Las ratas han atentado de nuevo, esta vez en Barcelona. Ojala el asco que nos produce esta terrible acción sea mucho mas grande que el terror que quieren sembrar con cada atentado.
Lloramos otra vez en España esta noche por Barcelona y las victimas, 15 muertos y más de1 50 heridos. En estos momentos , solo unas horas después del atropello mortal salvaje y sin sentido, causado por los barbaros que matan en nombre de un dios de odio y rencor.
Europa es el blanco de nuevo, Esta vez la mediterránea Barcelona de Serrat, de Dalí, de Espriu, o del no menos genial Antonio Gaudí, se viste de luto y llanto por las víctimas inocentes, llegadas algunas de ellas, de decenas de países distintos que decidieron libremente elegir la ciudad de Barcelona para sus vacaciones. Lo hicieron en familia, en grupo, o con su mochila al hombro, porque Barcelona reúne alicientes múltiples y variados para para el disfrute aquellos que busquen unos días de feliz descanso.
La bestia lo sabe, y como lobo solitario o en manada, como parece que es el caso esta vez, ataca para matar indiscriminadamente. Cuantos más muertos mejor, Alá es grande y la maldad que los guía infinita. Organizados, radicalizados a edad cada vez más temprana, uno de los asesinos no ha cumplido los 18 años, a cuchillo, o en esa nueva modalidad de asesinar atropellando a los viandantes, con vehículos lanzados a toda velocidad conduciendo de derecha a izquierda, para que el daño sea el mayor posible, vuelven a sembrar de cadáveres avenidas peatonales en donde aún nos movemos confiados en que la barbarie no puede repetir lo vivido en Niza, Paris, Alemania, Belgica… Y una vez más nos vemos contando cadáveres , acompañando a las victimas , rezando junto a los familiares , unidos en el dolor y de nuevo inermes ante la jauría que nos asegura que volverá a intentarlo hasta acabar con los infieles
Esta mañana ,de tensa calma , decididamente, España les ha mostrado que no lograran su propósito, que ante esta escoria si estamos unidos, si ”somos todos Barcelona", si estamos dispuestos, a una vez vivido el duelo, actuar con la ley , con toda la fuerza de ley, en defensa de esta forma de vida que nos hemos dado en donde la justicia, el respeto a la vida , la democracia y la libertad, han cimentado nuestra civilización occidental. Es la civilización que queremos y debemos defender y está por encima de los salvajes asesinos que con su ideología de muerte y su miseria moral, intentan devolvernos a las cavernas.
Hoy, solo se escuchaba un grito de unidad y una frase repetida en todas las concentraciones que se han vivido ¡ no tengo miedo! , ¡no tengo miedo ¡ Hombres mujeres y niños al menos en este día , han creído que a lo único a lo que hay que temer es precisamente a tener miedo
Porque es el terror lo que quieren imponer estos asesinos, ese terror que nos deja desvalidos y nos obliga a cambiar rutinas y costumbres. Barcelona esta tarde estaba llorando a sus víctimas con el corazón en un puño, pero mostrando una admirable solidaridad para con los afectados
Hemos visto a taxistas transportando a la gente gratuitamente, enfermeras doblando su jornada laboral y olvidando sus días de vacaciones, enormes colas de donantes de sangre se han formado ante los hospitales, familias enteras se han sido acogidas en casas como si de la suya propia se tratase. Decenas de anécdotas han mostrado la generosidad admirable de esa ciudad acogedora que es Barcelona en donde todos parecían dispuestos a compartir el dolor en compañía.
Aun con el corazón enlutado, quedaba ver la fuerza de su ciudadanía sobreponiéndose al espanto vivido hace apenas veinticuatro horas para dejarse ver en calles y plazas, llenando Las Ramblas como cada tarde de verano, de paseantes , de niños saboreando un helado , vecinos paseando a su mascota , o turistas disfrutando en cualquiera de sus terrazas.
Era ¡ la fuerza de la vida ¡
Esa vida que jamás entenderá la bestia terrorista.