump, y coloca ahí a su viejo amigo y excompañero del FBI, Robert Mueller.

El 16 de agosto de 2017 los medios anuncian que el agente Peter Strzok había sido separado de la fiscalía especial de Mueller. Los medios afines al partido Demócrata se declaran consternados por este suceso en virtud de que, según ellos, Strzok es un hombre de ética intachable y con una amplia experiencia en la investigación de casos complicados como el que ocupa a la fiscalía especial. Pero es hasta el 2 de diciembre de 2017 que se da a conocer la razón de su despido: había estado intercambiando mensajes de texto con alto sesgo político con otra persona del FBI, durante y después de las elecciones de 2016. El sesgo era radical: contra Donald Trump y a favor de Hillary Clinton. Ese mismo día el Washington Post revela la identidad de la otra persona con la que Strzok intercambiaba mensajes de texto: Lisa Page, una abogada del FBI. Y el diario aprovecha para deslizar afirmaciones salaces sobre la relación entre Strzok y Page: un amasiato.

El hallazgo de estos mensajes de texto se debió, otra vez, a la acción del IG del DOJ, Michael Horowitz. En efecto, ocurrió que Horowitz había obtenido los mensajes de texto de Strzok desde meses antes, y al percatarse del sesgo político de los mismos procedió a comunicar el problema al subprocurador Rosenstein y al fiscal especial Robert Mueller el 27 de julio de 2017.

Así pues, damos con un primer problema en el aparato de justicia: el DOJ, el FBI y el fiscal especial Robert Mueller, ocultaron durante casi cuatro meses la verdad al Congreso y a la sociedad sobre la causa de la salida de Strzok de la fiscalía especial contra Trump: sus mensajes de texto con sesgo político.

El contenido de los mensajes Peter Strzok y Lisa Page:

Entre el 12 de diciembre de 2017 y el 25 de enero de 2018 se van revelando los contenidos de algunos de los intercambios de mensajes de texto entre el agente Strzok y la abogada Page en virtud de que, ahora sí, el DOJ estaba enviando lotes de esos mensajes al Congreso. Enseguida comentaré los más importantes.   

Mensajes del 12 de diciembre de 2017: el 15 de agosto de 2016 ambos personajes dialogan sobre las estrategias para protegerse contra un posible triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales. Strzok hace referencia a tener una "póliza de seguro" contra ese posible evento. Según una publicación del Wall Street Journal del 18 de diciembre de 2017, basada en versiones de personas cercanas a los hechos, ese intercambio de mensajes de texto se produjo después de una reunión en la que participaron Lisa Page, Peter Strzok y Andrew McCabe, el subdirector del FBI. En dicha reunión Page opinó que podían ir con calma en eso de investigar la presunta colusión de Trump con Rusia en virtud de que Hillary Clinton ganaría las elecciones, pero Peter Strzok opinaba lo contrario. De ahí que el mensaje de texto de Strzok pretendía transmitirle a Page su creencia de que tenía que lanzarse una investigación contra Trump de una forma agresiva y rápida.

Esta revelación nos da fuertes indicios de una conspiración contra Donald Trump apuntada a montar una investigación que llevaría al dossier de Fusión GPS, luego a la fiscalía especial de Mueller, y de ahí a fincar cargos criminales o al menos un juicio político al presidente legítimamente electo de los EUA, Donald Trump.

Mensajes del 21 de enero de 2018: el 1 de julio de 2016 los dos personajes ponen en evidencia que la exProcuradora de Justicia, Loretta Lynch, ya sabía que Hillary Clinton sería exonerada por el FBI antes de la conclusión de las investigaciones, cuando ella anunció públicamente que dejaba la decisión sobre el caso en manos del FBI. Incluso el agente Strzok critica el timing de Lynch porque lanzó el anuncio sólo días después del sospechoso encuentro que tuvo con el exPresidente Bill Clinton en el aeropuerto de Phoenix, Arizona - donde se presume se arregló la exoneración de Hillary Clinton -. Esta revelación solo corrobora lo que ya sabemos con pruebas documentadas. Primero, que James Comey exoneró en el caso de los mails a Hillary Clinton antes de investigar y de interrogar al menos a 17 testigos clave - donde algunos eran potenciales criminales -, incluida la misma Hillary Clinton. Segundo, que Loretta Lynch presionó a Comey para que descriminalizara el caso de los mails de Hillary Clinton.  

Mensajes del 22 de enero de 2018: ambos personajes se refieren a un intercambio de correos entre Hillary Clinton y Barack Obama vía el servidor privado de la primera, y en territorio enemigo, donde pudieron ser intrusionados por hackers. Dicen que este suceso fue borrado por Bill Priestap - Consejero del FBI - del documento de conclusiones de James Comey sobre la investigación en los mails de Clinton. Esta revelación corrobora lo que ya sabemos: que ese documento de James Comey fue editado por sus colaboradores para despenalizar a Hillary Clinton en el caso de los mails, y que Obama mintió siempre que afirmó no saber nada del servidor privado de Hillary Clinton.

Mensajes del 23 de enero de 2018: los dos personajes se refieren a la existencia de una "sociedad secreta" de varios funcionarios de alto nivel del FBI y el DOJ, y donde están incluidos el agente Strzok y la abogada Page. El presidente del Comité de Asuntos Gubernamentales del Senado, Ron Johnson, declaró algo muy importante respecto a esto: ya teníamos datos sobre esa "sociedad secreta ", que se reúne, que está trabajando en contra de Donald Trump, gracias a un informante protegido que los está denunciando en el Congreso. Esta revelación fortalece los indicios que apuntan a una conspiración contra Donald Trump.

Mensajes del 23 de enero de 2018: el 19 de mayo de 2017 ambos personajes discutían la investigación de Mueller contra Trump, que había iniciado sólo dos días antes, el 17 de mayo. Se refieren a los grandes beneficios que traería a la trayectoria profesional de ambos el incorporarse a la investigación dada su importancia histórica. "Se trata de un caso que estará en los libros de historia... El caso más importante de nuestras vidas", le decía Strzok a Page. Luego Strzok le dice a Page que no quería aceptar el trabajo con Mueller por una razón: "tu y yo sabemos que las probabilidades son nulas - de incriminar o llevar a juicio político a Donald Trump -. Si yo pensara que hay una probabilidad, sin duda alguna yo estaría ahí. Creo, en parte, por mi intuición, que ahí no hay nada importante." Esta revelación fortalece los indicios de una conspiración y una investigación amañada, y nos da el porqué la fiscalía especial de Robert Mueller no logra sus resultados teóricos.

Mensajes del 25 de enero de 2018: se trata de un intercambio de mensajes del 25 de febrero de 2016 donde ambos personajes dan por evento casi seguro que Hillary Clinton ganaría las elecciones presidenciales, de tal forma que parecían estar más preocupados por satisfacer a Hillary Clinton con su trabajo de investigación criminal sobre ella que en satisfacer a la justicia.

Mensajes del 25 de enero de 2018: el 18 de marzo de 2016 ambos platican sobre la posibilidad de que se instale un fiscal especial para el caso de los mails de Hillary Clinton si es que la ex Procuradora, Loretta Lynch, tuviera que recusarse de la investigación por su conflicto de intereses con los Clinton. Esta revelación y la anterior corroboran el carácter amañado de la investigación en el caso de los mails de Hillary Clinton.

Mensajes del 25 de enero de 2018: el 28 de octubre de 2016 los dos personajes dialogan en torno a que el exJefe de Staff del FBI, James Rybicki, estaba persuadido de que el subdirector del FBI, Andrew McCabe, debería haberse recusado de participar en la investigación de los mails de Hillary Clinton por su conflicto de intereses con ésta. Esta revelación confirma algo que ya sabemos: Andrew McCabe tenía graves conflictos de intereses. En efecto, desde el 27 de julio de 2017 se dio a conocer que Andrew McCabe, subdirector del FBI, estaba siendo investigado por la Oficina del Fiscal Especial de los EUA y por IG del DOJ, Michael Horowitz, por presuntas violaciones al acta Hatch, que prohíbe que agentes del FBI hagan política durante el desempeño de sus funciones, lo cual incluye evitar los sesgos políticos. La investigación viene a resultas de que McCabe había participado activamente en la campaña de 2015 de su esposa, Jill McCabe, para el Senado por el Estado de Virginia, y de la cual salió derrotada. La esposa de McCabe también recibió apoyos financieros de organismos políticos ligados al gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, y a Hillary Clinton.

Mensajes del 25 de enero de 2018: este intercambio de mensajes es del 28 de octubre de 2016, precisamente el día y el momento en que James Comey decidió reabrir la investigación de los mails de Hillary Clinton, sólo pocos días antes de las votaciones presidenciales. El lector debe recordar que esta reapertura de investigación la ocasionó el hallazgo de miles de correos de Hillary Clinton en la lap top de Anthony Weiner, el marido de Huma Abedin, la colaboradora más cercana de Hillary Clinton. En este intercambio de mensajes la abogada Page parece estar pasando datos de esa investigación a Devlin Barret, del Wall Street Journal, y quien luego pasó al Washington Post. Creo que vale la pena transcribir el intercambio de mensajes:

Lisa Page (5:19 p.m.): "Estoy todavía en el teléfono con Devlin. El teléfono de Mike está EN FUEGO ".

Peter Strzok (5:29 p.m.): "Quizás quieras decirle a Devlin que debe ver a CNN, hay noticias".

Lisa Page (5:30 p.m.): "Él ya lo sabe. Acaba de recibir una nota ".

Peter Strzok (5:33 p.m.): "¿Está preguntando sobre eso ahora?

Lisa Page (5:34 p.m.): "Sí. Fue muy divertido. Está en camino."

Y sólo dos minutos después, a las 5:36 p.m., Devlin Barrett manda el siguiente mensaje en Twitter: "Esta es una posibilidad, por mis fuentes: He aquí lo que creo: la cuenta en el dispositivo - lap top de Weiner - tenía una cuenta de correo electrónico ya revisada. A pesar de eso, el FBI ha decidido volver a revisar. No hay nuevos correos electrónicos". Así pues, esta revelación da muchos indicios en el sentido de que Strzok y Page estaban filtrando información al Wall Street Journal. Y para reforzar esto traigo a cuentas un intercambio de mensajes del 8 de enero de 2018 entre estos dos personajes donde dan indicios de estar involucrados con otros compañeros de trabajo, como Jim Rybicki - exJefe de Staff del FBI -, en un programa sincronizado para la filtración de información confidencial o clasificada a los medios, especialmente al Wall Street Journal, New York Times y el Washington Post.

Evidentemente, esa filtración de Page hacia Barrett estaba orientada a tratar de ayudar electoralmente a Hillary Clinton, toda vez que se mandaba el mensaje de que no habría cargos contra ella. Pero por supuesto que se trata de una gran mentira puesto que lo afirma antes de investigar los 50,000 correos que el FBI dijo tener en su poder al reabrir la investigación. Por lo demás, la revisión que hicieron Strzok y su gente de 50,000 mails en tan pocos días, desde el 28 de octubre al 5 de noviembre, es algo simplemente inverosímil.

Los mensajes "perdidos" del agente Peter Strzok:

Para el 21 de enero de 2018 detona otro escándalo, y muy crecido. Esto ocurrió cuando el DOJ informa al Congreso que un lote importante de mensajes de texto de Strzok y Page se habían perdido por errores técnicos en los nuevos celulares del FBI, y que no eran recuperables. Los mensajes perdidos corresponden al período que va del 14 de diciembre de 2016 al 17 de mayo de 2017. Al instante algunos congresistas republicanos empiezan a denunciar ese error técnico del FBI como un acto muy sospechoso, como un indicio más de politización y corrupción. Y había razones sobradas para estas sospechas. De entrada, con ésta ya eran tres ocurrencias de "pérdida de información" crítica en casos criminales: los 33,000 mails perdidos de Hillary Clinton, el caso de la persecución fiscal de Obama contra organismos conservadores a través del IRS, donde se absolvió a la presunta responsable, Loise Lerner, por el extravió de sus mails que la incriminaban , y ahora los mensajes de texto de Strzok. Luego, el período extraviado es un tiempo durante el cual ocurrieron cosas muy importantes en este campo. Y finalmente, porque la segunda fecha, 17 de mayo de 2017, es precisamente el día en que Robert Mueller fue designado fiscal especial en el caso Trump-Rusia.

Afortunadamente, el 25 de enero de 2018 se probó la mentira del DOJ y el FBI una vez que el IG del DOJ, Michael Horowitz, comunicó por oficio a los comités Judicial y de Asuntos Gubernamentales del Senado que había logrado recuperar mensajes perdidos del agente Strzok usando procedimientos forenses y que seguiría en la tarea de recuperación. No está claro si logró recuperar la totalidad los mensajes perdidos, pero al día de ayer, 27 de enero, un periodista del Washington Examiner anunció que el DOJ sólo había entregado al Congreso el 15% de los mensajes de texto perdidos. Este asunto sigue en desarrollo.

Bruce Ohr y su esposa Nellie Ohr:

El 7 de diciembre de 2017 el Comité de Intel de la House reveló que Bruce Ohr, Fiscal General Adjunto y Director de la Fuerza Antidrogas del DOJ, se había reunido durante las elecciones del 2016 con Christopher Steele, el exespía británico y principal informante del desacreditado dossier antiTrump ordenado a pago por Fusión GPS, y que luego de las elecciones se reunió con Glenn Simpson, el dueño de Fusión GPS. Estos hallazgos derivaron del interrogatorio que el Comité de Intel aplicó a Glenn Simpson en agosto de 2017. Y según las declaraciones de Simpson en ese interrogatorio, se reunió con Bruce Ohr "para discutir nuestros hallazgos en relación a Rusia y la elección del 2016." Días después, el 13 de diciembre de 2017, Fox News reveló que, según declaraciones de Glenn Simpson en un tribunal de Washington D.C., la esposa de Bruce Ohr, Nellie Ohr, trabajó para Fusión GPS, y específicamente en la investigación contra Trump. Bruce Ohr fue degradado de puesto en el DOJ a resultas de estas revelaciones.  

Andrew Weissman, el hombre cercano a Robert Mueller:

El 2 de diciembre de 2017 el organismo civil Judicial Watch presenta un intercambio de correos de la exProcuradora General de Justicia interina, Sally Yates, con el más cercano colaborador de Mueller en la fiscalía especial, Andrew Weissmann, y donde se deja ver el sesgo político de ambos contra Trump. En el intercambio de correos, con fecha del 30 de enero de 2017, Weissman elogia a Yates por su negativa a poner en acto la primera orden ejecutiva de Donald Trump que prohibía el acceso a inmigrantes de siete países musulmanes catalogados como terroristas. Como ya sabemos, esa negativa le costó el trabajo a Sally Yates, quien era una funcionaria heredada por Obama. Por otro lado, también se sabe que Andrew Weissman había aportado diversas cantidades de dinero al partido Demócrata y a las campañas de Hillary Clinton y Obama.

La guerra del Congreso republicano y Michael Horowitz contra el aparato de justicia:

Todo lo anterior se ha dado en un campo de guerra abierta entre dos partes: el Congreso republicano y Michael Horowitz contra el aparato de justicia del Estado. Los primeros dos haciendo demandas en dos ámbitos fundamentales: instalación de un fiscal especial para investigar la politización y corrupción del FBI y el DOJ y acceso a la información de las investigaciones en torno a los mails de Hillary Clinton y la presunta colusión de Trump con Rusia. Por su parte, el aparato de justicia evadiendo, negando y dando largas a las demandas del Congreso republicano. Como dije al abrir el artículo, la guerra inicia en el año 2016 y ha ido creciendo en intensidad a medida que el dossier antiTrump de Fusión GPS fue desacreditado y sobre todo a partir de que se revelan las irregularidades de los funcionarios del aparato de justicia.   

Los comités Judicial, de Intel y de Seguimiento de la House ya han ido llamado a comparecer a las siguientes personas desde diciembre de 2017: Rod Rosenstein - Subprocurador de Justicia -, Christopher Wray - Director del FBI -, Andrew McCabe - Subdirector del FBI -, James Baker - exConsejero del FBI -, Bill Priestap - Jefe de Contrainteligencia del FBI -, Peter Strzok - agente del FBI -, Lisa Page y Sally Moyer - abogadas del FBI -, Greg Brower - enlace del FBI con el Congreso -, Bruce Ohr - funcionario de alto nivel del DOJ -, Nellie Ohr - esposa de Bruce Ohr y empleada de Fusion GPS -, Jim Rybicki - exJefe de Staff del FBI - y Andrew Weissman - colaborador principal de Robert Mueller en la fiscalía especial -. Algunos ya comparecieron y otros están en agenda.

El director del FBI y el Subprocurador ya comparecieron ante el Comité judicial de la House en diciembre pasado. En ambas comparecencias los representantes republicanos se centraron en el evidente sesgo político de Andrew McCabe, Peter Strzok, Lisa Page, Andrew Weissman, Bruce Ohr y su esposa Nellie, en el contexto de las investigaciones de los mails de Hillary Clinton y la presunta colusión de Trump con Rusia. Los dos funcionarios se negaron a responder una buena cantidad de preguntas críticas de los congresistas republicanos, sobre todo tres: ¿El FBI pagó el desacreditado dossier de Fusión GPS?, ¿El dossier fue usado para los trámites de espionaje contra Trump?, ¿El agente Peter Strzok realizó esos trámites irregulares de espionaje? Por su parte, el 19 de diciembre compareció ante el Comité de Intel de la House el subdirector del FBI, Andrew McCabe. Y por cierto que ese mismo día el presidente del Comité Judicial del Senado, Chuck Grassley, demandó la renuncia inmediata de McCabe por sus evidentes sesgos políticos.

Pero todo parece indicar que el Congreso republicano empezó a ganar la guerra el día 3 de enero de 2018. Esto empezó a ocurrir el 28 de diciembre de 2017, cuando el presidente del Comité de Intel de la House, Devin Nunes, le dirigió un oficio al subprocurador Rosenstein acusándolo de ignorar las demandas del Comité desde el 24 de agosto de 2017, donde requería la entrega de todos los documentos relacionados a la investigación contra Donald Trump, incluyendo mensajes de texto del agente Strzok. En ese oficio Nunes emplazó a Rosenstein para que entregara a más tardar el 3 de enero de 2018, en el entendido que podrían ponerlo a él y al director del FBI en desacato al Congreso de no cumplir con las demandas. Como era de esperar, el día 3 de enero el subprocurador y al director del FBI se reunieron con el líder de la mayoría republicana en la House, Paul Ryan, y accedieron a las demandas del Comité. Fue a partir de ahí empezó a fluir la información desde el aparato de justicia al Congreso.

Conclusiones:

He titulado estos dos primeros artículos de la saga "Obamagate" con una interrogante. Hago esto porque no pretendo afirmar o negar las cosas categóricamente. Mi intención es presentar los hechos con la mayor objetividad y exactitud que son posibles en la política y según es la disponibilidad de datos, para que el lector forme su veredicto. Por lo que a mí respecta, puedo concluir lo siguiente.

Los indicios son tan fuertes contra esos funcionarios del aparato de justicia que podría decir que son culpables de grave politización y corrupción por hipótesis. Desde ahí, creo que hay indicios muy fuertes que nos permiten afirmar por hipótesis que existe una conspiración en el aparato de justicia apuntada a poner por encima de las leyes a Hillary Clinton y a indiciar o al menos para formar juicio político contra el presidente legítimamente electo de los EUA, Donald Trump. Y en esta conspiración incluyo al fiscal especial Robert Mueller. Para entender esto, basta con acudir a las características que exige el Código de los EUA en un fiscal especial: un abogado independiente y con integridad moral, dos cosas que Mueller no posee si nos atenemos a lo apuntado en este escrito y el anterior. Lo que está pendiente por saber es si Barack Obama está incluido en la conspiración a modo de comandante. Mi opinión es que, en este caso, también hay muy fuertes indicios para suponer que sí es el comandante al menos por hipótesis, por cuanto todos estos personajes son demócratas y ex colaboradores de él.

Creo que la conspiración ya fue desactivada en buen grado por el Congreso republicano y el IG del DOJ, Michael Horowitz. Algunos ya fueron renunciados o reasignados, y otros serán despedidos en los días por venir. Seguramente su margen de operación en las sombras se ha estrechado bastante. Además, los medios afines a ellos ya perdieron el control. Creo también que esta conspiración será disuelta por completo en cuanto el Comité de Intel de la House publique el memo que presuntamente demostrará que el gobierno de Obama cometió graves y múltiples irregularidades en las gestiones de espionaje contra Donald Trump y otros republicanos. Supongo que algunos irán a la cárcel a resultas de este memo. Y si eso ocurre, si todos o algunos de estos personajes llegan a ser metidos a la parrilla judicial por el Congreso republicano, en tribunales imparciales, estimo que necesitarán al mejor abogado del mundo para que, con la fuerza de su argumentación, logre acomodar las cosas de tal forma que consiga un veredicto de inocencia en su favor. Sin embargo, creo que para eso se necesita una mezcla de milagro y suerte.

Todo lo anterior me lleva a concluir que las investigaciones judiciales contra Hillary Clinton y Donald Trump son ilegítimas por sesgos políticos y corrupción. Con esto quiero decir que la exoneración de Hillary Clinton y la criminalización y espionaje contra Donald Trump tienen causas esencialmente electorales y políticas. Y en virtud de esto, estimo que se requiere la instalación de un fiscal especial para que investigue todos estos crímenes y restituya la justicia en este campo.

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