Obamagate: ¿Van a prisión Barack Obama, Hillary Clinton y otros demócratas?

Obamagate: ¿Van a prisión Barack Obama, Hillary Clinton y otros demócratas?

En EUA está por explotar un escándalo político de proporciones épicas que puede poner tras las rejas a varios demócratas notables y llevar al partido Demócrata a la más completa debacle. Los medios afines al partido Demócrata han estado intentando ocultar esto con sus habituales fake news y habladurías sobre Trump: Shithole, Stormy Daniels, su salud física y mental, pero para su desgracia no pueden parar esto porque ya no tienen el control. En efecto, estamos solo a días de que explote el siguiente escándalo en los EUA: Un gobierno de Obama que politizó sus estructuras de justicia e inteligencia para obstruir la justicia en favor de su candidata en las elecciones del 2016, Hillary Clinton, y para espiar y criminalizar a Donald Trump, y desestabilizar a su gobierno, valiéndose de un falso argumento de colusión con Rusia.

Para entender bien todo esto es preciso tener la historia. Es por esto que le ofreceré a continuación una historia lo más simple y ordenada posible sobre el desarrollo de este asunto hasta el día de hoy para que esté en posición de entender lo que ha ocurrido y lo que está por ocurrir en los días siguientes, y que podría cambiar la historia de los EUA de una manera radical y para bien. 

Sobre el dossier de Fusion GPS:

Como ya sabemos, el argumento más importante de los demócratas y sus medios afines en torno a las razones de su derrota en las elecciones del 2016 es la presunta colusión entre Donald Trump y Rusia. Ellos postularon durante casi un año al dossier de Fusion GPS como la madre de todas pruebas de esa presunta colusión. El dossier fue realizado por la empresa Fusion GPS, propiedad de Glenn Simpson, un experiodista del Wall Street Journal, y quien contrató para ese efecto al exespía británico Christopher Steele. El documento ve su primera luz durante las elecciones primarias en EUA. Fue ordenado y fondeado por un republicano antiTrump que permanece en el anonimato. En abril del 2016 Hillary Clinton y el partido Demócrata piden a su abogado, Marc Elias, que contrate a Glenn Simpson para que continúe con su investigación.

Ya se sabe que Glenn Simpson usó al senador republicano John McCain para hacer llegar el dossier al FBI, momento desde el cual James Comey lo usa como prueba contra Trump. Y cada vez hay más indicios de que el FBI también pagó a Glenn Simpson. El dossier es filtrado al BuzzFeed y lo publica en enero del 2017, y es a partir de ahí que se convierte en la madre de todas las pruebas para los demócratas y sus medios afines. Ese dossier, los memos clasificados que filtra Comey al New York Times vía su amigo Daniel Richman, y el despido de Comey por Trump, son los factores que detonan la formación del fiscal especial del caso que ocupa Robert Mueller, y con nulos resultados hasta ahora. 

El 22 de agosto de 2017 Glenn Simpson comparece ante el Comité Judicial del Senado para ser interrogado en torno a su dossier y su postulada colusión entre Trump y Rusia. Y es sobre todo a partir de ahí que el dossier ha sido despojado de validez poco a poco, sobre todo por las indagaciones del congreso, hasta quedar en un batiburrrillo de mentiras, verdades a medias, misterios y habladurías. El mismo Steele, el encargado de compilar la información, aceptó que el documento contiene inteligencia limitada. A tal grado de ruina llegó el dossier, que los mismos medios empezaron a desligarse de él como prueba de la narrativa sobre la colusión entre Trump y Rusia. El Washington ComPost - o Post, como quiera llamarlo - lo declaro muerto por ahí de octubre del 2017. El mismo mes este diario también aceptó que el dossier había sido pagado por Hillary Clinton y el Demócrata. También el New York Times empezó a buscar otra madre de todas las pruebas. Y la encontró, pero le resultó igualmente fallida: Papadopoulos, un excolaborador menor y voluntario de la campaña de Trump muy dado a las francachelas y las habladurías, y que finalmente se declaró culpable ante el FBI de echar mentiras sobre las presuntas conexiones de Trump con Rusia.

La historia trágica que nos lleva al escándalo en ciernes:

Desde las elecciones del 2016 el congreso republicano, que es mayoría en ambas cámaras, veía indicios de politización en el FBI y el Departamento de Justicia - DOJ en lo sucesivo - en tiempos de Obama. Fue por eso que el 11 de octubre de 2016 el Comité Judicial de la House envió un oficio al Inspector General del Departamento de Justica - IG del DOJ en lo sucesivo -, Michael Horowitz, para que procediera a investigar potenciales irregularidades en la investigación del FBI sobre los mails de Hillary Clinton en las elecciones del 2016, y donde fue exonerada el 5 de julio de 2016. A su vez, el 2 de noviembre de 2016 el Comité judicial del Senado también envía oficio a Horowitz pidiéndole que corrija el problema del sesgo partidista en las investigaciones judiciales.

El 12 de enero de 2017 Michael Horowitz, el IG del DOJ, anuncia vía oficio que, en respuesta a peticiones de congresistas, organizaciones civiles y ciudadanos, realizará una investigación en torno a potenciales irregularidades de algunos funcionarios del FBI y el DOJ durante y después de las elecciones.

El 27 de julio de 2017 el Comité Judicial de la House vuelve a enviar oficio al DOJ exigiendo la instalación de un fiscal especial para que investigue 14 hechos potencialmente irregulares en el FBI y el DOJ, y que se clasifican en los siguientes temas: Uranium One, Dossier de Fusion GPS, espionaje contra Trump y otros republicanos, filtraciones de información clasificada, los mails de Hillary Clinton y su exoneración, la Fundación Clinton y hasta el fraude electoral de Hillary Clinton y Obama contra Bernie Sanders en las primarias demócratas - algo de lo cual nos enteramos por las revelaciones de Assange -.

El 26 de septiembre de 2017 el Comité Judicial de la House dirige otro oficio al DOJ donde insiste en la necesidad de instalar un fiscal especial para que investigue los 14 puntos señalados en su anterior oficio. Esta vez el comité añade una irregularidad que había salido recién a la luz: James Comey había ordenado cerrar la investigación de Hillary Clinton y exonerarla antes de interrogar al menos a 17 testigos claves incluyendo a la misma indiciada: Hillary Clinton. Entre los testigos que el FBI no interrogó están algunos colaboradores de Hillary y potenciales criminales, como: Cheryl Mills y Heather Samuelson, quienes además recibieron inmunidad por Comey por su "colaboración". Pero esta revelación añadió otro delito a James Comey: perjurio ante el Congreso de los EUA. En efecto, porque ocurre que durante una de sus comparecencias en el congreso Comey declaró que decidió exonerar a Hillary Clinton "después" de interrogarla el 2 de julio.

El 2 de enero del 2018 empiezan a emerger nuevos correos clasificados de Hillary Clinton que ponen en evidencia, otra vez, que ella y su asistente personal, Huma Abedin, hacían una gestión irregular de los mismos a través de su servidor privado y de un correo de Yahoo de la Huma. La gestión era tan irresponsable que Huma mandaba esos documentos, a veces conteniendo información de Inteligencia y passwords del Estado, a la sirvienta de Hillary en su casa, una mujer de origen filipino, para que los imprimiera. Y el mismo día, horas después, el congreso anuncia que tiene evidencia documentada de serias irregularidades en las investigaciones del caso de los mails de Hillary Clinton. 

El 3 de enero de 2018 el Comité Judicial del Senado envió oficio al DOJ señalando que los memos que Comey realizó sobre sus pláticas con Trump, y que luego filtró al New York Times vía su amigo Daniel Richman, son clasificados.

El 4 de enero de 2018 el chairman del Comité de Asuntos Gubernamentales del Senado, el senador Ron Johnson, presenta los documentos originales que James Comey usaría en su declaración jurada del 5 de julio del 2016 ante el congreso sobre los resultados de sus investigaciones en el caso de los mails de Hillary Clinton. Y ocurre que dichos documentos originales muestran dos cosas: se manifestaba la existencia de delitos graves y menores en el manejo de la información clasificada por parte de Hillary Clinton, y hubo subsecuentes ediciones a esos documentos por parte de los colaboradores de Comey a fin de borrar toda mención a esos delitos. Y bueno, ya sabemos que Comey usó el documento editado para exonerar a Hillary Clinton de todo delito el 5 de julio del 2016.

Para el momento en que el senador Ron Johnson presenta ese documento ya habíamos conocido antes una serie de revelaciones sobre múltiples irregularidades de James Comey, algunas de las cuales ya he mencionado antes: exoneró a Hillary Clinton sin investigar; en declaración jurada ante el congreso afirmó que la exProcuradora Loretta Lynch lo presionaba para no criminalizar el asunto de los mails de Hillary; filtró documentos clasificados al New York Times.

Y así llegamos a la parte de la historia donde empiezan los bombazos devastadores contra los demócratas. En efecto, el mismo 4 de enero de 2018 el DOJ abre investigaciones criminales contra Hillary Clinton por los casos de los mails y la Fundación Clinton. Y nada más natural que el caso de los mails detone en automático el caso de la Fundación si recordamos que los miles de correos de John Podesta, publicados por Assange durante las elecciones de 2016, daban claros indicios del esquema de cohecho y lavado de dinero que se oculta en la Fundación Clinton, y que es algo que ya tiempo antes había señalado y documentado parcialmente Peter Schweizer en su libro "Clinton Cash". Como dato curioso en este punto, vale decir que horas antes de este anuncio del DOJ, el día 3 de enero, se registra un incendio en la casa de Hillary Clinton en Chapaqqua, justo en el edificio que ocupan los agentes del USSS a su servicio.

El mismo 4 de enero un juez federal ordena al banco de Fusion GPS, autora del dossier, que entregue al congreso todos los registros bancarios de dicha empresa. Aunque tiempo atrás Hillary Clinton ya había declarado que ella fue quien ordenó y pagó el dossier de Fusion GPS, el congreso requiere esos registros para determinar objetivamente quiénes pagaron el falso dossier y quiénes recibieron dinero para darle difusión al mismo como madre de todas las pruebas. El congreso recibió dichos registros al día siguiente, el 5 de enero.

El 5 de enero de 2018 el chairman del Comité Judicial del Senado, el senador republicano Chuck Grassley, y el chairman del Subcomité de Crimen y Terrorismo, el senador republicano Lindsey Graham, piden por oficio al DOJ que inicie investigación criminal contra el informante principal en el dossier de Fusion GPS, Christopher Steele, en virtud de que sus afirmaciones falsas ante autoridades federales - FBI - son potenciales violaciones al título 18 del Código de EUA.

El 8 de enero de 2018 el DOJ y el FBI proceden a entregar al Comité de lntel de la House toda la documentación referente al Rusiagate, donde se incluye sobre todo la documentación de las gestiones de espionaje - FISA - que realizó el gobierno de Obama para espiar a Trump y otros republicanos durante la campaña y la transición 

El 12 de enero de 2018 el DOJ empezó a entregar con mucho sigilo a los comités de intel y justicia del congreso toda la información referente a esos casos que habían venido denunciando por oficios desde el 2016. El monto de la información entregada es de 1,2 millones de hojas en expedientes. Y hacia la tarde de ese mismo día el DOJ gira orden de captura contra uno de los empresarios yanquis involucrados en el caso Uranium One, con 11 cargos de cohecho con oficiales rusos y lavado de dinero.

El 13 de enero de 2018 Michael Horowitz, el IG del DOJ, entregó con mucha reserva al congreso el informe final de sus investigaciones. Recuerde el lector lo que dije arriba: que el 12 de enero de 2017 Horowitz anunció que iniciaba investigaciones sobre múltiples irregularidades en el FBI y el DOJ durante y después de las elecciones. Así pues, todo hace suponer que aquella información mencionada en el párrafo anterior es el soporte documental de este informe. Y desde entonces, los comités están analizando la información en busca de potenciales delitos y responsables.

El 14 de enero de 2018 el Comité de Intel de la House declara que tiene pruebas de múltiples y graves irregularidades del gobierno de Obama en las gestiones FISA para el espionaje sobre Trump y otros republicanos. Se afirma que el falso dossier y otros datos falsos fueron usados como soportes probatorios en dichas gestiones ante la corte FISA.

El 18 de enero de 2018 el Comité de Intel de la House anuncia que, por moción del representante republicano Steve King, ha votado en favor de liberar para conocimiento de todos los congresistas un memo de cuatro hojas del comité que contiene el análisis y las conclusiones sobre la información del Rusiagate, especialmente de las gestiones FISA irregulares del gobierno de Obama para el espionaje sobre Trump y otros republicanos. Debe destacarse el hecho de que los representantes demócratas del comité votaron en contra de esta resolución. Y creo que el lector puede inferir fácilmente el motivo no revelado y más probable de dicha oposición: temor de que las irregularidades del gobierno de Obama en el espionaje se hicieran públicas.

El mismo 18 de enero los congresistas que iban leyendo el memo del Comité de Intel empiezan a lanzar a los medios declaraciones de alerta sobre el contenido de dicho documento. Pese al normal sesgo partidista que se puede esperar en esto, los juicios son harto sugerentes sobre la gravedad del contenido de ese memo: "Pertubador", "Repugnante", "Enfermizo", "Abuso de poder", "Peor que Watergate", "Amenaza a la democracia norteamericana", "Algunos tendrán que renunciar", "Algunos irán a la cárcel". Y todos los congresistas coinciden en una demanda: El contenido del memo es tan grave que debe ser hecho público para conocimiento del pueblo norteamericano. Deben conocer la verdad del anterior gobierno. A resultas de esto, para ese mismo día ya había millones de norteamericanos exigiendo que el memo fuera hecho público, lo cual se refleja en dos TT líderes a nivel global en Twitter que exigen lo mismo. Assange se suma a la demanda ofreciendo una recompensa crecida a quien logre extraer el famoso memo.

Para el 20 de enero, sábado pasado, más de 100 congresistas habían enviado oficio al Comité de Intel para que iniciara procedimientos a fin de hacer público el memo al pueblo norteamericano. Y la presión del público y los congresistas dieron resultados ese mismo día, toda vez que el Comité de la Intel inició los procedimientos para ese efecto. Y esto debe seguir un procedimiento un tanto simple. El Comité de Intel pondrá a votación la publicación del memo. Si aprueban la publicación, el memo pasa a la Oficina Oval. Si a los cinco días de recibir el memo no hay objeción del presidente Trump, el memo se desclasifica y se publica. Si hubiere una objeción del presidente Trump, el memo pasa a votación de la House donde se puede aprobar su publicación aun contra el veto del presidente. Pero como nadie espera que Trump proteja a Obama, Hillary y sus asociados, es totalmente seguro que Trump no pondrá objeción a que el memo sea publicado. Todo este proceso se puede llevar entre 7 y 19 días.

Hasta el momento en que estoy escribiendo este artículo, tarde del domingo 21 de enero de 2018, ocurren las siguientes cosas. Algunos congresistas republicanos demandan la instalación de un fiscal especial que investigue todo este asunto que hemos relatado.  Previsible: han demandado el fiscal especial desde el año 2016. Pero además, me parece ya inevitable la creación del fiscal especial. Por otro lado, los congresistas demócratas siguen firmes en su oposición a que el memo sea puesto a conocimiento del pueblo norteamericano y solo un congresista ha acudido a revisar el memo. Creo que esta posición de los demócratas solo abona más en su potencial ruina.

El verdugo de Barack Obama, Hillary Clinton y sus asociados: Michael Horowitz.

Supongo que el lector se habrá dado cuenta de que el congreso prácticamente ha anulado al DOJ y al FBI en todo este proceso. DOJ y FBI solo están observando, surtiendo la información que se les requiere y en espera de conclusiones del congreso. Es también evidente que Michael Horowitz, el IG del DOJ, trae la égida o el mando en las investigaciones y está colaborando muy estrecha y calladamente con los comités de intel y judiciales del congreso. Y vaya que este empoderamiento de Michael Horowitz es una noticia catastrófica para Obama y el resto de demócratas implicados por lo siguiente.

Michael Horowitz asumió el puesto de Inspector General del Departamento de Justicia - IG del DOJ - en abril de 2012. Pero asume una posición que ya había sido muy acotada y limitada en sus facultades de investigación y auditoría por Eric Holder, el primer Attorney del gobierno de Obama. Según declaraciones del propio Horowitz, Holder neutralizó al puesto de IG del DOJ para evitar que metiera la nariz en el caso "Rápido y furioso" - tráfico de armas al narcotráfico mexicano -. Pero pese a eso, Horowitz emprendió una larga lucha para restituir las facultades originales al puesto de IG, lo cual le llevó a colisionar muy duro y por largo tiempo con Obama y Eric Holder. Veamos enseguida lo sustancial de esa historia.

El 5 de marzo de 2013 Horowitz presentó al congreso un reporte donde denuncia que el gobierno de Obama había derrochado alrededor 70 billones de dólares al no ceñirse a las recomendaciones del IG del DOJ. Hacia agosto de 2014 Horowitz y 46 IG´s más dirigen un oficio al congreso donde denuncian a Obama por su bloqueo sistemático a las funciones de los IG´s. A esas denuncias seguirían dos audiencias de Horowitz en el congreso donde volvió a denunciar los bloqueos de Eric Holder y Obama.

Obama pierde la mayoría del senado en noviembre de 2014. Desde entonces la mayoría republicana estuvo empujando para el empoderamiento del IG del DOJ y se empieza a dar una estrecha colaboración entre Horowitz y los republicanos en el congreso. Y como ya vimos arriba, esta colaboración estrecha continúa hasta el momento. Por su parte, Obama trata de contrarrestar esto con una serie de litigios contra el IG del DOJ para neutralizarlo de nuevo. Sin embargo, los IG, comandados por Horowitz, pudieron sortear esos litigios de Obama durante casi dos años. Y es hasta el 7 de diciembre de 2015 que los republicanos logran pasar con votación a favor el Acta de Empoderamiento del Inspector General del DOJ. Barack Obama, ya derrotado por Horowitz, firma dicha acta como ley el 16 de diciembre de 2015.

Conclusiones:

Barack Obama, Hilary Clinton y sus asociados están en este momento en situación muy precaria y ruinosa por las siguientes cinco razones.

En primer lugar, están metidos en varias investigaciones criminales en curso o por iniciar que delinean el siguiente escenario monstruoso: Un gobierno de Obama que politizó sus estructuras de justicia e inteligencia para obstruir la justicia en favor de su candidata en las elecciones del 2016, Hillary Clinton, y para espiar y criminalizar a Donald Trump, y desestabilizar a su gobierno, valiéndose de un falso argumento de colusión con Rusia. En segundo lugar, y gracias a las acciones conjuntas del congreso republicano y el IG del DOJ, las gentes de Obama que siguen insertadas en el Deep State ya están desactivadas y, por consecuencia, ya no pueden filtrar, obstruir o perturbar acciones de la ley desde las entrañas del gobierno, como lo venían haciendo. En tercer lugar, el congreso y esos comités que investigan son controlados por los republicanos, con lo cual Obama, Hillary y sus asociados no pueden esperar un trato excepcional, por encima de las leyes. En cuarto lugar, lo único que ellos pueden esperar de Horowitz es que haga todo lo posible por dejarles caer encima el martillo de la ley. Y en quinto lugar, Obama, Hillary y sus asociados se han convertido ya en presas de muy alto valor electoral dada la cercanía de las elecciones intermedias en EUA. Y vaya que a Trump y a los republicanos les daría muchos dividendos electorales el meter a la cárcel a varios demócratas notables.

Lo peor de todo para Obama y sus asociados es que si este escándalo revienta, y me parece que así ocurrirá inevitablemente, otros problemas pendientes que ya trae el congreso en agenda desde hace tiempo cobrarán mucho interés para el público y una muy alta rentabilidad política para los republicanos. Hablo de los siguientes casos: Rápido y furioso, la masacre de Bengasi, Uranium One, Operación Cassandra - protección al narcotráfico de Irán en EUA - y los Fondos Réptil - desvío billonario de fondos del Estado hacia organismos de activistas demócratas insertados en la red de Open Society de George Soros -.

Así que, en este momento, yo apostaría a que varios demócratas notables irán a prisión. Eso ya parece inevitable. A su vez, Obama quedará atrapado en el siguiente polilema: O afirma que no estaba enterado de las corruptelas de sus subordinados - inverosímil -, o afirma que lo engañaron sus subordinados - inverosímil y torpe -, o afirma que lo sabía pero lo permitió por el interés nacional - inverosímil, cínico y maligno -, o simplemente acepta que él comandaba todas estas irregularidades, con lo cual por fin le haría justicia a la verdad. Sin embargo, y como suele ocurrir en estos casos, la opción que elija será muy ruinosa para él.

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