Mensaje de Semana Santa y la Pascua Hebrea

Crucifijo mar en la distancia

La Semana Santa, días de magna relevancia en la fe cristiana, y la Pascua hebrea, una de las festividades más importantes del judaísmo, parten ambas, naturalmente, primero desde un contexto místico y transcendental. En el marco de su escenario terrenal, sin embargo, el trasfondo de ambas fechas se desenvuelve dentro de un marco político y recoge la lucha entre el bien y el mal. Jesús enfrentó cargos políticos y Su sagrada misión lo obligó a luchar contra una dictadura tiránica y los poderes económicos y los de la religión organizada que se plegaron a ese despotismo político. La Pascua judía también expresa esa lucha, al celebrar el alcanzar la liberación contra una tiranía que esclavizaba a los hijos de Israel. Esa lucha entre el bien y el mal aún perdura en nuestros días.

Los que están en el poder político hoy en Cuba, Tíbet, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, China, Siria, Corea del Norte, Irán, Vietnam, Rusia y Laos, para nombrar sólo algunos lugares, son la clara manifestación del mal. Los que luchan y resisten contra ellos en esos países o por esos países, desde suelo extranjero, luchan por la causa del bien. Tengamos esto presente durante estos días de suma importancia.

De la solemnidad y el gran dolor de un Viernes Santo, llegó la suntuosa liberación de un Domingo de Resurrección. ¡La lucha fue necesaria y valió la pena! Celebremos la Semana Mayor y la Pascua hebrea con luz, altura y el enfoque apropiado que contribuya al triunfo del bien.

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